Estados Unidos y Ucrania coincidieron en que cualquier avance hacia un acuerdo de paz en la guerra dependerá de que Rusia muestre un compromiso serio y verificable, según declararon ambas delegaciones al cierre de dos días de reuniones bilaterales sostenidas esta semana.
El consenso se alcanzó durante la sexta ronda de encuentros entre el Enviado Especial para la Paz de EE.UU., Steven Witkoff, el asesor Jared Kushner, y las autoridades ucranianas encabezadas por el secretario de Seguridad Nacional y Defensa, Rustem Umerov, y el jefe del Estado Mayor, general Andriy Hnatov.
“El fin de la guerra y medidas creíbles hacia el alto el fuego y la desescalada son necesarias para prevenir nuevas agresiones y hacer posible el plan integral de desarrollo de Ucrania”, escribió Witkoff en su cuenta oficial de X.
Los negociadores estadounidenses reiteraron que cualquier solución a corto plazo depende de que Moscú respete un cese inmediato de hostilidades y adopte medidas para desescalar el conflicto, incluyendo la suspensión de ataques en zonas civiles y un repliegue controlado.
Presión diplomática directa sobre Putin
A comienzos de esta semana, una delegación enviada por el expresidente Donald Trump, compuesta por Kushner y Witkoff, viajó a Moscú para presentar personalmente al presidente Vladímir Putin los resultados de los contactos previos con Kiev.
Sin embargo, fuentes diplomáticas confirmaron que Putin rechazó ceder sus ambiciones territoriales en Ucrania, postura que mantiene como condición no negociable pese a los llamados de Estados Unidos a una salida pacífica al conflicto.
En noviembre, Estados Unidos propuso un borrador de plan de paz que incluía algunas de las exigencias del Kremlin: reducción del Ejército ucraniano, retiro de tropas del Donbás y renuncia formal a ingresar en la OTAN. Estas condiciones fueron luego descartadas por Ucrania en una reunión posterior en Ginebra.
Ucrania presentó una versión revisada del plan, eliminando los puntos que consideraba inaceptables. No obstante, Rusia ha rechazado el documento actualizado como base para iniciar conversaciones directas, según confirmaron fuentes cercanas al proceso.
Hasta el momento, el Kremlin no ha ofrecido señales de apertura para modificar su postura militar o diplomática, lo que mantiene bloqueada cualquier posibilidad inmediata de negociación formal entre las partes.
