La Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) aprobó el pasado 16 de mayo el primer análisis de sangre para detectar el alzhéimer en pacientes con problemas de memoria.
Se trata del test Lumipulse G, un avance que promete revolucionar el diagnóstico de esta enfermedad neurodegenerativa.
Hasta ahora, identificar el alzhéimer requería métodos invasivos o costosos, como la tomografía por emisión de positrones (PET) o la punción lumbar.
Pero con esta nueva prueba, solo se necesita una muestra de sangre para obtener resultados confiables, lo que la convierte en una herramienta accesible para centros de salud que no cuentan con equipos especializados.
¿Cómo funciona el test Lumipulse G?
Este análisis mide la relación entre dos proteínas clave asociadas con el daño cerebral en el alzhéimer: p-Tau217 y Aβ42, indicadores que permiten detectar la acumulación de placas amiloides en el cerebro, principal característica de la enfermedad.
El índice p-Tau217/Aβ42 ha mostrado una precisión diagnóstica del 92 %, incluso en fases muy tempranas, según estudios científicos realizados desde 2020.
Esta combinación de biomarcadores no solo facilita la detección precoz, sino que también puede usarse para evaluar el efecto de tratamientos y cambios en el estilo de vida, como el ejercicio físico regular, lo cual abre nuevas posibilidades en el campo de la prevención personalizada del alzhéimer.
¿A quiénes está dirigido este test?
Por el momento, el Lumipulse G está indicado únicamente para pacientes con síntomas de deterioro cognitivo leve o pérdida de memoria.
Se recomienda su uso en personas mayores de 55 años con antecedentes familiares, factores genéticos de riesgo como el alelo APOE4, o que presentan señales clínicas compatibles con la enfermedad.
Los resultados del test deben analizarse junto con otros datos clínicos y, en todo caso, la decisión de someterse a la prueba debe ser voluntaria.
Conocer el riesgo futuro de desarrollar alzhéimer puede ser útil para algunos, pero no todos desean confirmarlo antes de la aparición de síntomas.
Un hito en la prevención del alzhéimer
El gran potencial de este avance no termina en el diagnóstico.
Al integrar los resultados del test con inteligencia artificial, historial médico y estilo de vida, se podrán generar perfiles de riesgo personalizados, facilitando la intervención anticipada.
Además, están en desarrollo nuevos fármacos que podrían aplicarse a pacientes que aún no muestran síntomas, pero que ya presentan alteraciones en sus biomarcadores.
Por años, el alzhéimer se diagnosticaba cuando el daño ya era considerable y los tratamientos tenían poco impacto.
Hoy, con el uso del ratio p-Tau217/Aβ42, se abre la puerta a una medicina preventiva que antes parecía imposible.
Este biomarcador podría convertirse en el equivalente al colesterol en la lucha contra las enfermedades cardiovasculares: una señal de alerta temprana para actuar a tiempo.
La comunidad médica espera que esta prueba esté disponible pronto en Europa y América Latina, incluyendo países como El Salvador, donde la detección temprana podría cambiar miles de vidas.
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