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  • Alemania desaconseja a sus ciudadanos viajar a Venezuela por tensión militar y alerta aérea

    Alemania desaconseja a sus ciudadanos viajar a Venezuela por tensión militar y alerta aérea

    El Ministerio de Asuntos Exteriores de Alemania recomendó el lunes no viajar a Venezuela, ante una posible escalada en la situación de seguridad. La medida se emite en el contexto de un creciente deterioro político y militar, y en seguimiento a la reciente alerta lanzada por Estados Unidos a las aerolíneas que operan en el país sudamericano.

    “La situación en Venezuela actualmente es tensa. Existe la posibilidad de una escalada de la situación de seguridad en cualquier momento, incluso a corto plazo”, advirtió el gobierno alemán en un comunicado oficial.

    El pronunciamiento de Berlín alude directamente a la advertencia de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA), que alertó sobre un incremento de la actividad militar en Venezuela y sus alrededores, además de un progresivo deterioro de la seguridad aérea.

    Como respuesta, aerolíneas como Iberia, TAP, LATAM, Caribbean Airlines y varias compañías de Colombia y Brasil cancelaron vuelos hacia y desde Caracas. También Turkish Airlines suspendió sus rutas entre el 24 y el 28 de noviembre.

    Sin embargo, otras aerolíneas como Conviasa, Estelar Latinoamérica y Laser Airlines continúan operando con normalidad. Aunque Air Europa y Copa Airlines no han emitido comunicados oficiales, sus itinerarios siguen disponibles en línea.

    Alemania también hizo referencia al Decreto de Estado de Conmoción Exterior, aprobado por Venezuela el pasado 29 de septiembre, el cual otorga al Ejecutivo facultades excepcionales como el cierre de fronteras o del espacio aéreo, en caso de conflicto externo.

    El Ministerio alertó que dicha legislación “podría resultar en cierres de vías a nivel nacional, mayores controles policiales y afectar a los viajes, así como en restricciones adicionales sobre las redes de telefonía y el acceso a Internet”.

    Además, Berlín recordó que Venezuela mantiene vigente desde 2016 un estado de emergencia, en medio de “penurias económicas, escasez médica” y un alto riesgo de delitos violentos, “exacerbados por la crisis actual y el creciente empobrecimiento”.

    Por su parte, Estados Unidos ha incrementado la tensión regional al desplegar un contingente militar en el Caribe, advirtiendo sobre una posible intervención armada en Venezuela. Washington informó además que sus operativos recientes en la zona han dejado 83 muertos tras bombardeos contra embarcaciones vinculadas al narcotráfico.

     

  • Presencia militar de EE.UU. en el Caribe y el Pacífico: armamento, bases y alianzas

    Presencia militar de EE.UU. en el Caribe y el Pacífico: armamento, bases y alianzas

    Estados Unidos ha reforzado en los últimos meses su presencia militar en el Caribe y en el Pacífico latinoamericano con buques, aviones de combate y fuerzas especiales, en medio de crecientes tensiones con Venezuela, en un despliegue que la Administración de Donald Trump enmarca en su iniciativa ‘Lanza del Sur’ y en la lucha contra el narcotráfico.

    Desde agosto, el mar Caribe y la entrada al Pacífico oriental se han convertido en escenario de una expansión militar estadounidense que incluye destructores de misiles guiados, submarinos de ataque nuclear, aeronaves F-35, helicópteros de ataque, aerodeslizadores anfibios, drones de vigilancia y tropas destinadas, según Washington, a operaciones de vigilancia e interdicción del narcotráfico.

    De acuerdo con un análisis del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), la flota inicial en el sur del Caribe estuvo compuesta por destructores clase Arleigh Burke, barcos anfibios de desembarco, un submarino rápido de ataque y aeronaves F-35, además del empleo de drones MQ-9.

    El CSIS también apunta que el número total de tropas estadounidenses proyectado podría alcanzar decenas de miles, lo que convertiría esta operación en la mayor presencia militar de EE.UU. en la región en décadas, algo que no se veía desde las guerras estadounidenses en Oriente Medio.

    Entre agosto y octubre, la cifra de buques desplegados pasó de dos o tres a unas diez unidades —incluidos destructores, barcos anfibios y submarinos—, y con la llegada del portaaviones USS Gerald R. Ford el movimiento naval prácticamente se duplicó respecto al nivel previo. Más de 2.200 marines han sido movilizados desde agosto y diez aviones F-35 aterrizaron en Puerto Rico en septiembre junto a cientos de militares de apoyo, con lo que para octubre se contabilizaban al menos 10.000 tropas estadounidenses desplegadas en el Caribe.

    También se estima que unos 170 misiles Tomahawk están listos para ser empleados desde barcos o submarinos. Motivaciones y tensiones La Administración Trump presenta la misión como un esfuerzo contra el narcotráfico y el tráfico de personas.

    El CSIS, sin embargo, señala que, aunque ese es el objetivo declarado, el tipo de medios involucrados sugiere una preparación para operaciones más amplias, incluida una posible presión militar sobre el Gobierno de Nicolás Maduro.

    El informe también destaca que el volumen de tropas y equipos, junto a tecnología robótica y fuerzas de despliegue rápido, altera el equilibrio militar en la región frente a los activos venezolanos, que considera fragmentados.

    Aunque EE.UU. no dispone, según el estudio, de fuerzas terrestres suficientes para una invasión a gran escala, sus capacidades aéreas y navales serían suficientes para lanzar operaciones de misiles y bombardeos. Sin embargo, el Pentágono ha reconocido que ha entregado a Trump diferentes opciones, incluidos ataques a instalaciones militares venezolanas.

    Movimientos y alianzas Al despliegue se han sumado alianzas, visitas de funcionarios estadounidenses y el uso de infraestructura militar y civil en varios países del Caribe y Centroamérica. Trinidad y Tobago, a pocos kilómetros de la costa venezolana, acoge maniobras de la Marina estadounidense en zonas urbanas y rurales.

    Los ejercicios, iniciados el pasado domingo, están previstos hasta este viernes. La primera ministra, Kamla Persad-Bissessar, los calificó como parte de una alianza «profunda y duradera», mientras Maduro los denunció como una «hipoteca» extranjera sobre su país. Guyana, que mantiene con Venezuela una disputa por el Esequibo, ha respaldado el despliegue aunque sin ejercicios recientes en su territorio. El 7 de noviembre recibió la visita del jefe del Comando Sur para abordar «la larga alianza de defensa» bilateral.

    Puerto Rico se ha convertido en una plataforma estratégica. Desde agosto se han realizado ejercicios de desembarco e infiltración con un aerodeslizador LCAC, helicópteros UH-1Y y Apaches, y cazas F-35B, según un vídeo del Pentágono del 1 de noviembre. Parte del aeropuerto de Roosevelt Roads —una antigua base militar cerrada en 2004— está nuevamente bajo control operativo estadounidense.

    Mientras que la Administración Federal de Aviación (FAA) estableció una prohibición temporal de vuelos en esa zona hasta el 31 de marzo de 2026 por «razones especiales de seguridad». Granada recibió una solicitud de Washington para instalar un radar y equipo militar en el aeropuerto internacional Maurice Bishop.

    El primer ministro, Dickon Mitchell, dijo que analizarán los criterios legales y técnicos al tratarse de una instalación civil. En Panamá, el presidente José Raúl Mulino negó que el país participe en algún «acto hostil contra Venezuela» y sostuvo que la presencia de militares estadounidenses responde a acuerdos de cooperación.

    Los ejercicios conjuntos son frecuentes desde la invasión de 1989 y se reforzaron tras renovar la cooperación en abril. República Dominicana y la Administración de Control de Drogas de EE.UU. (DEA) acordaron la semana pasada enfrentar a los carteles del narcotráfico, en particular al Cartel de los Soles, designado como organización terrorista por ambos países y que, según EE.UU., lidera Maduro.

    Además, Ecuador, Paraguay y Argentina expresaron a Trump su respaldo a su estrategia antidrogas y también declararon al Cartel de los Soles como organización terrorista internacional. El Ejército de EE.UU. asegura haber hundido una veintena de embarcaciones y provocado la muerte de unas 80 personas en operaciones desplegadas en aguas del Caribe y el Pacífico, en el marco de los operativos que inició en septiembre para combatir al narcotráfico.

  • EE.UU. repite presión militar ante Venezuela como lo hizo en la invasión a Panamá

    EE.UU. repite presión militar ante Venezuela como lo hizo en la invasión a Panamá

    El despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe ha encendido las alertas en América Latina, al evocar el escenario de 1989, cuando las tropas norteamericanas invadieron Panamá y derrocaron al general Manuel Antonio Noriega. Hoy, el blanco parece ser el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, también acusado de narcotráfico por Washington.

    Fernando Berguido, diplomático y autor del libro El colapso de Panamá, advierte que aunque existen paralelismos entre ambos contextos, hay diferencias clave. “Noriega y Maduro comparten ser dictadores y las acusaciones de vínculos con el narcotráfico”, señala, pero en el caso panameño, las imputaciones judiciales eran previas y formales.

    Maduro fue acusado por Estados Unidos en 2020, bajo el mandato del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por cargos de narcotráfico y terrorismo. Este año, Washington duplicó la recompensa por su captura, elevándola de $25 millones a $50 millones. Además, el Departamento de Estado anunció que a partir del 24 de noviembre designará al Cartel de los Soles, presuntamente ligado a Maduro, como organización terrorista.

    El gobernante venezolano, Nicolás Maduro, en uniforme militar. EFE

    A diferencia de Panamá en 1989, Venezuela presenta un reto logístico mayor para cualquier operación militar. Con 916,000 km² de extensión y 30 millones de habitantes, supera ampliamente el territorio y población panameña de entonces. Además, en Panamá existían 14 bases militares estadounidenses que facilitaban el control táctico, algo que no ocurre en suelo venezolano.

    La operación «Causa Justa» en Panamá se desarrolló sin maniobras navales previas. George H. W. Bush justificó la invasión por la protección de ciudadanos estadounidenses, la defensa del Canal y la lucha contra el narcotráfico. La invasión fue anunciada cuando ya estaba en marcha, mientras que con Venezuela, el despliegue militar es visible y prolongado.

    Un detonante en 1989 fue la anulación de las elecciones por parte del régimen de Noriega, quien se negó a reconocer la victoria de la oposición liderada por Guillermo Endara. La represión incluyó ataques de los llamados “Batallones de la Dignidad”, grupos civiles armados similares a los actuales milicianos creados por Maduro.

    En Venezuela, la reelección de Maduro en julio de 2024 fue considerada fraudulenta por la oposición, que asegura que Edmundo González fue el verdadero ganador. El organismo electoral, dominado por el chavismo, proclamó a Maduro, lo que generó protestas y rechazo internacional.

    Fotografía de archivo de 1990 del fallecido ex general panameño Manuel Antonio Noriega sosteniendo su ficha policial. EFE/ US Marshall

    El 20 de diciembre de 1989, Estados Unidos movilizó 26,000 soldados para capturar a Noriega, quien se entregó semanas después. Aunque no hay cifras oficiales definitivas, se estima que murieron entre 500 y 4,000 civiles. Noriega, exagente de la CIA, fue condenado por narcotráfico y murió en 2017.

    El coronel retirado panameño Roberto Díaz Herrera considera que la actual fuerza militar en el Caribe no ha sido desplegada en vano. “No se puede movilizar tanta flota, tanto armamento, para luego no hacer nada. Están listos para actuar”, advirtió.

    El escenario venezolano se torna cada vez más incierto. Con señales de una posible intervención militar y un gobierno acusado de narcoestado, la presión internacional crece, mientras los venezolanos enfrentan una crisis sin precedentes desde la llegada del chavismo al poder.

     

  • Siete aerolíneas suspenden vuelos a Venezuela tras alerta de EE.UU. y tensión militar

    Siete aerolíneas suspenden vuelos a Venezuela tras alerta de EE.UU. y tensión militar

    La tensión en el Caribe aumentó este domingo tras la decisión de siete aerolíneas internacionales de cancelar vuelos hacia Venezuela, luego de que la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) emitiera una alerta internacional para “extremar la precaución” al sobrevolar ese país y el sur del mar Caribe.

    Latam Airlines, la mayor aerolínea de América Latina, fue una de las primeras en confirmar la suspensión de vuelos. En un comunicado oficial, la compañía informó que canceló preventivamente sus rutas Bogotá-Caracas para el 23 y 24 de noviembre, señalando que la seguridad de sus pasajeros y tripulación es una prioridad.

    Turkish Airlines, una de las diez mayores aerolíneas del mundo, también anunció la cancelación de varios vuelos hacia Caracas entre el 24 y el 28 de noviembre. La decisión fue confirmada tanto por la aerolínea como por la presidenta de la Asociación de Líneas Aéreas en Venezuela (ALAV), Marisela de Loaiza.

    La suspensión de vuelos también fue adoptada por otras compañías como Iberia (España), TAP (Portugal), Gol (Brasil), Avianca (Colombia) y Caribbean Airlines (Trinidad y Tobago), esta última desde septiembre. La mayoría de las decisiones están relacionadas con la alerta emitida por la FAA, en el marco del despliegue militar estadounidense que inició en agosto bajo la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

    Pese a la creciente incertidumbre, varias aerolíneas venezolanas informaron que mantienen operaciones con normalidad. Entre ellas se encuentran Rutaca, Laser, Estelar y Venezolana de Aviación, que continúan ofreciendo vuelos internacionales a destinos como Cuba, Panamá, Curazao y España. También la aerolínea Avior y la colombiana Wingo aseguraron que sus vuelos se mantienen activos.

    El despliegue militar ordenado por Trump en el mar Caribe ha sido justificado como una operación contra el narcotráfico, aunque el Gobierno de Nicolás Maduro lo considera una amenaza directa. Caracas sostiene que estas maniobras buscan provocar un “cambio de régimen” mediante presión militar y diplomática.

    Al respecto, Ramesh Lutchmedial, exdirector general de Aviación Civil de Trinidad y Tobago, aclaró que la alerta de la FAA no implica un conflicto inminente, sino una recomendación preventiva para las aerolíneas estadounidenses.

    Sin embargo, el diario The Washington Post informó que la Casa Blanca estudia lanzar panfletos desde aviones militares sobre Caracas, con información sobre la recompensa de $50 millones por la captura de Maduro, a quien Estados Unidos acusa de narcoterrorismo.

    En ese mismo contexto, este lunes el Departamento de Estado designará formalmente al Cartel de los Soles como organización terrorista extranjera. Esta agrupación, que Washington vincula al alto mando militar venezolano, sumará más tensión a la situación regional.

     

  • Melissa interrumpe la educación de unos 477,000 menores en el Caribe, advierte Unicef

    Melissa interrumpe la educación de unos 477,000 menores en el Caribe, advierte Unicef

    El paso del huracán Melissa ha interrumpido la educación de cerca de 477,000 niños y niñas en Cuba, Haití y Jamaica, debido al cierre de escuelas y daños en la infraestructura, según advirtió este lunes el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

    La organización detalló que la tormenta, que impactó con fuerza en el Caribe, forzó la suspensión de clases y obligó a muchos menores a recibir clases en espacios temporales que, en muchos casos, no cuentan con condiciones adecuadas para el aprendizaje.

    “Más allá de ser lugares de aprendizaje, las escuelas brindan protección y estabilidad a los niños y niñas. Cuando la educación se interrumpe, el impacto en el aprendizaje, el bienestar y las oportunidades futuras de los niños puede ser profundo, perpetuando ciclos de desventaja”, afirmó el director de Unicef para América Latina y el Caribe, Roberto Benes.

    De acuerdo con la evaluación más reciente, más de 900,000 menores se encuentran en situación de necesidad humanitaria, incluidos aquellos que enfrentan retrasos en su formación académica como consecuencia del fenómeno.

    Unicef informó que ha distribuido kits escolares y material educativo en los tres países afectados, y trabaja junto a los gobiernos locales para priorizar el retorno seguro a las aulas y facilitar la reapertura de los centros educativos afectados.

    Melissa golpeó especialmente a Jamaica, donde alcanzó la categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, provocando la muerte de 45 personas y dejando al menos 15 desaparecidos. En Haití se reportaron 43 fallecidos y en República Dominicana una víctima más.

    Con Melissa, ya suman trece los sistemas ciclónicos registrados en esta temporada del Atlántico, entre ellos los huracanes Erin, Gabrielle, Humberto, Imelda y las tormentas Andrea, Barry, Chantal, Dexter, Fernand, Jerry, Karen y Lorenzo. De todas, solo Chantal ha tocado tierra en Estados Unidos, donde dejó dos muertos en Carolina del Norte durante el mes de julio.

  • EE.UU. declara grupo terrorista al Cartel de los Soles vinculado a Maduro

    EE.UU. declara grupo terrorista al Cartel de los Soles vinculado a Maduro

    El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció este domingo que designará al Cartel de los Soles como organización terrorista extranjera (FTO, por sus siglas en inglés), al vincular a este grupo con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y otras figuras clave de su régimen.

    La clasificación oficial se hará efectiva a partir del 24 de noviembre, reforzando la presión internacional sobre el Gobierno venezolano, en medio del despliegue militar estadounidense en el Caribe liderado por el portaaviones USS Gerald R. Ford, el más grande de su flota naval.

    El secretario de Estado, Marco Rubio, explicó que el Cartel de los Soles “está liderado por Nicolás Maduro y otros individuos de alto rango en el ilegítimo régimen” y que han corrompido instituciones clave como el ejército, la inteligencia, el sistema judicial y la Asamblea Nacional de Venezuela.

    En julio, el Departamento del Tesoro ya había catalogado al Cartel de los Soles como una entidad terrorista global especialmente designada (SDGT, por sus siglas en inglés), aunque el Gobierno venezolano respondió en agosto que se trata de una “invención” de Estados Unidos para desacreditar a sus líderes.

    “Estados Unidos continuará usando todas las herramientas disponibles para proteger sus intereses de seguridad nacional y negar financiamiento y recursos a los narcoterroristas”, advirtió Rubio, horas después de que se conociera la llegada del portaaviones al Caribe.

    En paralelo, EE.UU. reportó este domingo la destrucción de una embarcación en el océano Pacífico, supuestamente utilizada para transportar drogas, donde murieron tres hombres identificados como “narcoterroristas”. Según datos oficiales, desde septiembre se han llevado a cabo 21 operativos similares, que han dejado más de 80 muertos.

    Rubio insistió en que “ni Maduro ni sus compinches representan al gobierno legítimo de Venezuela”, reforzando el respaldo de Washington a la oposición venezolana y al bloqueo de cualquier reconocimiento diplomático al régimen chavista.

    En su declaración, también incluyó a otras organizaciones bajo la misma categoría terrorista: el Tren de Aragua y el Cartel de Sinaloa, a quienes responsabilizó de “violencia terrorista a lo largo del hemisferio”, así como del tráfico de drogas hacia Estados Unidos y Europa.

    La Oficina del Departamento de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental había anticipado la designación en julio pasado. Según esa instancia, la medida permite a EE.UU. congelar activos, impedir transacciones financieras y perseguir penalmente a quienes colaboren con el cartel venezolano.

    Desde Caracas, el ministro del Interior y Justicia, Diosdado Cabello, desestimó las acusaciones en agosto. “El Cartel de los Soles es un invento”, expresó, y añadió: “Cada vez que alguien les molesta, lo ponen como jefe del cartel”.

    La tensión entre ambos países se ha intensificado en los últimos meses con el refuerzo de sanciones, la expulsión de diplomáticos y la reactivación de operaciones militares estadounidenses en la región.

     

  • El portaaviones estadounidense Gerald R. Ford llega al Caribe en misión antidrogas

    El portaaviones estadounidense Gerald R. Ford llega al Caribe en misión antidrogas

    El jefe del Comando Sur de Estados Unidos, almirante Alvin Holsey, confirmó este domingo que el portaaviones USS Gerald R. Ford, considerado el más grande y letal del mundo, ha ingresado al mar Caribe como parte de una misión para combatir amenazas transnacionales vinculadas al narcotráfico.

    Según Holsey, la operación responde a directrices del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para desmantelar organizaciones criminales y narcoterroristas que representan un riesgo para la seguridad del hemisferio occidental.

    “Estamos listos para combatir las amenazas que buscan desestabilizar nuestra región”, afirmó el alto mando militar.

    El portaaviones estará acompañado por la Unidad Expedicionaria 22 a bordo del USS Iwo Jima, dentro del marco de la operación “Southern Spear” (Lanza del Sur), una estrategia militar centrada en el combate al narcotráfico con origen en Latinoamérica. La maniobra coincide con una escalada de tensiones entre Washington y el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.

    Pete Hegseth, secretario de Defensa de Estados Unidos, dirige el grupo de ataque naval como parte del refuerzo de seguridad en aguas estratégicas del Caribe. El operativo también involucra ejercicios con fuerzas regionales aliadas, como la Fuerza de Defensa de Trinidad y Tobago.

    El USS Gerald R. Ford cuenta con una tripulación de 4,500 personas y puede transportar hasta 70 aeronaves. Tiene una longitud de más de 335 metros y opera con energía nuclear, lo que le permite desplazarse sin necesidad de recargar combustible durante décadas.

    Su tecnología incluye un sistema de lanzamiento de aviones electromagnético, radares de última generación y reactores nucleares avanzados. En 2021, superó exitosamente pruebas de resistencia con explosiones submarinas, lo que demostró su capacidad para operar en entornos hostiles.

    El ministro de Exteriores de Trinidad y Tobago, Sean Sobers, confirmó la llegada de la Marina de Guerra estadounidense a la isla para participar en maniobras conjuntas. La presencia militar de EE.UU. en la región ha generado tensión, especialmente tras la reciente llegada del destructor USS Gravely a Puerto España.

    En las últimas semanas, fuerzas estadounidenses han destruido más de diez embarcaciones en aguas del Caribe y el Pacífico oriental, presuntamente ligadas al narcotráfico, dejando múltiples fallecidos entre sus tripulantes, como parte de su ofensiva regional.

     

  • Trump confirma decisión militar sobre Venezuela:  "Ya me decidí pero no puedo decirles qué será"

    Trump confirma decisión militar sobre Venezuela: «Ya me decidí pero no puedo decirles qué será»

    El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este viernes haber tomado una decisión en relación con las acciones militares de su gobierno en el Caribe, dirigidas contra el narcotráfico procedente de Venezuela. Sin embargo, evitó revelar detalles y mantuvo la ambigüedad estratégica como parte de su enfoque.

    “Ya me decidí. No puedo decirles qué será”, declaró Trump a una periodista mientras caminaba hacia el avión presidencial en la base aérea de Washington D.C., desde donde partió rumbo a Florida para pasar el fin de semana. La breve declaración fue captada en audio y divulgada por medios estadounidenses.

    El presidente explicó que su administración ha logrado avances en el control del narcotráfico vinculado a Venezuela. “Hemos avanzado mucho con Venezuela en términos de frenar la entrada masiva de drogas”, sostuvo Trump.

    El inédito despliegue militar ordenado por la Casa Blanca en aguas del Caribe forma parte de la operación “Lanza del Sur”, lanzada el jueves con el objetivo de cortar las rutas marítimas del narcotráfico que, según Washington, se originan en Venezuela y terminan en Estados Unidos.

    Según la Administración Trump, estas redes de narcotráfico están dirigidas por carteles que han sido calificados como organizaciones terroristas, a los que también vinculan directamente con el presidente venezolano, Nicolás Maduro.

    Una hora antes de su salida de la Casa Blanca, el diario Washington Post reveló que Trump sostuvo una reunión con el secretario de Guerra, Pete Hegseth, y altos mandos del Pentágono para analizar “una serie de opciones militares” que podrían activarse en los próximos días como parte de su estrategia.

    El rotativo citó a un funcionario del gobierno bajo anonimato que señaló que las fuerzas desplegadas en el Caribe están en alerta máxima y a la espera de órdenes directas.

    “El presidente es muy bueno para mantener la ambigüedad estratégica. Sabe cómo no revelar a nuestros adversarios lo que hará a continuación”, indicó la fuente.

    Por su parte, el Comando Sur de EE.UU. publicó en su cuenta oficial de X un video donde muestra la destrucción de una embarcación en aguas del Caribe con cuatro presuntos narcotraficantes a bordo, quienes, según el comunicado, fueron “neutralizados”.

    La operación “Lanza del Sur” ha generado incertidumbre por su carácter reservado y la falta de detalles públicos. El secretario Hegseth indicó que el objetivo central es eliminar las redes de narcotráfico que operan en la región y que representan una amenaza directa para Estados Unidos.

    Mientras tanto, analistas internacionales observan con atención los movimientos de la Casa Blanca y sus implicaciones regionales. La operación ha sido interpretada como una señal de presión directa hacia el régimen de Maduro, al que Trump ha acusado de ser cómplice del tráfico internacional de drogas.

     

  • EE.UU. lanza “Lanza del Sur”, operación militar en el Caribe contra Maduro

    EE.UU. lanza “Lanza del Sur”, operación militar en el Caribe contra Maduro

    Estados Unidos bautizó como “Lanza del Sur” su reciente operativo militar en el Caribe, que ha incluido ataques a embarcaciones y un masivo despliegue naval con el argumento de combatir el narcotráfico. La operación, sin pruebas públicas concluyentes, ha intensificado la presión contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a quien Washington acusa de liderar el denominado “Cartel de los Soles”.

    El secretario de Guerra estadounidense, Pete Hegseth, informó a través de su cuenta oficial en la red social X que el operativo será liderado por un grupo de trabajo conjunto bajo el mando del Comando Sur. No ofreció detalles específicos sobre los objetivos ni duración del despliegue militar.

    El anuncio coincide con la llegada al Caribe del portaaviones USS Gerald R. Ford, el más grande del Pentágono, acompañado por su grupo de ataque, compuesto por más de 4,000 marinos y decenas de aeronaves. A esto se suman otros buques de guerra, un submarino nuclear y escuadrones de cazas ya apostados en la zona.

    Desde agosto, Estados Unidos ha movilizado en el Caribe su mayor contingente militar desde la primera Guerra del Golfo, como parte de una supuesta ofensiva antidrogas que vincula al gobierno venezolano con redes criminales. Washington ofrece una recompensa de $50 millones por información que conduzca a la captura de Maduro.

    Según datos oficiales, desde el 2 de septiembre hasta el 4 de noviembre, las fuerzas estadounidenses hundieron 17 lanchas en el Caribe y Pacífico, con un saldo de 66 personas muertas. La primera acción militar alegó sin pruebas que once miembros del Tren de Aragua se dirigían desde Venezuela hacia Estados Unidos transportando drogas.

    Este despliegue ha generado fricciones diplomáticas con Colombia, especialmente después de que EE.UU. excluyera a ese país de la lista de naciones cooperantes en la lucha antidrogas y revocara el visado del presidente Gustavo Petro, a quien Donald Trump tildó de “narcotraficante”.

    Organismos internacionales también han reaccionado. El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, denunció el 31 de octubre que estos ataques “violan el derecho internacional” y exigió su cese inmediato ante el creciente costo humano.

    El Kremlin, por su parte, advirtió el 14 de noviembre que espera que Estados Unidos “no desestabilice” la situación en torno a Venezuela ni en la región del Caribe. Mientras tanto, el gobierno venezolano movilizó a 200,000 militares en ejercicios de defensa ante las crecientes “amenazas” de Washington, según informó el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López.