El abogado colombiano Abelardo de la Espriella oficializó su aspiración a la Presidencia en 2026, respaldado por el movimiento Defensores de la Patria y con el apoyo del partido Movimiento de Salvación Nacional.
Con 47 años y sin trayectoria política, De la Espriella entregó esta semana 4.7 millones de firmas ante la Registraduría Nacional de Colombia para validar su candidatura. El penalista, conocido como “El Tigre” por sus seguidores, encabeza las preferencias dentro de la derecha colombiana según una encuesta reciente, donde alcanzó un 18.2 % de intención de voto, solo superado por el izquierdista Iván Cepeda con 31.9 %.
“Tengo perfectamente claro que tengo el fervor del pueblo colombiano que me impulsa a seguir adelante para hacer lo que corresponde y direccionar el destino de esta patria que se merece estar en un sitial de grandeza”, manifestó el candidato.
De la Espriella plantea su campaña como una cruzada contra el proyecto de izquierda del presidente Gustavo Petro y de su posible sucesor, Iván Cepeda. Asegura que dejará su vida empresarial “idílica” para “construir una Colombia libre de tiranos, de odios, de divisiones y de esas fantasías ideológicas que tanto dolor causan”.
Inspirado en el modelo de seguridad del presidente salvadoreño Nayib Bukele, con quien comparte similitudes ideológicas y de imagen, promete aplicar “mano de hierro” contra el crimen, la corrupción y la impunidad, al tiempo que promete proteger a los “colombianos buenos y trabajadores”.
Abelardo de la Espriella ha construido una imagen pública poderosa como abogado mediático. Defendió a personajes como Álex Saab y David Murcia Guzmán, pero también llevó casos de alto impacto social, como el de Rosa Elvira Cely y Natalia Ponce de León, por los cuales logró condenas ejemplares y la creación de nuevas leyes.
Fuera de los tribunales, ha capitalizado su fama con una marca personal que incluye una línea de ropa, vinos, ron y sombreros, todos bajo su sello “De la Espriella Style”. Además, ha grabado dos discos como tenor, con clásicos italianos y canciones internacionales, reafirmando su pasión por Italia, país del que también es ciudadano junto a Estados Unidos.
Casado y padre de cuatro hijos, reparte su vida entre Florencia y Miami, mientras se prepara para una campaña electoral que podría convertirlo en el nuevo rostro de la derecha radical colombiana.
