El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este domingo la suspensión inmediata de toda la ayuda estadounidense a Colombia, luego de acusar al presidente Gustavo Petro de ser un «líder del narcotráfico» y de permitir que la producción de drogas en su país se convierta en “el mayor negocio” nacional.
En un mensaje publicado en su red social Truth Social, Trump afirmó que Colombia ha fracasado en la lucha contra el narcotráfico y denunció que el dinero estadounidense «se ha convertido en una estafa a largo plazo».
“A partir de hoy, suspendemos cualquier forma de ayuda, subsidio o pago a Colombia. Petro no hace nada para detener la producción masiva de drogas”, declaró Trump.
Además, el republicano amenazó con una intervención directa si el Gobierno colombiano no actúa de inmediato para eliminar las zonas de cultivo y producción de drogas. «Si Petro no cierra los campos de exterminio, Estados Unidos lo hará por él. Y no será bonito», advirtió.
La tensión se disparó solo horas antes, cuando el presidente colombiano acusó a Estados Unidos de “asesinato” y violación de la soberanía nacional por un operativo antidrogas en el Caribe que terminó con la muerte del pescador colombiano Alejandro Carranza.
“Funcionarios del Gobierno de EEUU han cometido un asesinato y violado nuestra soberanía en aguas territoriales. Carranza era un pescador sin vínculos con el narcotráfico”, publicó Petro en su cuenta de X(antes Twitter).
El incidente, ocurrido el jueves durante un ataque estadounidense a una embarcación presuntamente «narcoterrorista», ha sido puesto en duda por el Gobierno colombiano, que exige a Washington explicaciones formales.
Una ruptura histórica en la lucha antidrogas
La relación bilateral entre Colombia y EE.UU., clave en la estrategia global contra el narcotráfico desde hace más de 40 años, atraviesa así uno de sus momentos más críticos. Colombia ha sido históricamente el mayor receptor de ayuda antidrogas estadounidense en América Latina, con miles de millones invertidos en inteligencia, equipamiento y entrenamiento militar.
El quiebre se produce tras reiteradas advertencias de la Administración Trump, que en septiembre ya había acusado a Bogotá de «fracasar» en sus obligaciones contra el narcotráfico, aunque en aquel momento se mantenía el flujo de cooperación.
