Juan Pablo Escobar, hijo del temido narcotraficante colombiano Pablo Escobar, presentó este miércoles en Barcelona la novela gráfica “Escobar, una educación criminal”, en la que revive su niñez marcada por la violencia y el crimen organizado. El autor asegura que su obra busca desmitificar la figura de su padre, “un terrorista, no un ídolo”.
En rueda de prensa, Escobar explicó que su intención es narrar su experiencia personal y no continuar alimentando la glorificación mediática de su progenitor. “Ahora el protagonista soy yo”, dijo, tras advertir del hartazgo que genera la constante exposición del nombre de Pablo Escobar en la cultura popular.
La obra, publicada por Norma Editorial y realizada junto al guionista Pablo Martín Farina y el ilustrador Alberto Madrigal, repasa episodios de su infancia al cuidado de los hombres de confianza del capo del Cártel de Medellín. La figura de Pablo Escobar aparece sólo hacia el final, en un intento deliberado de descentralizar su protagonismo.
“Contar tanta violencia no es sencillo”, reconoció el autor, quien eligió el formato de cómic por su vínculo natural con la infancia. “No todos los niños crecen rodeados de maleantes”, subrayó.
Sobre su padre, Escobar hijo recordó las contradicciones de un hombre que le enseñaba modales mientras ordenaba asesinatos. “Me decía que dijera ‘por favor’ y ‘gracias’, mientras mandaba a matar gente”. A pesar de su ausencia física, aseguró que era “un papá muy presente”, incluso desde la selva, mediante cartas manuscritas semanales.
El autor, que reniega del dinero del narcotráfico —“una maldición”, lo llamó—, se dedica hoy al activismo contra el narcotráfico.
“Netflix glorifica, yo concientizo. Son las mismas historias, pero contadas desde ángulos opuestos”, sostuvo. En ese sentido, dijo que cuando se encuentra jóvenes con tatuajes del rostro de su padre, les advierte: “Si lo ves como un hombre exitoso, estás equivocado. El éxito le duró cinco minutos”.
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Escobar ha pedido perdón públicamente y se ha reunido con más de 150 familias víctimas del narcotráfico.
“A través del perdón podemos cambiar el presente y el futuro. Mi padre se pasó muchas luces rojas y a mí me han llegado las multas”, ironizó Escobar.
Finalmente, cuestionó el enfoque prohibicionista de la lucha contra las drogas en Colombia. “No es un tema militar, es de salud pública. Las políticas actuales son como echarle agua al jardín”, afirmó. Y cerró con una provocación: “Ojalá prohíban mi cómic. Así venderé más”.
