El astrobiólogo español Juan Pérez Mercader, investigador principal de la Iniciativa sobre el Origen de la Vida en la Universidad de Harvard, logró un avance sin precedentes: la creación de vida artificial desde cero. Se trata de sistemas completamente sintéticos que imitan las funciones vitales de organismos naturales sin utilizar componentes biológicos.
El hallazgo, publicado este lunes en la revista científica *Proceedings of the National Academy of Sciences* (PNAS), representa un hito en la biología sintética y en el desarrollo de nuevos materiales, al demostrar que es posible generar vida artificial sin recurrir a la bioquímica convencional.
“Hemos demostrado cómo se pueden generar sistemas totalmente sintéticos en un medio acuoso, cuyas moléculas de partida no tienen relación con las de la vida natural, pero que al activarse con luz crean nuevas moléculas que se autoensamblan formando estructuras vivas”, explicó Pérez Mercader en una entrevista con la agencia EFE.
Vida sin bioquímica
A partir de un conjunto de entre siete y ocho moléculas simples disueltas en agua, el equipo logró emular las principales funciones de un organismo: metabolizar, reproducirse, gestionar información y evolucionar. El proceso inicia cuando estas moléculas son activadas mediante luz, generando reacciones químicas que derivan en estructuras celulares semiporosas.
Estas estructuras, similares a células primitivas, se degradan con la luz, liberan esporas, y dan paso a una nueva generación de moléculas. El ciclo se repite hasta formar una tercera generación, manteniendo el patrón de reproducción desde una base completamente artificial.
“Con luz y nutrientes del medio, logramos que estos sistemas simples se reproduzcan por esporas y reinicien el ciclo vital, como ocurre en la naturaleza”, señaló el investigador.
Evolución sin ADN
Otro de los grandes avances descritos en la investigación es que este sistema artificial es el primero que incorpora una característica clave de la evolución darwiniana: la variación heredable. A pesar de no tener ADN, estas células sintéticas pueden generar cambios entre generaciones que se mantienen en el tiempo.
“Descubrimos que no es necesaria la bioquímica para que los sistemas evolucionen. Si el entorno cambia, también lo hacen ellos, y se adaptan”, afirmó Pérez Mercader.
El científico andaluz, nacido en 1947 en Alcalá de Guadaíra (Sevilla), fue fundador del Centro de Astrobiología en España y desde 2010 lidera un grupo de investigación en Harvard centrado en entender cómo pudo originarse la vida sin componentes orgánicos, tanto en la Tierra primitiva como en otros planetas del sistema solar o del universo.
Implicaciones futuras
El avance no solo profundiza en las posibles rutas hacia el origen de la vida, sino que podría tener amplias aplicaciones en tecnología, biomedicina, nanotecnología y exploración espacial, al permitir el desarrollo de sistemas artificiales que imiten procesos vivos sin usar vida natural.
La creación de vida desde cero marca un antes y un después en la investigación científica, y coloca a la ciencia española a la vanguardia de la biología sintética a nivel mundial.
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