El presidente de la Asociación de Colegios Privados de El Salvador, Javier Hernández, aseguró el martes que los jóvenes que acumulen 15 deméritos de sanciones deben ser considerados “estudiantes rebeldes” y no tienen por qué ser tolerados en los centros educativos.
“Para llegar a 15 deméritos un estudiante, quiere decir que es un estudiante totalmente rebelde y ha heredado esa conducta de sus líderes del hogar: papá, mamá, tío, tía, abuelo, abuela, porque lo han tolerado. Pero no estamos obligados en el centro educativo a aguantarle su rebeldía”, afirmó Hernández en la entrevista de Diana Verónica y Tony.
El dirigente de los Colegios Privados hizo ese comentario en relación al reglamento anunciado por la ministra de Educación, Karla Trigueros, y que entrará en vigencia a partir del próximo martes 1 de septiembre. En el reglamento se establece que los estudiantes que acumulen 15 deméritos serán reprobados y no podrán ser promovidos de grado.
Hernández respaldó las medidas de la ministra Trigueros y aseguró que aunque no estaban dirigidas a los centros escolares privados, las asumen como propias.
«Aunque las medidas que se han emitido de parte de la señora Ministra de Educación no hayan sido directamente para colegios privados, nosotros sí asumimos que esas instrucciones son algo que hemos estado haciendo, pero ha venido debilitándose tanto en colegios privados como escuelas públicas», dijo Hernández.
Entre las faltas que suman deméritos están: no saludar, no decir por favor o gracias, o utilizar un tono grosero o irrespetuoso hacia compañeros o docentes.
«Asumimos como muy positivas todas las normas que se han puesto en acción en los centros educativos públicos y eso nos permite tener más autoridad en los centros educativos privados en el régimen disciplinario y en las normas de convivencia que tenemos en colegios privados», subrayó el presidente de la Asociación de Colegios Privados.
Según Hernández, estas sanciones buscan “poner orden” en un sistema donde los estudiantes conocen bien sus derechos, pero poco sus deberes.
“Un adolescente de 10 años en adelante que comete una falta difícilmente va a reconocer que se equivocó. De diez, solo cuatro aceptan su error y buscan corregirse. Muchos simplemente le dicen al papá que ya no quieren ir a la escuela, y los padres se lo toleran”, sostuvo el dirigente, quien también es maestro.
Hernández dice que la nueva ministra lo que está haciendo es «poner orden» y que aunque han sido disposiciones para el sistema público él los «hace propios», porque también labora en él.
«Estamos en una generación en la cual están muy instruidos en sus derechos los niños, pero poco instruidos en sus deberes y fuera de conciencia… Entonces para recuperar el orden que se ha perdido, pues es comenzar a ordenarnos y cada quien asumiendo», aseguró, quien además aseveró que en no podría estar en desacuerdo con la ministra «porque primero es mi jefa».
Sobre varios argumentos que se han dado por condiciones de pobreza, por falta de agua o por falta de energía eléctrica en comunidades, por calles en mal estado, que en muchos casos impiden que las y los estudiantes lleguen al centro educativo en óptimas condiciones de presentación, Hernández dijo «mire van a poner cualquier justificación siempre».
Con esta medida, tanto el Ministerio de Educación como los colegios privados buscan reforzar la disciplina escolar y garantizar un ambiente de respeto dentro de las aulas.