La joven Maricela Hernández Rivas, de 29 años y origen salvadoreño, perdió la vida la mañana de este martes tras ser arrollada por una motocicleta en un trágico accidente ocurrido en las cercanías de la Universidad Bocconi, en Milán, al norte de Italia.
El siniestro ocurrió alrededor de las 8:15 a.m., cuando Hernández intentaba cruzar la vía, aparentemente fuera del paso peatonal y a pocos metros de una parada de autobús de la línea 90-91. En ese momento, un joven de 28 años que circulaba en una Ducati Hypermotard por viale Tibaldi, no logró evitar el impacto pese a frenar de forma repentina, según medios de Milán, la ciudad italiana con la comunidad más grande de salvadoreños en Europa.
Según una reconstrucción preliminar difundida por las autoridades, la mujer fue embestida con tal fuerza que fue lanzada varios metros hasta impactar contra una cabina eléctrica ubicada en la acera. Testigos describieron una escena dramática marcada por el sonido de las sirenas y la rápida llegada de los equipos de emergencia.
La central de emergencias AREU envió al lugar dos ambulancias y una unidad médica en código rojo. Hernández fue hallada en paro cardiaco y sin signos vitales, por lo que fue trasladada al hospital Niguarda con maniobras de reanimación en curso. Pese a los esfuerzos de los médicos, fue declarada muerta a las 9:53 a.m..
El conductor de la motocicleta también sufrió lesiones y fue trasladado en código amarillo al hospital Policlinico, donde permanece ingresado con traumatismos que no comprometen su vida.
La Policía Local de Milán está a cargo de la investigación. Aún se desconoce si alguno de los involucrados tenía el semáforo en verde y si Hernández cruzaba dentro del paso autorizado. Las autoridades esperan esclarecer la secuencia exacta del incidente mediante el análisis de imágenes captadas por cámaras de seguridad de la zona.
El Ministerio Público de Milán ordenó el secuestro de la motocicleta como parte del proceso judicial, mientras que los restos de Maricela Hernández permanecen bajo custodia forense.
Hernández, de nacionalidad salvadoreña y con residencia en Milán junto a su pareja, había emigrado en busca de mejores oportunidades. Su muerte ha causado profunda conmoción entre la comunidad latinoamericana en Italia, que ahora exige justicia y medidas para mejorar la seguridad peatonal en zonas transitadas de la ciudad.
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