La selección nacional de Haití enfrenta este martes un partido decisivo ante Nicaragua en las eliminatorias de la Concacaf rumbo al Mundial de Fútbol de 2026, en un encuentro que ha sido calificado como una “batalla crucial” por la Federación Haitiana de Fútbol (FHF), en medio de la grave crisis social que atraviesa el país caribeño.
La expectación se apoderó de Puerto Príncipe a pocas horas del duelo, que coincide con el 222 aniversario de la Batalla de Vertières, la confrontación que selló la independencia de Haití de Francia. En redes sociales, la FHF comparó el partido con aquel hito histórico. “Ha llegado el día de la revolución”, escribió el ente federativo, que ha impulsado una intensa campaña de apoyo a los jugadores, pidiendo a los hinchas “unirse como un solo hombre”.
Debido a la inseguridad generalizada y el control de bandas armadas sobre el 90 % de la región metropolitana de Puerto Príncipe, el partido se jugará en el estadio Ergilio Hato, en Curazao, donde Haití actúa como local.
En calles, mercados y unidades de transporte público, el enfrentamiento ha acaparado las conversaciones. El fútbol, el deporte más popular del país, se mantiene como uno de los pocos factores de unidad entre los haitianos en medio del caos.
La última vez que Haití participó en un Mundial de mayores fue en 1974. Actualmente, el principal escenario deportivo del país, el Stade Sylvio Cator, permanece abandonado desde febrero de 2024 y bajo control de grupos armados.
Haití llega al cierre del Grupo C en la cima con 8 puntos, los mismos que Honduras, que tiene mejor diferencia de goles y enfrentará a Costa Rica (6 puntos) en otro partido clave para definir la clasificación a la siguiente fase.