El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, sostendrán este lunes una reunión clave en la Casa Blanca antes de abrir el diálogo a un grupo de líderes europeos que viajan a Washington para respaldar a Ucrania en el marco del conflicto con Rusia.
Según adelantó CNN, la jornada diplomática estará dividida en dos fases: primero, Trump y Zelenski se reunirán con sus respectivas delegaciones de forma bilateral, y posteriormente se sumarán a un encuentro ampliado con los aliados europeos, seguido de un posible almuerzo conjunto.
Entre los asistentes estarán la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el secretario general de la OTAN, Mark Rutte; el presidente de Francia, Emmanuel Macron; el mandatario de Finlandia, Alexander Stubb; y los jefes de Gobierno de Alemania, Friedrich Merz; Reino Unido, Keir Starmer; e Italia, Giorgia Meloni.
Los temas centrales de la reunión incluyen las demandas territoriales de Rusia, las garantías de seguridad para Ucrania y el papel de Estados Unidos en la búsqueda de un posible acuerdo de paz.
Reacciones en EE.UU. y contraste con la cumbre Trump-Putin en Alaska
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, negó que la presencia de los líderes europeos tenga como fin “proteger” a Zelenski de una supuesta presión de Trump.
“Es una narrativa mediática estúpida. Los europeos vienen porque han estado involucrados durante semanas en las conversaciones por la paz”, dijo Rubio en una entrevista con Face the Nation (CBS).
El funcionario también defendió la política exterior de Trump al señalar que ya se han celebrado varias reuniones con Zelenski, y minimizó las críticas sobre el contraste entre la alfombra roja con Vladímir Putin en Alaska y la más tensa visita de Zelenski a Washington en febrero.
Rubio reconoció que en la reciente cumbre Trump-Putin se dieron “progresos” que justifican un nuevo encuentro con Zelenski y los líderes europeos, aunque advirtió que aún no hay un acuerdo de paz inmediato.
Además, subrayó que Estados Unidos podría imponer nuevas sanciones a Rusia si la guerra continúa con miles de muertes, pero alertó que esa decisión podría cerrar el canal de negociación.
“Ambas partes tendrán que renunciar a algo para llegar a la mesa. Esa es la realidad”, concluyó.

