Las
transformaciones en marcha en Oriente Medio podrían representar la última oportunidad para alcanzar una solución de dos Estados, advirtió este martes Sigrid Kaag, enviada de la ONU para el proceso de paz en la región. En una sesión del Consejo de Seguridad, la diplomática alertó sobre el peligro que representan los llamados a la anexión de Cisjordania ocupada y el continuo avance de los asentamientos israelíes.
Kaag destacó que la región está atravesando una fase de cambios acelerados cuyo impacto aún es incierto, pero que puede convertirse en «una oportunidad histórica». Sin embargo, advirtió que este momento también podría significar el fin de la posibilidad de establecer un Estado palestino viable e independiente.
La enviada de la ONU expresó su preocupación por la expansión de asentamientos en Cisjordania y las operaciones militares israelíes en el territorio ocupado. «Los llamamientos a la anexión representan una amenaza existencial para la solución de dos Estados», subrayó.
Asimismo, instó a evitar un nuevo estallido de violencia en Gaza, donde desde el 19 de enero se mantiene un frágil alto el fuego entre Israel y Hamás. En ese sentido, exhortó a las partes a avanzar en la segunda fase del acuerdo de tregua en curso.
Kaag insistió en que cualquier solución al conflicto debe ser política e incluyente. Además, enfatizó que Gaza «debe seguir siendo parte integral de un futuro Estado palestino», en conjunto con Cisjordania y Jerusalén Este.
La diplomática rechazó la posibilidad de desplazamientos forzosos de palestinos y subrayó la urgencia de permitirles reconstruir sus vidas y el futuro de Gaza. Según un cálculo preliminar de la ONU, el Banco Mundial y la Unión Europea, los daños en la Franja de Gaza tras la ofensiva israelí ascenderían a $53,000 millones.
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