Etiqueta: consumo energético

  • ¿Vale la pena una televisión de ultra-alta definición? los científicos aseguran que no

    ¿Vale la pena una televisión de ultra-alta definición? los científicos aseguran que no

    ¿Vale la pena invertir más por una televisión de ultra-alta definición? Los científicos piensan que en unas condiciones de uso típicas no, porque el ojo humano tiene un límite de resolución y solo es capaz de apreciar una cantidad determinada de píxeles, por encima de la cual una pantalla proporciona a los ojos más información de la que pueden detectar.

    Lo han comprobado investigadores de la Universidad de Cambridge y de Meta Reality Labs, que han demostrado que en una sala de estar promedio y a unos 2,5 metros del televisor, una pantalla de ultra-alta definición (las de 4K u 8K) de 44 pulgadas no ofrece ninguna ventaja adicional respecto a una de las catalogadas como ‘Quad HD’ del mismo tamaño. Hoy publican los resultados de su trabajo en Nature Communications.

    Los investigadores también han desarrollado una calculadora en línea y gratuita en la que los usuarios pueden introducir el tamaño de su habitación, así como las dimensiones y la resolución de su televisor, para determinar la pantalla más adecuada para su hogar.

    Más píxeles no siempre significa una mejor percepción visual porque el ojo humano tiene un límite de resolución que depende de factores como el tamaño de la pantalla, la distancia o la visión central o periférica, han señalado los investigadores, y han corroborado que un mayor número de píxeles implican un mayor coste y consumo de energía, pero no automáticamente una mejor experiencia visual.

    “A medida que se realizan grandes esfuerzos de ingeniería para mejorar la resolución de las pantallas móviles, de realidad aumentada o de realidad virtual, es importante conocer la resolución máxima a la que las mejoras adicionales no aportan un beneficio apreciable”, ha señalado Maliha Ashraf, investigadora del Departamento de Ciencias de la Computación y Tecnología de Cambridge y primera autora del estudio.

    Los investigadores han comprobado también que el límite de resolución del ojo es mayor de lo que se creía, pero que existen diferencias importantes entre las imágenes en color y en blanco y negro, ya que el cerebro no tiene la capacidad de percibir muy bien los detalles de las imágenes en color, en especial al verlas con una visión periférica.

  • Cortesía digital en IA mejora respuestas, pero dispara el consumo energético

    Cortesía digital en IA mejora respuestas, pero dispara el consumo energético

    Las frases como “hola”, “gracias” o “¿podrías ayudarme?” al interactuar con sistemas de inteligencia artificial (IA) como ChatGPT, aunque hacen la experiencia más humana y placentera, también tienen un costo ambiental: el aumento del consumo energético, advierten expertos.

    Esta cortesía digital, que fomenta respuestas más precisas y personalizadas, activa potentes centros de datos ubicados en diferentes partes del mundo. Según explicaron desarrolladores del sistema, cuanto más extensas y fragmentadas sean las interacciones, mayor es el uso de recursos informáticos, lo que multiplica la huella ambiental.

    A pequeña escala, la diferencia es mínima. Pero multiplicada por millones de usuarios diarios, estas frases triviales pueden generar un consumo energético “notable y muy superior”, alertó el propio ChatGPT, plataforma de OpenAI.

    Aunque el sistema reconoce que responderá adecuadamente sin necesidad de tantos rodeos, recomienda buscar un equilibrio entre amabilidad y eficiencia. Por ejemplo, en lugar de escribir cinco frases como: “hola”, “buenos días”, “espero que estés bien”, “¿podrías ayudarme?”, “gracias”; bastaría con: “¿Me ayudas a redactar una carta, por favor?”, en un solo mensaje.

    La ingeniera informática Verónica Bolón, catedrática en la Universidade da Coruña y galardonada recientemente con el Premio Nacional de Investigación en España, subraya que ser cortés con la IA mejora los resultados, pero aumenta el impacto ecológico si se generan respuestas innecesarias. Por ello, insta a que los usuarios adopten una actitud clara, amable y responsable.

    “Promover un uso más reflexivo es fundamental si queremos que estos sistemas sean sostenibles”, afirmó Bolón, quien también investiga en el área de IA sostenible a nivel nacional e internacional.

    El propio Sam Altman, director de OpenAI, advirtió que el simple hecho de enviar un “gracias” en un mensaje independiente puede representar millones de dólares en costos adicionales por uso de servidores, según explicó en un foro reciente.

    Bolón enfatizó que los abusos, como pedir decenas de versiones del mismo contenido o generar imágenes sin un propósito concreto, deben evitarse para no sobrecargar los recursos tecnológicos y energéticos. “La sostenibilidad debe convertirse en un eje clave del desarrollo tecnológico”, recalcó.

    En esa línea, la investigadora defendió la necesidad de crear algoritmos más eficientes, centros de datos con menor consumo eléctrico y modelos que, desde su diseño, ayuden a reducir la huella de carbono. Además, propuso usar la propia inteligencia artificial como herramienta para avanzar en sostenibilidad, por ejemplo, optimizando el uso de recursos naturales o prediciendo impactos medioambientales.