El Union Saint-Gilloise irrumpió en la Champions League con una actuación memorable, al imponerse 1-3 al PSV Eindhoven en Países Bajos. El campeón belga marcó diferencias desde el inicio, resistió el empuje local en la segunda parte y cerró un triunfo histórico en su estreno europeo.
El choque comenzó agitado para los neerlandeses. Ricardo Pepi cometió un penalti claro sobre Burgess que Promise David transformó en el minuto 9 con un disparo centrado y efectivo. El PSV reaccionó con llegadas peligrosas, incluido un remate al travesaño, pero los visitantes golpearon de nuevo antes del descanso.
Ait El Hadj amplió la ventaja en el minuto 39 con una gran acción individual tras una recuperación de Kevin Mac Allister, dejando en evidencia a la defensa local. Con el 0-2, el PSV se lanzó al ataque, pero se topó con la firmeza del Union, que aguantó los momentos más difíciles del partido.
En el minuto 80, el argentino Mac Allister apareció para poner el 0-3 con un remate certero que sellaba la victoria. Aunque Van Bommel descontó poco después, el 1-3 definitivo consagró un estreno inolvidable para los belgas.
El resultado no solo representa la primera victoria de la historia del Union Saint-Gilloise en Champions, sino que también supone un duro golpe para el PSV, que dejó escapar una oportunidad clave en la apertura de la fase de grupos.