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  • Cuatro meses de deflación, ¿se deben preocupar los salvadoreños?

    Cuatro meses de deflación, ¿se deben preocupar los salvadoreños?

    El Salvador acumula cuatro meses en deflación, una situación que si se profundiza y toca otros renglones de la economía podría generar serios problemas.

    De acuerdo con el Banco Central de Reserva (BCR), el Índice de Precios al Consumidor (IPC) cayó en deflación en abril con una tasa de -0.11 %, siguió mayo con -0.21 %, junio con -0.17 % y julio con -0.14 %. El último dato de agosto se publicará el viernes 5 de septiembre.

    A diferencia de la inflación, cuando los precios suben, la deflación es lo contrario, hay una caída generalizada de los precios. La economía salvadoreña sufrió este fenómeno en algunos meses en 2019 y se mantuvo así durante todo 2020, el año de la gran crisis debido a la pandemia de covid-19.

     

    Primeras consideraciones

    Rommel Rodríguez, coordinador del Área de Macroeconomía y Desarrollo de la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde), sugiere revisar otras aristas de la economía para preocuparse o no si la deflación es dañina en las condiciones actuales de El Salvador.

    El IPC en negativo ocurre al mismo tiempo que el Índice de Precios al Productor (IPP) acumula tres meses con una variación mensual negativa, mientras que el Índice de Volumen de la Actividad Económica (IVAE) no despega, con tasas de 0.60 % y 2.3 % entre enero y mayo.

    En la camándula de aristas se encuentra el fuerte crecimiento de las remesas familiares de un 18.6 % tras superar los $5,700 millones en los primeros siete meses de 2025, un dinamismo que es atribuido al temor de los salvadoreños en Estados Unidos a la deportación y, por consiguiente, envían más dinero para tener un colchón de ahorro.

    El ingreso masivo de remesas se refleja, en parte, en un fuerte crecimiento de un 15.9 % en la cartera de depósitos, que alcanzó los $18,193.8 millones a junio, según la Asociación Bancaria Salvadoreña (Abansa).

    Por otro lado, el BCR reporta que seis de las 12 divisiones del IPC se encuentran en negativo, sobre todo en transporte (-2.12 %) y alimentos y bebidas no alcohólicas (-1.85 %).

    En julio, la canasta alimentaria subió por un mayor costo en las raciones de frijoles y tortillas. /DEM

    “Los precios, en términos generales, deberían estar cayendo y eso se debería estar traduciendo en una mayor capacidad adquisitiva de las personas para comprar, pero eso no necesariamente se está traduciendo en mayores compras y eso me hace pensar en el comportamiento de los depósitos, porque han tenido un comportamiento al alza bastante fuerte desde los últimos meses del año pasado”, añadió el economista.

    Aunque en los números hay una caída generalizada, los salvadoreños pagan más por la canasta básica alimentaria (CBA), la cual subió $6.2  y se colocó en $190.79 en la zona rural en julio, el precio más alto desde octubre de 2023. Entretanto, la CBA urbana se encareció $2, hasta colocarse en $255.06.

     

    Efecto FMI

    Y si las remesas y los depósitos crecen a doble dígito, ¿por qué la demanda está decaída?

    Uno de los factores explicativos que yo encuentro es que el ajuste que se está implementando por parte del gobierno, a partir del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), está siendo bastante fuerte, eso podría haber afectado de alguna manera la demanda”, explicó Rodríguez.

    La Administración de Nayib Bukele se comprometió a realizar un ajuste fiscal de 3.5 puntos porcentuales del PIB entre 2025 y 2027, priorizando recortes al gasto público. Esto se traduce en una menor demanda de bienes y servicios por parte del gobierno, además de aplicar despidos de personal en varias carteras.

    El economista alertó que la economía salvadoreña podría entrar en terreno peligroso si la deflación se profundiza, mientras que la actividad económica no “levanta cabeza” que resienta la economía de los agentes privados.

    “Ciertamente hay una caída en el nivel general de precios, pero muchos agentes económicos están encontrando dificultades para encontrar ingresos, entonces no han podido capitalizar esa caída de precios porque no tienen ingresos”, sostuvo.

    La demanda, sin embargo, es clave para las empresas, sobre todo para los micro negocios y los productores. El problema se origina cuando cae y no hay gente consumiendo, porque usualmente las personas retrasan la compra de algún producto a la espera que los precios continúen cayendo.

    Si el episodio de deflación se prolonga y con tasas más pronunciadas, la economía salvadoreña se podría enfriar, las empresas aplicar recortes de personal y comprar menos, generando un círculo dañino para la actividad y la atracción de inversiones.

     

    Vistazo en la región

    El Salvador no está solo en la región. Costa Rica acumula tres meses en deflación, hasta cerrar en -0.61 % en julio, y Panamá arrastra desde septiembre de 2024 y fue de -0.36 % en julio.

    Laura Clavijo Muñoz, directora de investigaciones económicas, sectores y de mercado de Grupo Cibest, agregó un nuevo elemento al caldo de situaciones que han llevado a tres economías centroamericanas a deflación: China.

    El gigante asiático vive desde inicios de 2025 un proceso de deflación que en alguna manera llega hasta los mercados centroamericanos.

    “Eso es algo que podría pasar en algunos de nuestros países, que ahora esos productos chinos de plástico, juguetes, que ya tiene un arancel muy grande en Estados Unidos, empiecen a inundar mercados como el de Brasil y como los nuestros”, explicó la economista durante un foro con periodistas el pasado 19 de agosto.

    La investigadora de Grupo Cibest, casa matriz de Bancoagrícola, aseguró que por el momento no considera que sea “algo muy grave” para la región, pero que se debe mantener bajo monitoreo.

  • La banca salvadoreña supera los $23,000 millones en activos, según ABANSA

    La banca salvadoreña supera los $23,000 millones en activos, según ABANSA

    La Asociación Bancaria Salvadoreña (ABANSA) aseguró este miércoles que los bancos miembros mantienen una fortaleza financiera robusta, con crecimiento en activos, créditos y depósitos al cierre de junio 2025, consolidando su papel como motor del desarrollo económico de El Salvador.

    De acuerdo con el reporte, los activos bancarios alcanzaron $23,393.9 millones, lo que representa un aumento de $2,043.2 millones (9.6 %) frente al mismo periodo de 2024.

    Este dinamismo se refleja en el incremento de los préstamos, que sumaron $16,506.4 millones, es decir, $1,044.6 millones (6.8 %) más que el año pasado, beneficiando tanto a empresas como a familias.

    Abanca informó que el financiamiento empresarial mostró especial crecimiento, llegando a $8,089.7 millones, con un alza anual de $713 millones (9.7 %).

    Los sectores más dinámicos fueron comercio (+10.2 %), construcción (+25.4 %) y servicios (+6.9 %), lo que confirma el papel del crédito bancario como impulsor de la producción nacional.

    Depósitos crecen 15.9% y morosidad se reduce

    Los depósitos también evidencian la confianza de los salvadoreños en el sistema financiero: alcanzaron $18,193.8 millones, con un incremento de $2,490.2 millones (15.9 %) en un año.

    Además, la morosidad de los préstamos se redujo a 1.52 % (desde 1.86 % en 2024), mientras que la cobertura de reservas subió a 154.9 %, reflejando una gestión prudente del crédito y niveles de solvencia superiores a los requeridos.

     

  • Saldo en cartera de créditos de Bancoagrícola creció un 5 % en primer semestre de 2025

    Saldo en cartera de créditos de Bancoagrícola creció un 5 % en primer semestre de 2025

    Bancoagrícola cerró el primer semestre de 2025 con un saldo en cartera de créditos que incrementó en un 5 %, según un informe divulgado por Grupo Cibest, matriz administradora de negocios financieros de Bancolombia.

    El documento divulgado por Grupo Cibest confirma que el saldo en cartera rondó los $4,500 millones, un 5 % por arriba de los datos acumulados durante el mismo lapso de 2024.

    “Entre los proyectos acompañados por la entidad está la estructuración de un crédito sindicado por $200 millones para CrediQ, unidad de negocio financiero de Grupo Q, empresa líder en distribución de vehículos en seis países de Centroamérica”, plantea el documento.

    Bancoagrícola también se consolidó con 1.7 millones de clientes al cierre del primer semestre de 2025.

    Grupo Cibest asumió la operación de Bancoagrícola en El Salvador, así como de Banistmo en Panamá y Bam en Guatemala, según informó Bancolombia a mediados de mayo de 2025. De esta forma, este es el primer informe que se divulga luego de la creación como holding de negocios.

    Desempeño

    Según el documento, tanto la matriz de Bancolombia como los negocios complementarios en Colombia y Centroamérica cerraron junio con $92,200 millones en activos, marcando un crecimiento de un 8.6 %. Por su parte, la cartera bruta de créditos se ubicó en $68,700 millones, un 6.4 % por arriba de los registros de 2024.

    Grupo Cibest confirmó un alza de los depósitos de un 11.7 %, tras alcanzar los $69,500 millones.

    El CEO de Grupo Cibest, Juan Carlos Mora, aseguró que la creación del holding les permite operar de forma “integrada, ágil y sostenible”.

    De la misma forma, indicó que reafirma el “compromiso con el desarrollo económico y social de cada uno de los países” en los que tienen presencia y con los que llegan a 33 millones de clientes en la región.

    El resto de la región

    Grupo Cibest confirmó un incremento de un 8 % de saldo en cartera de créditos en Bancolombia, luego de sumar $48,800 millones al cierre del primer semestre.

    En Colombia, Nequi contabilizó 25.5 millones de clientes, así como 540 millones de transacciones de forma mensual,con una cartera de $286 millones a junio pasado.

    La plataforma de pagos de Wompi (para pequeños y medianos negocios) superó los 21,400 usuarios, mientras que Wenia, compañía de cripto activos de Grupo Cibest, llegó a 2,500 usuarios activos.

    En Panamá, Banistmo reportó un saldo en cartera de préstamos de $7,800 millones, así como más de 557,000 clientes.

    El saldo en cartera de créditos en Bam, Guatemala, fue de $4,900 millones, con un crecimiento de un 7 % frente a junio de 2024.

    Además, junto con Bancoagrícola, Bam financió a Mobiliare Real Estate Solutions con $148 millones destinados a financiar pasivos financieros, desarrollar nuevos proyectos inmobiliarios y liberar recursos para futuras inversiones, un 68.5 % de la financiación de este proyecto entre ambas entidades financieras.