El Gobierno de Irán apeló este jueves ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para denunciar el “endurecimiento de las restricciones” impuestas por Estados Unidos a su misión diplomática en Nueva York y pidió la intervención del secretario general, António Guterres, para frenar lo que considera una violación de sus derechos legales.
Según el Ministerio de Exteriores iraní, las medidas incluyen limitaciones a la residencia y movilidad de sus diplomáticos, obstáculos para operar sus cuentas bancarias y restricciones incluso para realizar compras básicas. Estas acciones, según Teherán, representan un hostigamiento que obstaculiza el cumplimiento de funciones diplomáticas conforme a las normas internacionales.
En su comunicado, Irán también condenó la decisión del Departamento de Estado de impedir que tres miembros de su delegación continúen con sus funciones en la sede de la ONU. “Esto representa un punto culminante de la violación de la ley y de los compromisos del país anfitrión. Esto pone aún más en entredicho la idoneidad del gobierno estadounidense para albergar la organización”, sostuvo el ministerio.
La misiva dirigida a la ONU recordó las responsabilidades del secretario general como garante del Tratado de Viena y urgió su intervención para detener “la vulneración de los derechos legales” del país persa. Irán advirtió que continuará utilizando todos los mecanismos legales para defender su soberanía y denunciar la reiterada violación de las obligaciones internacionales por parte de Washington.
Aunque el comunicado no precisó la fecha exacta del refuerzo de las restricciones, ya en septiembre Estados Unidos había limitado la movilidad de los diplomáticos iraníes durante la Asamblea General de la ONU y les prohibió el acceso a tiendas mayoristas y de lujo.
Las relaciones entre Teherán y Washington atraviesan un momento de alta tensión tras los bombardeos estadounidenses a instalaciones nucleares iraníes durante la guerra de 12 días con Israel. Desde entonces, quedaron estancadas las negociaciones nucleares entre ambas potencias.
Irán acusa a Estados Unidos de intentar imponer “demandas excesivas” para reiniciar el diálogo, como el cese del enriquecimiento de uranio, la reducción del alcance de sus misiles y la desvinculación de grupos regionales como Hamás, Hezbulá y los hutíes, condiciones que Teherán considera inaceptables.