El cambio climático amenaza con provocar interrupciones más frecuentes y severas en el Canal de Panamá, una vía estratégica para el comercio mundial, según reveló una investigación científica publicada esta semana en Geophysical Research Letters.
El estudio, liderado por el profesor Samuel Muñoz, de la Universidad de Northwestern, advierte que si no se adoptan medidas efectivas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero o adaptarse a condiciones más secas, el canal sufrirá consecuencias directas por la disminución de agua en sus embalses.
“El canal es vulnerable a la sequía. Esta vulnerabilidad aumenta con el cambio climático”, afirmó Muñoz, quien subrayó que los modelos climáticos proyectan un incremento en la frecuencia e intensidad de las sequías conforme se calienta el planeta.
Reducción de lluvias y mayor evaporación
La investigación utilizó simulaciones climáticas de alta resolución para proyectar los niveles futuros del lago Gatún, principal fuente de agua del canal. Los resultados indican que, en escenarios de emisiones moderadas y altas, los niveles bajos de agua se volverán más comunes, mientras que en contextos de bajas emisiones, el impacto sería menor.
“La lluvia disminuye y la evaporación aumenta, lo que complica gravemente el funcionamiento del canal”, explicó el experto en ciencias marinas y ambientales. Muñoz señaló que cada tránsito de barco requiere una gran cantidad de agua dulce para accionar las esclusas que permiten cruzar los 80 kilómetros de longitud del canal.
Impacto en la logística global
Las recientes sequías, especialmente las registradas entre 2023 y 2024, obligaron a las autoridades panameñas a reducir tanto el número como el peso de los barcos autorizados a cruzar el canal, afectando la eficiencia del tránsito. Actualmente, un promedio de 14,000 embarcaciones utiliza esta vía anualmente, incluyendo el 40 % de los portacontenedores que operan para Estados Unidos.
El estudio de Muñoz se basa en 27 modelos climáticos y escenarios de mitigación hasta finales del siglo XXI. La conclusión es clara: cuanto menos se reduzcan las emisiones, más se deteriorarán las condiciones hídricas en la región.
Medidas de adaptación en marcha
Ante este panorama, las autoridades del canal ya trabajan en estrategias de adaptación, entre ellas la construcción de un nuevo embalse que complemente al lago Gatún, así como una mejor gestión del agua para garantizar su uso eficiente en navegación, generación eléctrica y suministro de agua potable para Ciudad de Panamá.
“Si no vamos a mitigar las emisiones, se necesitan importantes medidas de adaptación para mantenerlo en funcionamiento”, advirtió Muñoz, quien además destacó que la incertidumbre climática persiste por fenómenos como El Niño-Oscilación del Sur, que afectan la región de manera impredecible.
A pesar de esta incertidumbre, Panamá avanza en inversiones estratégicas para asegurar la operatividad del canal. “La gestión inteligente y la mitigación serán clave para mantener los barcos en movimiento”, concluyó.