El edificio Antonio Bou, en San Salvador, ha recobrado el esplendor que lo caracterizó en los años dorados de la capital salvadoreña, ahora como la primera Tienda Insignia (máximo lujo) del café Starbucks en Latinoamérica, retomando su esencia original y embelleciendo su pared oriente con vitrales que ilustran el cultivo del café en el país.
Edificado entre 1923 y 1927, en la 6a Calle Poniente (Calle Rubén Darío), este espacio fue testigo de momentos históricos desde la esquina opuesta al Mercado Central, que posteriormente sería plaza Hula Hula y hoy nuevamente mercado.
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El inmueble quedó escondido por el histórico descontrol de las ventas ambulantes que saturaron la vía a lo largo de varias décadas, y se mantuvo en pie pese a temblores y terremotos como los de 1965 y 2001, pero especialmente del 10 de octubre de 1986, que dejó cientos de víctimas en la capital; cerca de 500 al desplomarse el edificio Rubén Darío, localizado exactamente frente al Antonio Bou.
El estilo del edificio es el art nouveau, una tendencia europea de finales del siglo XIX y principios del XX, que define las líneas de su fachada, contornos, pisos y decoraciones ondulantes basadas en figuras de plantas.
Fue diseñado por el arquitecto italiano Félix Brutus Targa Dubois, quien según la historiadora de arte Astrid Bahamond, fue discípulo del mismísimo español Antoni Gaudí (1852-1926) y diseñó posteriormente el cercano castillo de la Policía Nacional (1934) y el emblemático Telégrafo (1935), contiguo al edificio Bou.

Cabe recordar que en los años 90, el local pasó a ser sede de la franquicia de restaurantes McDonald’s, y luego de un recordado litigio sobre esta marca, pasaría a ser Mc de ServiPronto, del empresario Roberto Bukele. En los últimos años fue ocupado por una tienda de artículos varios para el hogar, dejando ver, a través del ventanal de su mezzanine, una bodega de cajas que una vez más opacaban su estética.
El rescate de este edificio, patrimonio cultural de El Salvador, llega tras más de 100 años de historia, y no sólo pasa a ser administrado por una marca comercial, sino también a fungir como espacio para diversas expresiones del arte, contando con apoyo del Ministerio de Cultura.

El empresario fundador
Según datos citados en la fanpage «Nuestro El Salvador De Antaño», a cargo de Jorge de Sojo Figuerola, el empresario español António Bou Esbert llegó a El Salvador procedente de San Pablo de Ordal, Cataluña (provincia de Barcelona), en 1892.
Para 1901 fundó la ferretería conocida como casa «BOU», contando con asociados de alta confianza que contribuirían al desarrollo del negocio: Andrés Rodríguez López, Franco H. Barba, Faustino Masriera, Santiago Barrachina y Vicente Ribes, reseña la página.

Agrega que el negocio llegó a establecer sucursales en Santa Ana, San Miguel y Ahuachapán, citando el libro «El progreso Catalán en América», Tomo IV, publicado en 1926.
El negocio fundado por Bou también sobrevive luego de más de 120 años y hoy en día sigue disponible como Almacenes BOU, una ferretería que también incluye implementos para el hogar y los deportes, ubicada en la 9a Calle Oriente de Santa Ana, además de estar presente como tienda online en www.almacenesbousa.com.
«Miramos hacia atrás con profundo respeto y gratitud. La Casa Bou es el testimonio de nuestros inicios y la visión inquebrantable de nuestro fundador, Antonio Bou. Cada ladrillo de aquel edificio y cada desafío superado por él, sentaron las bases de lo que somos hoy«, apuntaron el pasado 31 de octubre en sus redes sociales.

