Un tribunal de París llevará a juicio este miércoles a siete personas acusadas de acosar en redes sociales a Thomas Jolly, director de las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París 2024.
Acusaciones por amenazas e insultos agravados
Entre los procesados se encuentran seis hombres y una mujer, con edades comprendidas entre los 22 y los 79 años. Se les imputan cargos por «amenazas de muerte reiteradas, ciberacoso e injurias agravadas por motivos de orientación sexual o por la pertenencia real o supuesta a una religión.»
Jolly, de 43 años, presentó una denuncia el 31 de julio, pocos días después de la ceremonia de apertura, argumentando que había sido blanco de amenazas y ataques en redes sociales de carácter homófobo y antisemita, según informó la fiscalía.
Las investigaciones llevaron a la detención de siete sospechosos en octubre en distintas zonas de la región parisina y del sur de Francia.
Perfiles preocupantes entre los detenidos
Según fuentes cercanas al caso, algunos de los acusados presentan antecedentes inquietantes. Uno de ellos fue descrito como un «profesional del odio», lo que ha generado aún más preocupación en torno a la naturaleza de los ataques.
Si bien la ceremonia de apertura fue ampliamente aplaudida dentro y fuera de Francia, una de sus escenas, titulada «Festividad», desató controversia en sectores conservadores y de extrema derecha.
La imagen de un grupo de personas sentadas alrededor de una mesa, entre ellas varias drag queens, fue interpretada por algunos como una burla de la Última Cena de Jesús con sus apóstoles.
Críticas internacionales y respuesta de Jolly
Figuras como el expresidente estadounidense Donald Trump calificaron la escena de «vergüenza», mientras que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, instó al papa Francisco a «alzar la voz» contra lo que consideró una «propaganda perversa.»
Jolly negó cualquier intención de generar polémica y explicó que la escena representaba una «gran fiesta pagana conectada con los dioses del Olimpo.»
Sin embargo, los mensajes de odio en su contra se multiplicaron en redes sociales. «El hecho de que uno pueda ser objeto de tanto odio, insultos, amenazas e intimidaciones me desestabilizó, en el sentido de que lo que quería transmitir esa noche eran mensajes de unidad», declaró el director de ceremonias en septiembre a la AFP.
El juicio buscará esclarecer los hechos y determinar la responsabilidad de los acusados en la campaña de acoso digital.
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