La tenista bielorrusa Aryna Sabalenka, actual número uno del mundo, expresó su desacuerdo con la participación de mujeres transgénero en el circuito profesional femenino, al considerar que poseen ventajas físicas que comprometen la equidad en la competencia.
Sabalenka hizo estas declaraciones durante un episodio del pódcast del australiano Nick Kyrgios, en la antesala del duelo de exhibición que ambos disputarán el próximo 28 de diciembre en Dubái, conocido como la “Batalla de los Sexos”.
“Es una pregunta difícil y no tengo nada contra ellas, pero siento que tendrían una gran ventaja sobre el resto y no creo que sea justo que las mujeres se enfrenten a hombres biológicos”, dijo la tenista. “No es justo que una mujer haya estado trabajando toda su vida para llegar al límite y luego se tenga que enfrentar a un hombre que es biológicamente mucho más fuerte. No estoy de acuerdo con esto en el deporte”, agregó.
Kyrgios, su rival en la exhibición, respaldó su opinión: “Ha dado en el clavo”, comentó el tenista, quien apenas ha disputado cinco partidos este año debido a lesiones.
Actualmente, las reglas de la WTA permiten que una mujer transgénero participe en el circuito si ha declarado su identidad de género como mujer durante al menos cuatro años y si ha mantenido sus niveles de testosterona por debajo del umbral permitido en los últimos dos años.
Sabalenka, ganadora de cuatro títulos de Grand Slam, enfrentará a Kyrgios en un formato especial al mejor de tres sets. En caso de empate, se jugará un ‘super tie-break’ y se implementarán reglas para equilibrar condiciones: cada jugador solo tendrá un saque y la zona de juego de Sabalenka será más reducida que la de su contrincante masculino.
Los grandes capos del narcotráfico ya no exhiben mansiones, autos lujosos o joyas. Lejos quedó el modelo a lo Pablo Escobar. Ahora, los nuevos líderes de redes criminales se camuflan entre empresarios de alto perfil, mantienen un bajo perfil y operan desde lugares “herméticos” como Dubái, según revelaron investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil de España tras el desmantelamiento de una red internacional que introducía 120 toneladas de cocaína al año desde Colombia a Europa, en gran parte por puertos españoles.
Este nuevo perfil es conocido como “narco invisible” o de “cuarta generación”. A diferencia del capo tradicional afincado en su territorio, los nuevos líderes criminales son móviles, usan tecnología para encriptar sus comunicaciones y estructuran sus operaciones tras redes empresariales aparentemente legales.
“Sacan los vuelos en el mismo día y hoy pueden estar en Colombia, mañana en España, al día siguiente en Dubái, luego en Catar… y a la semana siguiente de vuelta”, explicaron a EFE fuentes de la UCO.
A los capos de hace unos años les gustaba exhibir que llevaban una vida de alto nivel adquisitivo, mostrando sus grandes mansiones, sus vehículos de lujo, sus mujeres… Los de ahora prefieren permanecer en el anonimato, se comportan como discretos empresarios y, aunque acumulan mucha riqueza, la disfrutan en zonas donde pueden pasar más desapercibidos, como por ejemplo en Dubái.
Entre tanto rico, los ‘narcos invisibles’ no llaman la atención. Y, además, han aprendido a llevarse su riqueza a países «herméticos» que, como el propio Dubái, no suelen colaborar con las investigaciones que se llevan a cabo en otros países y donde es muy difícil «atacar» esos bienes procedentes de actividades delictivas.
Estas organizaciones funcionan como multinacionales: usan sociedades mercantiles legales, como exportadoras de fruta, para ocultar cargamentos de droga, y crean otras firmas paralelas para lavar el dinero. Se alejan de la logística directa y delegan funciones clave en intermediarios, lo que les permite no figurar en investigaciones tradicionales y así evitar su detección.
Un hombre con una camiseta del narcotraficante colombiano Pablo Escobar en Medellín (Colombia). EFE
El modelo Pablo Escobar ha quedado obsoleto
Por lo que parece, el modelo Pablo Escobar, el colombiano que lideró una de las más potentes organizaciones criminales del mundo, ha quedado obsoleto. Aquellos narcos que querían construir urbanizaciones, patrocinar equipos de fútbol o incluso, como en el caso el Escobar, entrar en política, ya no existen.
Ese paso al ‘narco invisible’ lo han dado los narcotraficantes colombianos, conscientes de que la ostentación de la que antes hacían gala les ponía a tiro de las agencias policiales, como hizo la DEA con Pablo Escobar.
No hay constancia de la existencia narcos de ‘cuarta generación’ como tales en España, aunque en la operación recientemente conocida y bautizada como Gulupa se detuvo en nuestro país a los hermanos ‘Zuluaga’ y ‘Black Jack’, pero eran colombianos.
España es un país de tránsito para la droga, no es productor y, por tanto, no surgen esos grandes empresarios. Sí existen aún algunos narcos que todavía hacen ostentación de todo lo que consiguen con su actividad delictiva.
El perfil de los capos como Pablo Escobar dibujaba a personas afincadas en su zona, sin salir de ella prácticamente y sin establecer contactos para el negocio más allá de con los locales o con quienes se desplazaran a su feudo.
Sin embargo, los de ‘cuarta generación’ viajan constantemente. Tienen una gran movilidad en un mundo globalizado, ya que son quienes hacen los negocios. Eso también les hace ‘invisibles’ y dificulta su seguimiento.
«Sacan los vuelos en el mismo día y hoy pueden estar en Colombia, mañana en España, al día siguiente en Dubái, luego en Catar…. y a la semana siguiente de vuelta», recalcan gráficamente los investigadores de la UCO.
Como dificulta también su persecución el hecho de que hagan uso de las mas modernas tecnologías para encriptar sus comunicaciones.
Una tienda con la foto de Pablo Escobar en Budapest, Hungría.
La tendencia actual, según la Guardia Civil, apunta a una “franquiciación” del narcotráfico. Pequeños clanes en Colombia se integran bajo el paraguas del Clan del Golfo, considerado una de las organizaciones más poderosas del mundo.
Esta modalidad complica las investigaciones, pues diluye responsabilidades y fortalece la estructura criminal. Aunque pasen desapercibidos, advierten las autoridades, estos narcos continúan siendo peligrosos: “Si tienen que acabar con alguien, si hay cualquier problema, lo solucionan por la vía rápida”.