El 65.1 % de las exportaciones de la industria maquila se dirige hacia Estados Unidos, cuyos despachos han retrocedido a niveles de 1994. Esta fuerte contracción podría revertirse si Washington elimina el arancel base del 10 % como parte de un nuevo acuerdo comercial.
El Banco Central de Reserva (BCR) reporta que las exportaciones de maquila sumaron $609.5 millones entre enero y septiembre de 2025, un rubro que abarca los despachos de prendas y complementos de vestir de punto y no punto, textiles, artículos confeccionados, condensadores eléctricos, productos plásticos o mochilas.
Según la institución, las exportaciones de maquila a Estados Unidos sumaron $396.9 millones, el principal destino dentro de un mapa de 40 países a los que se despachan estos productos.
Esta industria sería una de las beneficiadas de un nuevo acuerdo que negocian los gobiernos de El Salvador y Estados Unidos para eliminar el arancel base del 10 % que Washington impuso en abril de 2025.
El marco del acuerdo publicado por la Casa Blanca señala que se eliminará el arancel para ciertas exportaciones que no pueden cultivarse, extraerse o producirse naturalmente en EE. UU. en cantidades suficientes. A cambio, El Salvador debe simplificar los requisitos y eliminar barreras para las mercaderías estadounidenses, como agrícolas o farmacéuticas.
Para Silvia Cuéllar, presidenta de la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport), aún falta conocer la parte técnica del acuerdo negociado, pero consideró que el anuncio es positivo para la industria salvadoreña porque “exportamos varios productos no producidos en Estados Unidos, por tanto, creemos que van a salir beneficiados”.
Caen las exportaciones
La industria textil pasa por un mal momento, pues acumula una caída de un 9.3 % a septiembre, al menos $62.3 millones menos que los $671.8 millones registrados en igual período de 2024.
De acuerdo con el BCR, las exportaciones de maquila han caído a su peor cifra desde 1995, cuando en igual período sumaron $646.6 millones.
En el caso de las exportaciones a EE. UU., el BCR indica que se han reducido en $207.8 millones en comparación con los $604.7 millones reportados en 2024, equivalente a una contracción de 34.3 %. Los despachos de 2025 son los más bajos desde 1994, el primer año disponible en la base de datos del Banco Central.
Las exportaciones textiles vienen de un ciclo de caídas desde la pandemia de covid-19, ya que, tras el cierre de la economía mundial, los compradores adquirieron materias para mantener reservas, por lo cual hubo en los siguientes ejercicios una menor demanda. Luego hubo un episodio de alta inflación, que golpeó la capacidad de compra, y este año se sumó la guerra arancelaria.
EE. UU. impuso el 2 de abril un arancel del 10 % a 90 países y tasas diferenciadas a otros países. En medio de la tensión y la reacción del mercado, la Administración de Trump concedió una prórroga, pero solo aplicaba para los territorios que tenían una tasa mayor al 10 %, por lo cual la nueva tasa se comenzó a pagar el 9 de abril.
Este arancel se cobra sobre las tarifas establecidas con el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (CAFTA), vigente desde 2006 y que establecía una degradación arancelaria gradual a cero en 2025. Según los empresarios, si no estuviera el CAFTA, los aranceles de exportación serían más altos y la tasa del 10 % es base, pues EE. UU. también tiene impuestos específicos más altos para materiales como hierro.
