Etiqueta: deportaciones

  • Mount Pleasant, el corazón de la comunidad salvadoreña en Washington, "paralizado" por el miedo a las redadas

    Mount Pleasant, el corazón de la comunidad salvadoreña en Washington, «paralizado» por el miedo a las redadas

    Las calles de Mount Pleasant, un barrio latino al noreste de Washington D.C., permanecen casi vacías desde que el presidente Donald Trump ordenó el despliegue de la Guardia Nacional en la capital, lo que ha generado temor entre cientos de salvadoreños que residen en la zona.

    El operativo de seguridad, enmarcado bajo la declaración de “Emergencia de Seguridad Pública” en la ciudad, ha provocado que negocios bajen sus ventas, trabajadores dejen sus empleos por miedo a ser detenidos, y residentes eviten salir incluso para comprar alimentos.

    Una lona colgada en la plaza principal resume el sentir del vecindario: “No a las deportaciones en Mount Pleasant. No a la Migra”, se lee en español. La comunidad denuncia que los operativos están enfocados únicamente contra los hispanos.

    “Esto es solo contra nosotros. No se ve a los etíopes, a los chinos o a otros con miedo. Vienen a por los hispanos”, relató a EFE una salvadoreña que trabaja en un restaurante local desde hace dos décadas, y que ahora teme incluso manejar su vehículo por miedo a ser detenida por agentes de inmigración, a pesar de contar con permiso de trabajo y residencia.

    Fotografía que muestra carteles en contra de la redadas en En el barrio de Mount Pleasant, uno de los enclaves latinos de Washington. EFE

    Trump militariza Washington y aumenta arrestos

    La semana pasada, el presidente Trump ordenó el despliegue de la Guardia Nacional, tomó el control de la policía local y reforzó la presencia de agentes del FBI, la DEA y el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), bajo el argumento de combatir la criminalidad.

    Según la fiscal general Pam Bondi, estos operativos ya han derivado en 630 arrestos, aunque organizaciones defensoras de derechos humanos denuncian que muchos de ellos corresponden a inmigrantes indocumentados.

    “La gente tiene mucho miedo. La presión psicológica es enorme porque ves los operativos en la calle y luego en redes sociales”, explicó un salvadoreño sentado solo en la barra de un restaurante, quien también pidió anonimato.

    Negocios latinos, paralizados

    El impacto también ha sido económico. Comercios latinos en Mount Pleasant, muchos de ellos dirigidos por salvadoreños, han reportado una drástica caída en el número de clientes. El miedo ha vaciado las terrazas y reducido los pedidos, incluso a domicilio, ya que muchos repartidores —principalmente latinoamericanos— han optado por dejar de trabajar.

    “No tenemos clientes, las empresas proveedoras nos preguntan por qué no hacemos pedidos”, relató el gerente de un restaurante especializado en pollo. Indicó que incluso uno de sus empleados fue detenido por agentes de inmigración, enterándose del hecho por un video que circuló en redes sociales.

    “Hemos tenido que reducir turnos porque no hay trabajo”, lamentó.

    En medio del temor generalizado, muchos habitantes han optado por permanecer en casa, limitar sus salidas al trabajo y evitar cualquier espacio público. Otros se han visto forzados a comprar en línea para no exponerse a los controles.

    El barrio de Mount Pleasant es el corazón de la comunidad salvadoreña en Washington. EFE

    Extensión del operativo, una posibilidad latente

    La comunidad espera que la situación termine pronto. “Dijeron que duraría un mes. Le rezo a Dios para que se acabe rápido”, expresó una salvadoreña mayor, mientras regresaba de hacer sus compras.

    Sin embargo, el presidente Trump ha advertido que podría extender el operativo, argumentando que la medida aún no ha sido suficiente. Para ello, necesitará la aprobación del Congreso, donde mantiene mayoría.

    Mientras tanto, cientos de inmigrantes en Mount Pleasant —y especialmente la comunidad salvadoreña— continúan enfrentando un ambiente hostil, marcado por el temor, la parálisis social y la incertidumbre de lo que vendrá.

  • EEUU anuncia la revisión de visas vigentes de 55 millones de extranjeros

    EEUU anuncia la revisión de visas vigentes de 55 millones de extranjeros

    La Administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este jueves que mantiene en marcha un proceso de verificación sobre más de 55 millones de personas con visas estadounidenses válidas, como parte de su política migratoria más restrictiva desde su retorno al poder en enero de este año.

    Un funcionario del Departamento de Estado detalló que esta «verificación continua» busca identificar cualquier posible infracción migratoria que pueda llevar a la anulación del visado y eventual deportación de EE. UU., sin especificar un plazo concreto para finalizar este proceso.

    «El Departamento de Estado revoca las visas siempre que existan indicios de una posible inelegibilidad, como por ejemplo, indicadores de permanencia vencida, actividad delictiva, amenazas a la seguridad pública, participación en cualquier tipo de actividad terrorista o apoyo a una organización terrorista», agregó el portavoz.

    El funcionario también indicó que como parte del procedimiento se examina toda la información disponible, incluidos registros policiales, antecedentes migratorios y otros documentos que puedan haber surgido después de la emisión de la visa.

    Dentro de esta estrategia, el Departamento de Estado ha incrementado significativamente las revocaciones de visados desde el regreso del presidente Trump.

    “Desde enero pasado se ha revocado más del doble de visas que en el mismo periodo de 2023, incluyendo casi cuatro veces más visas de estudiante”, afirmó el funcionario.

    Una de las medidas más polémicas fue la cancelación de visas a estudiantes extranjeros que participaron en protestas propalestinas contra la ofensiva de Israel en Gaza, en el contexto del conflicto en Medio Oriente.

    Además, el sábado pasado, el gobierno estadounidense suspendió la emisión de visas de visitante a personas provenientes de Gaza, mientras se realiza una revisión exhaustiva sobre los recientes permisos de entrada humanitaria otorgados desde esa región palestina.

     

  • Trump tardaría 50 años en deportar a 15 millones, advierte estudio

    Trump tardaría 50 años en deportar a 15 millones, advierte estudio

    La promesa del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de deportar a 15 millones de migrantes tomará alrededor de 50 años si se mantiene el ritmo actual de expulsiones, según estimó este miércoles Luciana Gandini, investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

    Durante el foro ‘Migración: desplazamiento forzado, diásporas y apoyo universitario’, la socióloga indicó que las deportaciones no han crecido significativamente respecto a años anteriores, y que las cifras actuales distan mucho de las metas anunciadas por el mandatario estadounidense. “No se han cumplido las promesas de expulsar entre 15 y 20 millones. Hasta ahora se han deportado unas 150,000 personas”, puntualizó Gandini.

    Además, advirtió que el discurso antiinmigrante del presidente Trump comienza a generar ecos en otras partes del mundo, reforzando políticas restrictivas fuera del contexto estadounidense.

    La investigadora, quien coordina el Seminario Universitario de Desplazamiento Interno, Migración, Exilio y Repatriación de la UNAM, reveló que entre 2010 y 2024, América Latina y el Caribe pasó de tener 8 millones a casi 18 millones de migrantes internacionales, y que el 85 % de estos flujos migratorios ocurren dentro de la región, lo cual representa un fenómeno novedoso.

    También destacó casos crecientes de autodeportaciones, producto del temor, amenazas y la frustración, especialmente entre quienes no logran regularizar su situación migratoria. “El regreso forzado, aunque costoso, se está volviendo una opción para muchos”, explicó.

    Solicitudes de asilo y muertes en rutas migratorias aumentan

    Martha Judith Sánchez, otra de las investigadoras del foro, expuso que la movilidad internacional sigue en aumento, con 304 millones de migrantes en el mundo, lo que representa el 3.6 % de la población global.

    Las solicitudes de asilo crecieron un 30 % entre 2020 y 2022, pasando de 4.1 millones a 5.4 millones, mientras que la cantidad de refugiados aumentó de 14 millones en 2000 a 35.2 millones en 2014. A esto se suman los 8,938 migrantes que han muerto en rutas peligrosas de desplazamiento hasta 2024.

    Por su parte, el investigador Mario Luis Fuentes Alcalá señaló que el 40 % de los desplazamientos forzados en América Latina involucran a comunidades indígenas, muchas de ellas afectadas por conflictos territoriales, violencia o marginación estructural.

    En México, para finales de 2024 se estiman 390,000 personas desplazadas internamente, indicó Fuentes, quien también coordina el proyecto La UNAM en las fronteras. Llamó a evitar estigmatizar los lugares de origen, ya que “están surgiendo nuevas formas de comunidad, relaciones sociales y configuraciones territoriales”.

    “El territorio es una construcción social, cultural y política. Son espacios ocupados por otros, y la llegada de nuevas poblaciones genera tensiones y competencia por los mismos recursos”, explicó.

    La UNAM ofrece orientación, contención y asistencia a migrantes a través de su plataforma “UNAM, Acción Migrante”, que brinda acompañamiento tanto a mexicanos como a personas de otras nacionalidades.

  • César, un salvadoreño deportado por Trump que trata de rehacer su vida en una isla española

    César, un salvadoreño deportado por Trump que trata de rehacer su vida en una isla española

     El salvadoreño César Méndez salió más tarde ese día de su casa para ir a trabajar; cuando fue a subirse al coche lo pararon, lo pusieron contra la pared y lo esposaron. Había caído en una redada antimigratoria que le condenaba a dejar Estados Unidos tras 20 años residiendo en el país.

    César lleva apenas un mes en la isla española de Fuerteventura (en las Islas Canarias), donde ha optado por poner el marcador a cero y empezar una nueva vida, igual que hizo cuando en 2005 decidió abandonar El Salvador y probar suerte en Estados Unidos.

    En Cuscatlán, El Salvador, se ganaba el jornal en una fábrica de textiles. Con el salario iba alimentando la nevera hasta que empezaron las amenazas de las pandillas.

    “Era un acoso diario, cuando salía a trabajar estaban fuera; me pedían dinero y si no me golpeaban y maltrataban”, cuenta en una entrevista con EFE. Al final, no le quedó más remedio que salir del país hacia Estados Unidos huyendo de la violencia de las pandillas y dejando atrás una hija.

    Hizo el viaje por la ruta terrestre que une México con Estados Unidos. Estuvo mes y medio en el trayecto a través de un camino lleno de peligros, “en el que hay malos tratos, hambre, sed”, cuenta.

    Parte del viaje fue como polizón a lomos de ‘La Bestia’, el tren de mercancías que atraviesa México, convertido en transporte por excelencia para los centroamericanos indocumentados y cuyas ruedas de acero han dejado un reguero de mutilados y muertos.

    “Fue difícil porque el tren iba a mucha velocidad, tuvimos que subirnos corriendo. Durante la noche cayó una tormenta muy fuerte, nos mojamos todo el trayecto hasta llegar a Tamaulipas, fueron tres días aguantando frío, hambre y lluvia”, recuerda.

    Un ‘coyote’, los traficantes de personas que actúan en el corredor migratorio de México, le ayudó a cruzar la frontera con Estados Unidos. En California se buscó la vida como ‘freganchín’ en restaurantes, lavando coches, en la construcción…

    En 2011 se mudó a Nueva Jersey y pudo levantar una pequeña empresa de construcción con la que, poco a poco, comenzó a acariciar el sueño americano.

    En todo ese tiempo, no logró regularizar su situación, “lo intenté muchas veces pagando a abogados, nos daban esperanzas, pero nunca se hizo nada. Me iban a dar un permiso de trabajo, pero llegó Trump y ahí quedó”, lamenta.

    El sábado 12 de abril salió de su casa para ir al trabajo, cuando fue a subirse al coche, vio cómo unos hombres se bajaban de unos vehículos y caminaban hacia él. “Aparecieron unos de la parte de atrás de mi carro y otros de frente; salieron carros por todos lados, eran oficiales de inmigración”, cuenta.

    “Me agarraron y empujaron contra otro carro, me esposaron y me dijeron que no podía hacer nada, luego me llevaron a un lugar de detención a tomarme las huellas” y por la noche, a eso de las ocho, a una celda.

    Pensó que su expulsión del país sería en horas, pero le tenían preparado un peregrinaje por centros de retención durante cinco semanas.

    Dos semanas en Nueva Jersey, luego al centro de retención de Luisiana, después al de Texas y, de nuevo, Luisiana. “Se sufre mucho”, dice mientras recuerda los despertares a las dos de la madrugada, cómo los esposaban de manos y pies para moverlos de un centro a otro, lugares donde “los derechos se pierden, hay mucha discriminación”, confiesa.

    El día que lo expulsaron a El Salvador, lo despertaron muy temprano, lo esposaron y lo mandaron para el avión, ya en el aire pensaba lo que había dejado atrás: su esposa, familia, amigos, su coche, a los dos empleados de su empresa… “en Estados Unidos tenía la vida hecha”, dice.

    En El Salvador lo recibieron los de inmigración, “llegué cansado, desorientado y sin saber qué pensar ni hacer; me sentí como un delincuente porque así es como nos tratan, aunque no haya hecho nada porque siempre he intentado hacer las cosas bien”, comenta.

    Tras unas semanas en su país, pudo reunirse con su esposa, que había dejado Estados Unidos de forma voluntaria para reencontrarse con César.

    La mujer, con nacionalidad española, había vivido en Fuerteventura y pensaron que la isla canaria sería un buen lugar para desconectar. Al final, decidieron empezar una nueva vida en la isla. Con el marcador de nuevo a cero, César intenta regularizar su situación a través del arraigo familiar, al tener su mujer nacionalidad española.

    “Siempre he trabajado, eso es lo que busco y lo que busqué en Estados Unidos, pero no tuve la oportunidad de regularizarme”.

  • Trump reconoce dificultad de reemplazar a migrantes expulsados en sectores clave

    Trump reconoce dificultad de reemplazar a migrantes expulsados en sectores clave

    El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció este martes que los trabajadores migrantes expulsados bajo su política migratoria son difíciles de reemplazar, especialmente en áreas sensibles como la agricultura, donde su ausencia impacta directamente la economía nacional.

    No se pueden sustituir fácilmente”, afirmó el mandatario en una entrevista con CNBC, destacando que los ciudadanos estadounidenses que viven en zonas urbanas “no hacen ese trabajo”, pese a múltiples intentos. Según Trump, los migrantes “lo hacen de forma natural”, en referencia al tipo de trabajo que desempeñan en el campo.

    El presidente abordó el tema tras ser consultado sobre el impacto económico de las deportaciones, reflejado en el más reciente informe de empleo, el cual reportó una pérdida de 1.7 millones de puestos ocupados por trabajadores extranjeros entre marzo y julio, y solo 73,000 nuevos empleos netos creados, cifra que Trump consideró “insuficiente”.

    Aunque reiteró que su administración continúa con la expulsión de personas con antecedentes criminales, el presidente subrayó que está “trabajando con los agricultores para no afectar su labor”, asegurando que “son una parte muy importante de este país y no vamos a hacer nada que los perjudique”.

    Trump también dejó entrever la posibilidad de que algunos de estos trabajadores retornen legalmente a Estados Unidos. “Quiero trabajar con ellos. En algunos casos, los enviamos de regreso con un permiso para que puedan volver legalmente”, explicó. Añadió que su administración está elaborando “reglas y regulaciones” para gestionar este proceso de forma segura y eficiente.

    Esta no es la primera vez que el presidente Trump admite el impacto de su estrategia migratoria en sectores productivos clave. En junio ya había adelantado que se evaluarían medidas para mitigar los efectos en la agricultura, la hotelería y el ocio, áreas donde los trabajadores migrantes desempeñan un rol crucial.

  • Solo en marzo 764 salvadoreños fueron deportados según Migración

    Solo en marzo 764 salvadoreños fueron deportados según Migración

    Al menos 764 salvadoreños fueron deportados solo durante marzo de 2025, según el reporte de avance del Plan Anual Operativo de la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) publicado en el sitio de transparencia de la institución.

    El informe señala que la Gerencia de Atención al Migrante de la DGME recibió y brindó asistencia a 764 retornados vía aérea y terrestre solo durante el mes de marzo. La institución no ha divulgado la cantidad de deportados recibidos en enero, febrero, abril, mayo y junio.

    Migración señala que la recepción de deportados «depende de factores externos a la institución». Según datos recopilados por la organización Wirness at the Border, El Salvador ha recibido al menos 85 vuelos con deportados en los primeros seis meses de 2025.

    A inicios de 2025, la entidad migratoria reportó que en todo el año pasado habían recibido a 14,989 salvadoreños deportados, de ellos, 14,189 desde Estados Unidos; otros 698 desde México y apenas 99 desde otros países.

    Esta cifra significó un aumento del 12 % frente a los 13,358 deportados a El Salvador durante 2023. El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) documentó 15,284 salvadoreños deportados el año pasado. La mayoría de los deportados regresan a El Salvador vía aérea.

    Los expertos migratorios César Ríos de Agenda Migrante y Celia Medrano han urgido al gobierno salvadoreño la implementación de un plan integral para atender a los salvadoreños que están siendo deportados desde Estados Unidos.

    Esta semana, el Ministerio de Relaciones Exteriores anunció el lanzamiento de un nuevo programa de atención para deportados, con un financiamiento de $3.4 millones y con una duración de 24 meses.

    Con el programa buscan: fortalecer la capacidad institucional para brindar asistencia diferenciada y humanitaria; implementar estrategias de comunicación y sensibilización sobre derechos humanos y migración irregular y fortalecer los mecanismos de reintegración económica a través de empleo, formación, certificación profesional y fomento de emprendimientos.

  • Ecuador deporta a 1,000 presos colombianos y Colombia exige protocolo

    Ecuador deporta a 1,000 presos colombianos y Colombia exige protocolo

    El gobierno de Ecuador confirmó la deportación de 1,000 presos colombianos como parte de un proceso para reforzar la seguridad interna y descongestionar su sistema penitenciario. Según las autoridades ecuatorianas, 700 personas privadas de libertad ya han sido repatriadas a Colombia a través del Puente Internacional de Rumichaca, en medio de estrictos protocolos de seguridad.

    El Servicio Nacional de Atención Integral (SNAI) explicó que la medida se ejecuta en el marco de la Ley Orgánica de Movilidad Humana y su reforma por la Ley de Integridad Pública, además del artículo 61.1 del Código Penal ecuatoriano. El proceso se inició oficialmente el 2 de julio con un acuerdo entre la Subsecretaría de Migración y la Dirección de Control Migratorio.

    Durante julio, se realizaron alrededor de 1,000 audiencias individuales con internos colombianos, cuyas resoluciones fueron enviadas a los jueces competentes. Estos emitieron boletas de excarcelación en un plazo máximo de 24 horas. Una vez liberados, los repatriados fueron deportados a través del paso fronterizo con Colombia.

    El Ejecutivo de Ecuador afirmó que el proceso ha sido ejecutado bajo «estrictos protocolos de seguridad» y en «irrestricto respeto a los derechos humanos», protegiendo la privacidad y garantizando los derechos fundamentales de los repatriados.

    Colombia denuncia falta de coordinación

    Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia manifestó su inconformidad por la falta de aviso previo sobre la deportación masiva, señalando que el proceso fue improvisado y sin protocolo definido. Hasta ahora, 603 colombianos han sido recibidos por las autoridades del país: 543 hombres y 60 mujeres, según cifras oficiales.

    La canciller Rosa Yolanda Villavicencio criticó la ausencia de coordinación bilateral, aunque destacó la respuesta institucional frente a la situación: “Las personas han sido atendidas con dignidad y empatía. Recibieron orientación sobre sus derechos y deberes como retornados”.

    Colombia insistió en la necesidad de establecer un protocolo binacional con calendario definido, para evitar situaciones imprevistas que puedan vulnerar los derechos de los ciudadanos repatriados y afectar la estabilidad fronteriza.

  • EEUU inicia deportaciones desde centro migratorio “Alligator Alcatraz” en Florida

    EEUU inicia deportaciones desde centro migratorio “Alligator Alcatraz” en Florida

    El Gobierno de Estados Unidos comenzó esta semana los vuelos de deportación de migrantes detenidos en el nuevo centro de detención “Alligator Alcatraz”, una instalación migratoria ubicada en una vieja pista aérea en medio de los Everglades, al oeste de Miami, según confirmó el gobernador de Florida, Ron DeSantis.

    “Me complace reportar que esos vuelos desde ‘Alligator Alcatraz’, de parte del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), ya han comenzado. El ritmo está incrementando. Hemos removido a cientos de ilegales desde aquí”, declaró DeSantis durante una conferencia de prensa realizada en el mismo centro.

    El gobernador republicano adelantó que la Guardia Nacional de Florida pronto participará en el proceso actuando como jueces migratorios para acelerar las deportaciones, una medida que fue autorizada por el presidente Donald Trump durante su visita al centro el pasado 3 de julio.

    “El propósito completo es facilitar más vuelos y deportaciones desde este sitio. La pista aérea permite operaciones diurnas y nocturnas, lo que lo convierte en un punto clave para la política migratoria”, afirmó DeSantis.

    El centro de detención Alligator Alcatraz, inaugurado el 3 de julio en un aeropuerto abandonado, actualmente tiene capacidad para 2,000 migrantes, pero se proyecta que alcance hasta 4,000 detenidos, según explicó Kevin Guthrie, director ejecutivo de la División de Manejo de Emergencias de Florida (FDEM).

    Aunque no se especificaron las nacionalidades de los deportados, DeSantis recordó que la Administración Trumpordenó la expulsión de cerca de 800,000 personas, con entre 50,000 y 75,000 radicadas en Florida.

    Protestas y denuncias por condiciones “inhumanas”

    La operación ha generado críticas. Activistas y familiares de migrantes han denunciado las condiciones del centro como “inhumanas” y lo comparan con un “campo de concentración” y una “jaula para perros”. Reportes indican que al menos 1,000 personas han sido detenidas en el lugar, seis de ellas hospitalizadas desde su apertura.

    La alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, exigió este viernes mediante una carta a FDEM el acceso al sitio para inspecciones y supervisión ante los reportes de violaciones a los derechos humanos.

    Pese a las críticas, DeSantis defendió el rol de Florida como líder en la implementación de la política migratoria de Trump, destacando que han evitado la llegada de más de 18,000 migrantes a las costas del estado, y que han firmado acuerdos con todos los condados para cooperar con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

  • Fiscal de Florida insta a denunciar exparejas para su deportación

    Fiscal de Florida insta a denunciar exparejas para su deportación

    El fiscal general de Florida, James Uthmeier, instó a la población a reportar a sus exparejas si se encuentran en Estados Unidos de forma irregular, en un esfuerzo por reforzar la política migratoria impulsada por el presidente Donald Trump.

    A través de su cuenta en X, Uthmeier informó que su oficina recibió una denuncia contra un excompañero sentimental acusado de violencia doméstica que había excedido la estadía permitida por su visa de turista. El fiscal aseguró que esta persona ya enfrenta un proceso de deportación.

    “Si tu ex está en este país ilegalmente, por favor, siéntete con la libertad de contactar a nuestra oficina. Estaremos felices de ayudar”, escribió Uthmeier.

    La publicación fue respaldada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), que compartió el mensaje y promovió una línea directa del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para recibir denuncias de inmigrantes sin estatus legal.

    “De abusador doméstico a perdedor deportado”, expresó el DHS en apoyo a la iniciativa.

    Según datos oficiales, la línea telefónica del ICE atiende un promedio de 15,000 llamadas mensuales relacionadas con reportes migratorios. La campaña busca reforzar la cooperación ciudadana en la identificación de personas con estatus migratorio irregular, incluso si se trata de relaciones sentimentales previas.

    Esta medida se alinea con las acciones lideradas por Uthmeier en Florida para ejecutar con firmeza la agenda migratoria del presidente Donald Trump. Entre ellas destaca la reciente apertura del centro de detención migratoria conocido como “Alligator Alcatraz”, que desde su inauguración el pasado 3 de julio ha recibido cerca de 1,000 migrantes.

     

  • Salvadoreños con protección, menores nacidos en Estados Unidos y residentes entre grupos propensos a deportaciones

    Salvadoreños con protección, menores nacidos en Estados Unidos y residentes entre grupos propensos a deportaciones

    Los salvadoreños con estatus de migración irregular son los principales posibles deportados desde Estados Unidos, con la ola de retornos masivos que ha impulsado el gobierno de Donald Trump, aunque, también se han deportado connacionales con protección temporal, con residencia e incluso menores nacidos en el país norteamericano.

    La experta en migración Celia Medrano explicó a Diario El Mundo que son alrededor de 800,000 los salvadoreños «en condición irregular» en Estados Unidos y ellos constituyen el grupo «en mayor condición de riesgo» ante las masivas deportaciones aunque no son los únicos por estar estar más expuestos.

    «Hemos sido testigos de muchos casos, incluyendo los ocurridos en contra de personas inmigrantes de origen salvadoreño en Estados Unidos,  la aplicación de las actuales políticas antimigratorias estadounidenses no distinguen si las personas detenidas cuentan con algún estatus de protección temporal». Celia Medrano, experta migratoria.

    Medrano explicó que en las deportaciones se han identificados personas solicitantes de asilo, otros que gozan de alguna protección temporal y otros. Medrano define algunos grupos vulnerables:

    • Con protección temporal como el Estatus de Protección Temporal (TPS) y el programa Consideración de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA).
    • Menores nacidos en Estados deportados con sus padres.
    • Solicitantes de asilo.
    • Con carné de residencia.
    • Ciudadanizados.

    Particularmente, Medrano considera que las deportaciones de menores estadounidenses retornados con sus padres son «acciones condenables». Además, considera que en realidad «no hay indicios» de una cercanía entre ambos gobiernos «que se traduzca en un trato preferencial para los salvadoreños».

    Tomando en cuenta la eliminación del TPS para Haití, Nicaragua, Venezuela y Honduras, Medrano considera que «no sería una sorpresa que se anunciara la cancelación del TPS para salvadoreños», el cual, fue prorrogado por Joe Biden hasta septiembre de 2026.

    Por otro lado, Reynaldo Alvergue, experto de SOS Inmigración Internacional hay tres grupos vulnerables a deportaciones: los que tienen antecedentes criminales, los que asisten a la corte sabiendo que tienen orden de deportación y quienes no obedecieron la salida voluntaria.

    La organización Agenda Migrante aseguró hace unas semanas que ve «potencialmente seguro que se suspenda» el TPS para los salvadoreños porque considera que el gobierno estadounidense busca liberarse de los permisos de trabajo.

    De enero a junio se han recibido 85 vuelos con salvadoreños deportados desde norteamericana según un informe de la organización Witness at the Border que recopila datos del Sistema de Inmigración y Aduanas (ICE).

    La Dirección de Migración y Extranjería (DGME) reporta de enero a marzo unos 2,797 salvadoreños deportados vía área, lo que representa una disminución del 26 % respecto a las cifras de 2024.