La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió este jueves que el sistema sanitario en la Franja de Gaza está «al borde del colapso», ante la intensificación de los ataques por parte del Ejército de Israel, y la creciente escasez de alimentos, agua, medicamentos, combustible y refugio.
Según los datos difundidos por la OMS, al menos el 94 % de los hospitales del enclave palestino presentan daños o han sido destruidos. De los 36 centros hospitalarios que había antes del conflicto, solo 19 continúan operando, y únicamente de forma parcial. En la última semana, cuatro hospitales clave cerraron debido a bombardeos cercanos o por órdenes de evacuación.
El organismo internacional alertó que el norte del territorio ha quedado «prácticamente desprovisto de toda atención médica», mientras que los pocos hospitales que siguen abiertos en el sur están colapsados y podrían cerrar en cualquier momento debido a la presión y la inseguridad.
Actualmente, solo hay disponibles 2,000 camas hospitalarias para una población que supera los 2 millones de habitantes, una cantidad que la OMS calificó de «extremadamente insuficiente» para cubrir las necesidades médicas. Además, 40 camas están ubicadas en hospitales dentro de zonas de evacuación y podrían perderse, mientras que otras 850 se encuentran en riesgo si las condiciones empeoran.
«La destrucción es sistemática. Se rehabilitan y reabastecen hospitales, solo para quedar expuestos a hostilidades o ser atacados de nuevo. Este ciclo destructivo debe terminar», denunció la OMS en su comunicado. También recalcó que «los centros sanitarios nunca deben ser militarizados» y reiteró que «no son un objetivo».
La organización concluyó que cada cierre hospitalario representa una pérdida crítica para la población gazatí y un revés para los esfuerzos humanitarios por preservar lo que queda del sistema de salud.
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