La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, descartó este viernes que exista algún acuerdo con el gobierno de Donald Trump relacionado con el reforzamiento de la seguridad en la frontera sur de Estados Unidos, luego de que Washington decidiera declarar como área de defensa nacional una franja territorial limítrofe.
“Nosotros no vamos a hacer un acuerdo de ese tipo. Ellos tienen derecho a hacer en su país lo que determinen. Nosotros también tenemos derecho a decir que no estamos de acuerdo”, dijo la mandataria en su habitual conferencia matutina.
Sheinbaum reaccionó así a la decisión del Pentágono, que este mes estableció una nueva zona militarizada a lo largo de más de 100 kilómetros en la frontera con México, incorporándola a la base de Fort Bliss, cerca de El Paso, Texas.
Un día antes, la embajada de EE.UU. en Ciudad de México advirtió a los migrantes que ingresar sin autorización a estos territorios podría conllevar “multa, arresto, enjuiciamiento y encarcelamiento”.
En ese contexto, la presidenta reiteró su desacuerdo con el enfoque militarista y señaló que la migración debe tratarse desde una perspectiva social. “Nosotros creemos que la orientación debe ser distinta y lo planteamos siempre, pero de ninguna manera nosotros, imagínense, vamos a acordar una cosa así”, afirmó.
La medida estadounidense se suma al creciente protagonismo del Pentágono en los asuntos migratorios del país vecino. Desde la llegada de Trump a la Casa Blanca, las detenciones en la frontera han disminuido significativamente, pasando de 124,000 en diciembre a menos de 30,000 en febrero.
Durante su gestión, Trump ha promovido un enfoque duro en política migratoria, militarizando la frontera, ejecutando redadas, revocando beneficios y solicitando el despliegue de 10,000 efectivos de la Guardia Nacional mexicana para contener el flujo migratorio y de drogas.
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