El Divino Salvador del Mundo resplandece en su Transfiguración

La tradicional “Bajada” del Divino Salvador del Mundo fue el acto central de las fiestas patronales de San Salvador. La imagen salió en procesión desde la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús hacia la Catedral Metropolitana, alrededor de las 5:00 p. m., acompañada por cientos de feligreses. Aunque una ligera tormenta sorprendió a los asistentes, estos continuaron el recorrido protegidos con sombrillas y capas, sin dejar de mostrar su devoción.

Durante el trayecto, los fieles captaron con entusiasmo el cambio de vestuario del «Colocho», como se le conoce cariñosamente a la imagen. La actividad concluyó con un espectáculo de fuegos artificiales que acompañó el momento más simbólico: la representación de la Transfiguración de Jesús en el Monte Tabor, evento al que la iglesia esperaba la asistencia de unas 2,000 personas.

En el acto cumbre, la imagen del Divino Salvador del Mundo fue transfigurada, dejando atrás su túnica roja para vestir un blanco puro y resplandeciente. El cambio, cargado de simbolismo, representó la gloria y divinidad de Jesús ante los ojos de una multitud conmovida. Bajo un cielo iluminado por luces pirotécnicas, la escena se convirtió en una poderosa postal de fe, esperanza y unidad del pueblo salvadoreño