Arsenal golea 3-0 al Real Madrid y lo deja con un pie fuera de la Champions

Du00edas y du00edas escuchando que el balu00f3n parado era clave en la eliminatoria y el Real Madrid comprobu00f3 de primera mano por quu00e9 habu00eda tanto ruido con ello. Declan Rice, con los dos primeros goles de su carrera deportiva de falta directa, y Mikel Merino, con un trallazo, tumbaron al equipo blanco y situaron al campeón de Europa con pie y medio fuera de las semifinales.

Haru00e1 falta un milagro, el enu00e9simo y quizu00e1s el mu00e1s grande, para que el Real Madrid se clasifique para la siguiente ronda.

En una segunda parte de acierto total y de u00e9xtasis en Londres, los u0027Gunnersu0027 consiguieron el premio que llevan buscando au00f1os, sentirse grandes en Europa, su gran debe y espina histu00f3rica.

Comenzaron sacando un tifo de Thierry Henry, autor del gol en la u00fanica eliminatoria en la historia de la u0027Championsu0027 entre estos dos equipos, y terminaron bailando al Real Madrid de Carlo Ancelotti, hundido y derribado de una forma que no se vivu00eda desde que el City le clavara cuatro hace dos au00f1os en el Etihad Stadium.

Pero esta vez fue mu00e1s doloroso. No fue un City camino del triplete el que le goleu00f3, fue un Arsenal sin varios de sus mejores jugadores, sin un tu00edtulo en casi cinco au00f1os y sin la experiencia de los madridistas en estas instancias.

El Arsenal, pese a las bajas en su mochila, tuvo mu00e1s ilusiones, mu00e1s ganas de una noche como estas, ante un Real Madrid complaciente y confiado en que, de alguna forma, la moneda cau00ería de su lado. Se conformu00f3 con salir a empatar, con esperar que en una contra se solucionara por la calidad individual de sus jugadores y se llevu00f3 tres bofetadas en la segunda parte.

La historia puedo ser distinta si Kylian Mbappu00e9 hubiera marcado el mano a mano que le negu00f3 David Raya en la primera mitad, pero el Real Madrid, como tantas veces esta temporada, erru00f3 su punteru00eda y, como le ha ocurrido, por ejemplo, ante el Barcelona, lo pagu00f3.

Nicolas Jover, el conocidu00edsimo estratega del Arsenal, le indicu00f3 a Rice, un hombre con cero goles de falta directa en mu00e1s de 300 partidos en su carrera deportiva, que aprovechara la parte exterior de la barrera del Real Madrid, muy mal colocada por Courtois. Con una rosca preciosa, el inglu00e9s superu00f3 a los cuatro hombres del muro madridista y la pelota se aleju00f3 del portero belga.

Era el primer gol de falta del Arsenal en su historia en las eliminatorias de Liga de Campeones. Vaya momento. Y vaya momento para que llegara el segundo. Doce minutos despu00f3s y otra vez con Rice como protagonista, el Arsenal le asestu00f3 el segundo golpe.

Esa vez no pudo haber quejas de la barrera, Rice puso el balu00f3n en toda la escuadra. Un gol imparable, digno del mejor Juninho Pernambucano. Una barbaridad que hizo que la espera de todo el Arsenal para volver a saborear un momento de estos hubiera merecido la pena.

Pese a que Courtois, Alaba y Bellingham, sobre la lu00ednea de gol, habu00edan evitado que el incendio fuera mayor, el Real Madrid se habu00eda desdibujado, como si fuera una presa a punto de destruirse y a la que los zarpazos de Rice le habu00edan acabado por destrozar las grietas.

El 3-0, un disparo milimu00e9trico de Merino repleto de calidad, fue la confirmaciu00f3n de que el Real Madrid estu00e1 mal. Sea en Liga contra el Valencia o en u0027Championsu0027 contra el Arsenal. No es cuestiu00f3n de motivaciu00f3n, el equipo blanco estu00e1 cau00eddo y el Arsenal hizo sangre para conseguir su mejor noche europea en muchos, muchos au00f1os.

Ahora el Real Madrid se agarra a un Bernabu00e9u enfadado y a un milagro que, como tantas otras veces, parece imposible. Y alguna vez tiene que ser imposible de verdad.

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *