Al menos un joven de 19 años murió y otras 48 personas resultaron heridas este martes durante un caótico reparto de ayuda humanitaria en el sur de Gaza, según confirmó este miércoles el Ministerio de Sanidad de la Franja.
El incidente ocurrió en un centro de distribución administrado por la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF), una organización respaldada por Estados Unidos y conformada por exmilitares, empresas privadas de seguridad y operadores humanitarios.
La GHF informó que en horas de la tarde “el volumen de personas en el punto de distribución era tal que el equipo tuvo que retirarse para evitar mayores riesgos”. Por su parte, el Ejército de Israel admitió haber realizado disparos de advertencia “fuera del complejo” con el fin de dispersar a la multitud.
El jefe de la Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas en los Territorios Palestinos, Ajith Sunghay, confirmó 47 heridos y advirtió sobre los riesgos de entregar alimentos en zonas densamente pobladas sin medidas de seguridad adecuadas. “Lo ocurrido el martes es un claro ejemplo del peligro de distribuir ayuda bajo las condiciones actuales”, afirmó.
La distribución estuvo a cargo de la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF), iniciativa impulsada por Estados Unidos sin coordinación con Naciones Unidas, la cual ha rechazado colaborar con esta entidad alegando falta de neutralidad, riesgo de desplazamientos forzados y limitado alcance en medio de una grave crisis humanitaria.
El secretario general de la ONU, António Guterres, calificó de “desgarradoras” las imágenes del reparto. Su portavoz, Stéphane Dujarric, reiteró que la ONU no está involucrada con esta operación. “Para nosotros, la ayuda humanitaria debe ser distribuida bajo principios de independencia, imparcialidad y seguridad”, sostuvo.
Dujarric también destacó que el sistema propuesto por GHF “no se alinea con los estándares humanitarios aplicados desde Gaza hasta Sudán o Birmania”. La fundación fue criticada por operar en áreas sin alto al fuego y por dejar fuera a segmentos vulnerables de la población como mujeres y niños.
Controversias y acusaciones cruzadas
El pasado domingo, Jake Wood, director de la GHF y fundador de Team Rubicon, presentó su renuncia. En un comunicado enviado a varios medios, advirtió que la organización no puede seguir operando bajo los principios humanitarios universales de humanidad, neutralidad e independencia.
En tanto, GHF denunció este miércoles que Hamás bloqueó el acceso a los puntos de entrega, lo que habría causado demoras. No obstante, el gobierno de Hamás en Gaza negó estas afirmaciones, calificándolas como “una invención total”.
El Ejército de Israel, además de confirmar los disparos de advertencia, negó que sus fuerzas hayan disparado desde helicópteros contra la población civil, como se difundió en algunos medios durante la tarde del martes.
El incidente agrava aún más la tensión humanitaria en la Franja de Gaza, donde la entrada de ayuda lleva casi tres meses bloqueada por Israel, y miles de familias dependen de estas entregas en condiciones críticas.
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