El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió que su país está involucrado en un «conflicto armado» formal con los carteles de la droga y que los miembros de esos grupos son «combatientes ilegales», según un aviso confidencial que su Administración remitió esta semana al Congreso y que fue divulgado por medios locales.
El documento ofrece una justificación legal para considerar como acciones legítimas —y no como asesinatos— los tres ataques militares ordenados por Trump contra embarcaciones en el mar Caribe el mes pasado, operaciones que dejaron 17 muertos. Al menos dos de esas intervenciones se produjeron contra botes procedentes de Venezuela, añade la notificación.
Especialistas legales consultados por The New York Times afirman que la decisión de reconocer formalmente la campaña contra los carteles como un conflicto armado activo refuerza el uso por parte del Ejecutivo de poderes extraordinarios propios de tiempos de guerra y amplía la justificación para operaciones militares sin las mismas limitaciones del derecho penal ordinario.
La notificación al Congreso precisa que el presdiente «determinó» que los carteles implicados en el tráfico de drogas son «grupos armados no estatales» cuyas acciones «constituyen un ataque armado contra Estados Unidos».
Además, el texto señala: «Con base en los efectos acumulativos de estos actos hostiles contra los ciudadanos e intereses de Estados Unidos y naciones extranjeras amigas, el presidente determinó que Estados Unidos se encuentra en un conflicto armado no internacional con estas organizaciones terroristas designadas».
Como parte de la respuesta en la región, Washington desplegó al menos ocho buques de guerra, un submarino de ataque rápido de propulsión nuclear y más de 4,500 soldados, además del envío de cazas F‑35B a Puerto Rico.
El Gobierno estadounidense acusa al gobernante venezolano, Nicolás Maduro, de liderar el llamado Cartel de los Soles —una presunta organización vinculada al narcotráfico que EE. UU. ha señalado como terrorista—, acusación que Caracas rechaza; la medida abre un intenso debate legal y político sobre el alcance de la acción militar y el control del Congreso sobre estas operaciones.
La guerra contra las drogas se ha convertido en el último epicentro de las tensiones entre Venezuela y Estados Unidos, que acusa al presidente del país caribeño, Nicolás Maduro, de albergar y liderar una «organización terrorista» vinculada al narcotráfico: el Cártel de los Soles.
La supuesta banda criminal, que el Departamento de Estado introdujo a finales de julio en su lista de sanciones, ha sido acusada de apoyar a otros grupos de este tipo, como Tren de Aragua y el mexicano Cártel de Sinaloa, y sirve ahora de pretexto a Washington para introducir restricciones y perpetrar ataques contra embarcaciones en el Caribe.
La Administración de Donald Trump acusa a esta red venezolana de «proporcionar apoyo a otras organizaciones terroristas extranjeras que amenazan «gravemente» la paz y la seguridad de Estados Unidos». Para el mandatario republicano, se trata de un «peligro» que está «corrompiendo las instituciones venezolanas».
Así, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, defiende su introducción en la lista de sanciones; considera que esta designación permite poner de manifiesto la «vinculación del cártel con el narcotráfico» y destaca que la medida responde a las «promesas de Trump» de dar prioridad a cuestiones de vital importancia para Estados Unidos.
El magnate neoyorquino, que afirma que son tres las «narcolanchas» destruidas en el mar Caribe por las fuerzas estadounidenses como parte de las operaciones puestas en marcha para frenar el flujo de drogas, insiste en que estos narcotraficantes «serán cazados» en su empeño por introducir estupefacientes en el país norteamericano.
Personas observan una valla con la imagen del gobernante de Venezuela, Nicolás Maduro, y del ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz de Venezuela, Diosdado Cabello, en Villa del Rosario, Colombia. EFE
Red de corrupción
A pesar de que algunos expertos defienden que se trata de una red de corrupción conformada por altos cargos de las Fuerzas Armadas y no una banda dedicada al tráfico de drogas, la Administración Trump ha impuesto una recompensa de 50 millones de dólares sobre Maduro, al que responsabiliza directamente de las acciones de este grupo y de fomentar la entrada de drogas en territorio estadounidense con el fin último de financiar su Gobierno.
El ‘think tank’ Insight Crime apunta precisamente a que esta organización, que carece a priori de organización jerárquica –como sí señala Estados Unidos–, se asemeja más a «una red de corrupción en la que altos cargos militares y políticos se benefician de los acuerdos establecidos con narcotraficantes».
«El paquete de sanciones de Estados Unidos refuerza una visión equivocada de esta red, (…) cuando en realidad se trata de un sistema de corrupción estatal», indica el grupo de expertos.
Es decir, estos funcionarios harían la «vista gorda» ante el tráfico de drogas por parte de terceros, en vez de formar parte o estar al frente de una organización criminal ilícita y mafiosa estructurada en torno a un líder.
Las sanciones impuestas por las autoridades estadounidenses recaen además sobre individuos que ya hacían frente en su mayoría a restricciones impuestas anteriormente.
Diosdado Cabello, ministro de Interior y Justicia de Venezuela. / EFE
¿Pretexto estadounidense?
Sin embargo, esto ha permitido a la Administración Trump contar con una mayor aprobación a la hora de realizar operaciones en el Caribe, las cuales han sido duramente criticadas por organizaciones de defensa de los Derechos Humanos, que advierten de un «precedente peligroso» en la zona.
Entre estas ONG se encuentra Amnistía Internacional, que ve una «dudosa legalidad» y se muestra «profundamente alarmada» por este suceso, en el que ve una «clara violación del derecho a la vida». «El uso de la fuerza letal en este contexto no tiene ninguna justificación», incide.
Estados Unidos derribó una primera lancha el pasado 2 de septiembre, cuando aseguró que el barco era utilizado para transportar drogas por parte del Tren de Aragua y a pesar de que previamente había llegado a un acuerdo con Caracas para el intercambio de cientos de presos y la reanudación de operaciones por parte de la petrolera estadounidense Chevron.
Aunque Trump sostiene que el propio Maduro lidera también algunas actividades de esta banda, la Inteligencia estadounidense no cuenta con pruebas al respecto y niega, a todas luces, esta supuesta vinculación.
Desde Insight Crime insisten en que la organización, cuyo nombre hace referencia a las insignias colocadas en los uniformes de los militares venezolanos, no cuenta con motivos ideológicos sino puramente económicos y no respalda realmente al Tren de Aragua, al que es vinculado de forma errónea.
La situación, que se ha repetido en otras dos ocasiones, ha llevado a diferentes países de la región, como Colombia, Paraguay, República Dominicana, Ecuador y Argentina, entre otros, a declarar al Cártel de los Soles como organización terrorista a pesar de que el Gobierno venezolano sostiene que se trata de un «invento».
El ministro del Interior, Diosdado Cabello, afirmó recientemente que «cada vez que alguien molesta, es colocado como jefe del Cártel de los Soles», algo que algunos países, como Estados Unidos, «llevan años inventando».
Además, el Parlamento Europeo ha solicitado una resolución parecida por el conjunto del bloque comunitario contra la supuesta red criminal, a la que señalan por «dar cobertura a grupos armados», una iniciativa que ha sido puesta también sobre la mesa a nivel nacional a través de la Comisión Mixta para la Unión Europea, que aprobó el lunes una iniciativa impulsada con Vox y pactada con el PP para instar al Gobierno a promover la inclusión del supuesto cártel en la lista de organizaciones terroristas de la UE.
Desde Caracas siguen mostrándose cautelosos: esta semana, Maduro dijo ejercer el «legítimo derecho a la defensa» ante las «agresiones» de Estados Unidos y amenazó con la «lucha armada» si Venezuela es «agredida».
Todo apunta a que Estados Unidos, que no parece contar de momento con preceptos legales suficientes para perpetrar este tipo de ataques en el Caribe, busca poner a Caracas contra las cuerdas a medida que amplía su presencia militar en la región, tal y como aseguran los expertos.
La Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias de Honduras declaró este miércoles ‘alerta verde’ (preventiva) en nueve departamentos del país que abarca todo el sur, oeste y parte del centro, por un temporal lluvioso debido a la influencia de una vaguada.
La misma fuente indicó que la alerta rige desde el martes y que la inestabilidad y precipitaciones se incrementarán con el ingreso, el jueves, de una onda tropical.
El organismo de protección civil le recomendó a los habitantes de las regiones en alerta mantener una vigilancia, evitar el cruce de ríos y quebradas cuyo caudal ha crecido; asegurar techos, limpiar cunetas y desagües para reducir el riesgo de inundaciones.
También se ha restringido la navegación de embarcaciones pequeñas y medianas en el Caribe por el alto oleaje que se espera.
El domingo, a causa de las lluvias, murió un policía, identificado como Kevin Pérez Vargas, que se lanzó a una quebrada a rescatar dos niños en San Pedro Sula, norte del país, que habían sido arrastrados por una corriente.
El policía pudo rescatar a uno de los niños, pero murió cuando intentó hacer lo mismo con el segundo, que sigue desaparecido, mientras familiares suyos y socorristas continúan en su búsqueda.
La temporada de huracanes en el Atlántico se inició el 1 de junio y finalizará el 30 de noviembre.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió este domingo que su país no descarta una intervención dentro del territorio venezolano, en medio de la creciente tensión entre Washington y Caracas.
“Veremos qué pasa. Mira, Venezuela nos está enviando pandilleros, narcotraficantes y drogas. Es inaceptable”, afirmó Trump a la prensa en Nueva Jersey antes de viajar hacia Washington.
“No nos gusta lo que Venezuela nos está mandando: ni sus drogas ni sus pandilleros. No nos gusta, no nos gusta nada”, agregó el mandatario.
Las declaraciones se producen tras el despliegue de ocho buques militares y un submarino estadounidense en el mar Caribe, bajo el argumento de reforzar las operaciones contra el narcotráfico. En ese contexto, Estados Unidos anunció recientemente el derribo de una lancha que, según sus autoridades, transportaba drogas y a once presuntos miembros del Tren de Aragua, organización criminal de origen venezolano. El gobierno de Nicolás Maduro negó la versión y condenó el ataque.
Al ser cuestionado sobre la legalidad de la operación, Trump respondió: “Lo que es ilegal es que 300 millones de personas murieran el año pasado por drogas”.
Desde Caracas, el ministro de Defensa Vladimir Padrino López denunció que Estados Unidos realiza vuelos de inteligencia sobre Venezuela y acusó a Washington de preparar un “plan de amenaza militar e intervención” para desplazar a Maduro del poder.
El Ejecutivo venezolano informó además que un destructor estadounidense desplegó a dieciocho efectivos armados que ocuparon una embarcación con “nueve pescadores humildes” en la Zona Económica Exclusiva del país. Ante esto, el gobierno ordenó la movilización de buques, el alistamiento de milicianos y un refuerzo militar en cinco regiones costeras.
La crisis diplomática entre ambos países escala así a un nuevo nivel, con acusaciones cruzadas y una tensión que pone bajo la lupa la estabilidad en el Caribe.
Estados Unidos ordenó el despliegue de diez aviones de combate F-35 en una base aérea de Puerto Rico, en el marco de su estrategia contra el narcotráfico en el Caribe y en medio del aumento de la tensión militar con Venezuela, informó la cadena CBS este viernes.
Una fuente cercana al plan confirmó que la Administración del presidente Donald Trump enviará los cazas para reforzar operaciones contra los carteles de droga en la región. Consultado por la prensa, el Pentágono declinó hacer comentarios sobre el movimiento militar.
El despliegue ocurre tras el “ataque letal” en aguas del Caribe contra una embarcación que, según Washington, transportaba a 11 miembros del grupo criminal Tren de Aragua, al que la Administración Trump vincula con el gobierno de Nicolás Maduro.
El congresista republicano Carlos Giménez, miembro del Comité de Fuerzas Armadas, aseguró que el envío de los F-35 envía “una señal muy clara” a Maduro.
El legislador recordó que un día antes, aviones F-16 venezolanos sobrevolaron el destructor estadounidense USS Jason Dunham en aguas internacionales, acción que el Pentágono calificó como una “maniobra provocativa”.
“Pienso que al mandar diez F-35 a Puerto Rico para darles protección manda una señal muy clara a Maduro de no hacerlo de nuevo, así que apoyo la política del presidente Trump”, declaró Giménez en un video publicado en sus redes sociales.
La Casa Blanca defendió también el ataque a la “narcolancha”, afirmando que se realizó conforme al derecho internacional y en defensa de los intereses de Estados Unidos.
Por su parte, el secretario de Estado Marco Rubio, de visita en México, advirtió que continuarán las acciones militares contra los carteles: “Lo que les detendrá es hacerlos explotar y deshacerse de ellos”.
Actualmente, Estados Unidos mantiene en el Caribe ocho barcos militares con misiles y un submarino nuclear, como parte de su ofensiva contra el narcotráfico que, según Washington, alimenta la violencia en sus calles.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este martes que las fuerzas armadas de su país eliminaron a 11 integrantes del Tren de Aragua durante una operación militar de precisión contra una embarcación narcotraficante en el sur del mar Caribe.
A través de su cuenta en Truth Social, el mandatario publicó un video del Comando Sur en el que se observa el momento en que una embarcación, monitoreada durante varios segundos, es destruida mediante el disparo de un misil. Trump indicó que los tripulantes eran miembros del Tren de Aragua, organización designada como grupo terrorista por su administración.
«Operan bajo el control de Nicolás Maduro, responsable de asesinatos en masa, tráfico de drogas, tráfico sexual y actos de violencia y terrorismo en Estados Unidos», sostuvo el presidente Trump en su comunicado oficial.
Poco antes de la confirmación presidencial, el Departamento de Defensa había adelantado a la agencia EFE que el ataque fue realizado como parte de una operación antidrogas. El objetivo era una embarcación proveniente de Venezuela que transportaba sustancias ilícitas y era operada por “narcoterroristas”, de acuerdo con fuentes del Pentágono.
Por su parte, el Secretario de Estado, Marco Rubio, también publicó en su cuenta oficial los detalles preliminares del operativo, destacando que la embarcación era una amenaza directa contra la seguridad de Estados Unidos y que fue neutralizada en cumplimiento de los lineamientos del combate al narcotráfico.
El gobierno estadounidense ha desplegado recientemente ocho buques de guerra equipados con misiles y un submarino de propulsión nuclear en el mar Caribe, cerca de las costas venezolanas, con el objetivo de frenar el tráfico de drogas que, según Washington, “contamina las calles” del país norteamericano.
Ante este despliegue, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, declaró que su país enfrenta “la mayor amenaza en América en los últimos cien años” y advirtió que Venezuela se declarará “en armas” si llega a ser agredida por fuerzas extranjeras.
Fuentes del Departamento de Defensa confirmaron que el “ataque de precisión” fue ejecutado específicamente contra una estructura del narcotráfico vinculada al Tren de Aragua, un grupo que Estados Unidos considera una organización narcoterrorista por sus operaciones criminales dentro y fuera de Venezuela. «Se publicarán más detalles del operativo en las próximas horas», informaron altos funcionarios del área de Defensa.
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo este martes que su país disparó contra un barco cargado con drogas procedente de Venezuela sin ofrecer más detalles sobre una supuesta operación militar en el Caribe, donde la Marina estadounidense ha posicionado varios buques de guerra.
«Literalmente destruimos un barco, un barco que transportaba drogas, mucha droga. Y lo verán y leerán sobre ello. Sucedió hace unos momentos», dijo el presidente a la prensa durante una intervención en el Despacho Oval, antes de añadir que han detectado mucha droga y «estas provienen de Venezuela» .
Trump elogió al «increíble» jefe del Estado Mayor Conjunto, Dan Caine, quien lo puso al tanto del ataque contra el supuesto navío venezolano, un movimiento confirmado poco después por el secretario de Estado, Marco Rubio, a través de un mensaje en X.
As @potus just announced moments ago, today the U.S. military conducted a lethal strike in the southern Carribean against a drug vessel which had departed from Venezuela and was being operated by a designated narco-terrorist organization.
«Tenemos una gran cantidad de drogas que llegan a nuestro país desde hace mucho tiempo, y estas provienen de Venezuela. Salen en grandes cantidades de Venezuela. Muchas cosas están saliendo de Venezuela, así que lo eliminamos (el barco)». Donald Trump, presidente de Estados Unidos.
El líder republicano adelantó que se sabrá más «después de esta reunión» en el Despacho Oval, avanzando un posible comunicado de la Administración con más detalles sobre el ataque, que según el mandatario ocurrió momentos antes de su comparecencia.
EE.UU. ha desplegado ocho barcos militares con misiles y un submarino de propulsión nuclear en áreas del mar Caribe cercanas a las costas de Venezuela para combatir el tráfico de drogas que «contaminan» las calles del país norteamericano.
En respuesta, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, advirtió este lunes que su país enfrenta la que considera la «más grande amenaza que se haya visto» en América «en los últimos cien años» y aseguró que su nación se declararía «en armas» si «fuera agredida».
Rubio confirma «ataque letal» de EE.UU. contra un barco con drogas procedente de Venezuela
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, confirmó este martes que las fuerzas estadounidenses llevaron a cabo un «ataque letal» contra un barco cargado con drogas procedente de Venezuela, poco después de que lo adelantara el presidente Donald Trump.
«Tal y como informó el presidente de los Estados Unidos hace unos momentos, hoy el Ejército de los Estados Unidos llevó a cabo un ataque letal en el sur del Caribe contra un buque con drogas que había partido de Venezuela y que estaba siendo operado por una organización designada como narcoterrorista», escribió Rubio en un mensaje en la red social X.
Pocos minutos antes, Trump se había adelantado al anuncio, en un acto en la Casa Blanca, donde escribió que el Ejército estadounidense había «liquidado a tiros» y «eliminado» una embarcación que transportaba drogas y que había partido de un puerto venezolano.
El mensaje escrito por Rubio fue enviado apenas horas antes de que aterrice en México para una visita de dos días.
Esa visita llega en un momento en el que ambos países vecinos negocian un acuerdo de seguridad para reforzar la lucha contra, no solo los carteles mexicanos, sino contra otras bandas transnacionales como el Cartel de los Soles, con origen en Venezuela.
El ataque sobre este barco se enmarca a su vez en el despliegue militar que Washington activó hace unos días en aguas internacionales frente a aguas territoriales de Venezuela.
El operativo implica el despliegue de más de 4,000 marines, tres destructores o un submarino de propulsión nuclear con el objetivo de combatir el flujo de narcóticos que se origina en la región y que tiene, entre otros, a Estados Unidos como destinatario.
El despliegue ha supuesto una dura condena por parte de la Administración de Nicolás Maduro, que ha acusado a EE.UU. de estar intentando forzar un cambio de Gobierno en Caracas y al propio
Tras su estancia de dos días en México, donde Rubio se reunirá con la presidenta Claudia Sheinbaum, el secretario de Estado pondrá rumbo a Ecuador, país que también ha mostrado su disposición a apoyar a EE.UU. en la lucha contra el narcotráfico o la inmigración ilegal.
PropertyGRID junto a Solazmar Inc. lanzaron este jueves una plataforma que facilitará la inversión inmobiliaria en El Salvador a través de la tokenización de activos.
A través de un comunicado, las empresas informaron que PropertyGRID respalda las transacciones inmobiliarias y ofrece nuevas opciones en el mercado al incorporar blockchain y procesos de tokenización.
El documento señala que este tipo de tecnologías facilitan la adopción de las herramientas tanto a desarrolladores, como agentes e inversionistas.
El presidente de PropertyGRID, Steve Rodgers, aseguró que la alianza pactada este 28 de agosto con Solazmar empujará el turismo y la vivienda en El Salvador.
Rodgers dijo que con este proyecto también se demuestra que el blockchain crea una economía con nuevas oportunidades de inversión, al vincular activos reales con tokens.
“El Salvador se ha consolidado como un líder global en innovación, seguridad y políticas pro‑empresa”, indicó el presidente de PropertyGRID.
La compañía de capital estadounidense incursionará por primera vez en el mercado salvadoreño, y prevé que con la plataforma se respalde la recaudación de fondos y la gestión de proyectos inmobiliarios.
PropertyGRID señala en su portal que las ventas inmobiliarias incorporarán liquidez, transparencia y eficiencia.
A nivel internacional, la empresa estadounidense con sede en Florida ha concretado tratos cerrados por $25,000 millones, así como la gestión de $3,000 millones en inventario exclusivo fuera del mercado y una red de 5,000 inversores.
Propiedades en la playa
La alianza también facilitaría la inversión en el proyecto Health City con un concepto de turismo médico que se prevé construir en las costas de La Unión.
Solazmar ha mantenido por varios años su presencia en El Salvador y con este nuevo proyecto prevén incluir un hospital, instalaciones de turismo médico, centro de atención sanitario, tiendas, restaurantes, viviendas así como una comunidad de jubilados.
“Como fundador de Curacao —que durante décadas ha servido a familias en Estados Unidos y América Latina con electrónicos, muebles y servicios de crédito— he dedicado mi vida a ayudar a las comunidades a construir mejores hogares y vidas”, indicó el presidente de Solazmar, Jerry Azarkman.
Azarkman aseguró que hay un gran entusiasmo por empujar el desarrollo inmobiliario en El Salvador, ya que pretenden mejorar la calidad de vida a través del proyecto Health City.
La Casa Blanca advirtió el jueves que la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está preparada para emplear “cualquier elemento del poder estadounidense” con el fin de contener el narcotráfico proveniente de Venezuela, sin descartar acciones de carácter militar.
Durante una conferencia de prensa, la vocera presidencial Karoline Leavitt evitó confirmar si Washington considera un ataque directo contra objetivos venezolanos, pero subrayó que el país no permanecerá pasivo frente al régimen de Nicolás Maduro.
“El régimen de Maduro no es legítimo, es un cártel narcoterrorista. Maduro no es un presidente, es un prófugo acusado de liderar el denominado Cártel de los Soles”, declaró Leavitt, recordando que el mandatario venezolano enfrenta cargos en tribunales estadounidenses por tráfico de drogas.
La vocera recalcó que uno de los compromisos centrales del presidente Trump es impedir el flujo de drogas hacia Estados Unidos y proteger a los ciudadanos de “venenos mortales”. En este marco, defendió el despliegue de buques y aeronaves militares en aguas del Caribe, una operación que ha sido respaldada por varios países de América Latina y el Caribe.
De acuerdo con la Casa Blanca, diversos países latinoamericanos han aplaudido los esfuerzos de Estados Unidos contra el narcotráfico. En contraste, el régimen chavista y sus aliados regionales ven las operaciones como un intento de intimidación militar.
El secretario de Estado, Marco Rubio, aseguró esta semana que la iniciativa de Washington cuenta con el apoyo de países como Argentina, Paraguay, Ecuador, Guyana o Trinidad y Tobago, y que sus Gobiernos han manifestado su disposición a colaborar en acciones conjuntas contra el narcotráfico.
Precisamente hoy, la Gran Diáspora Latinoamericana, integrada por organizaciones civiles y grupos conservadores, se mostró favorable del despliegue de buques estadounidenses cerca de la costa de Venezuela, e instaron al presidente de EE.UU., Donald Trump, a replicar esta presión contra otras naciones latinoamericanas.
Sin embargo, Caracas denunció esta semana que Washington prepara el desplazamiento de un submarino nuclear en la región, acusación que forma parte de la tensión diplomática entre ambos gobiernos.
La posición de Washington refuerza la política de presión contra Maduro, a quien responsabiliza de facilitar operaciones de narcotráfico internacional y de mantener alianzas con organizaciones criminales transnacionales.
El exembajador de Estados Unidos en Venezuela, James Story, aseguró este jueves que toda la región, incluidos quienes se oponen a una intervención militar, espera el colapso del régimen de Nicolás Maduro, pero advirtió que “no es el momento” para ejecutar una acción directa en su contra.
“Todos esperamos el fin de la dictadura en Venezuela, todos en la región, hasta los que están diciendo que la intervención no debería pasar”, expresó Story en entrevista con la emisora colombiana Blu Radio.
Story, quien fue jefe diplomático en Caracas entre 2018 y 2023 —aunque ejerció mayoritariamente desde Bogotá—, señaló que la reciente movilización de una flota militar estadounidense en aguas del Caribe no está diseñada para un ataque militar contra Venezuela, sino para operaciones antidrogas.
La administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desplegó más de 4,000 efectivos, incluidos 2,000 marines, así como aviones, barcos y lanzamisiles en el Caribe, según información oficial, con el objetivo de frenar el narcotráfico en la región. Sin embargo, Story enfatizó que esta fuerza no está equipada para una invasión.
“Veo muy poco probable que este grupo pueda hacer algo (contra Maduro) porque tiene la capacidad de bombardear, pero no tiene la capacidad de invadir. Eso son dos cosas distintas”, afirmó.
El diplomático, quien también fue jefe de operaciones antinarcóticos de la embajada estadounidense en Colombia entre 2010 y 2013, destacó que esta operación puede reforzar alianzas regionales, particularmente con Colombia, Panamá, Guyana y otras naciones del Caribe.
Una amenaza indirecta
Si bien reconoció que la flota representa una amenaza para Maduro, aclaró que su función no es provocar una confrontación directa. “Es una amenaza directa también a Maduro porque puede lanzar un ataque directo a Miraflores (el palacio presidencial), por ejemplo, si quisieran hacerlo”, sostuvo. Pero recalcó: “Este no es el tamaño necesario para una invasión”.
Story también pidió analizar el perfil del presidente Trump, al que calificó como alguien “contrario a una intervención militar directa”. Añadió que, aunque una eventual caída del régimen venezolano sería bienvenida, no cree que sea viable una acción militar inmediata.
En caso de un eventual colapso del gobierno de Nicolás Maduro, el diplomático advirtió que la oposición venezolana debe tener un plan estructurado para evitar un escenario de caos.
“Hay que saber cómo van a gobernar después de la salida de Maduro, porque eso puede generar un caos dentro del país”, advirtió.
También señaló que una crisis interna en Venezuela impactaría de forma directa a Colombia, debido a los 2,219 kilómetros de frontera compartida entre ambos países.
“Este no es el momento para intentar hacer algo directo contra Maduro, no lo veo en este momento”, concluyó Story.