El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, confirmó este domingo que no solo ha ordenado al Ejército israelí la ocupación de la ciudad de Gaza, sino también una intervención contra los campos de desplazados en la costa central del país, que ha descrito como «los últimos bastiones» del movimiento islamista palestino Hamás.
«He dado orden al Ejército israelí para que desmantele los dos últimos bastiones de Hamás en la ciudad de Gaza y los campamentos centrales del país. Es la mejor forma de terminar con esta guerra y de acelerar su fin», dijo este domingo el primer ministro en rueda de prensa.
Entre los campamentos centrales de Gaza se encuentran los establecidos en Al Mauasi, que Israel describió en su día como una «zona segura» que, no obstante, también ha sido objetivo de bombardeos del Ejército israelí.
Netanyahu no precisó si la operación contra los campos incluirá a los comprendidos en esta zona, pero indicó que las órdenes de evacuación para la ciudad de Gaza y los campamentos centrales irán acompañadas de la declaración de «nuevas zonas seguras» donde recibirán agua, comida y atención médica.
No ha dado plazos sobre el proceso de expulsión previo de la población de estas zonas, donde viven más de un millón de palestinos.
«En Rafá (sur de Gaza) solo hicieron falta entre seis y ocho días, así que creo que podemos conseguir un resultado parecido. En cualquier caso no quiero hablar de calendarios exactos, pero estamos hablando de un plazo razonablemente corto porque queremos que la guerra termine», indicó.
Netanyahu, por lo demás, ha repetido su plan de cinco puntos aprobado el pasado viernes por su gabinete, a pesar de las fuertes reticencias expresadas por el Ejército, y que contemplan la desmilitarización de Hamás, su expulsión de las instituciones de gobierno en Gaza, y la instauración de una «autoridad civil», y ha descartado que sea la Autoridad Palestina, el Gobierno palestino en Cisjordania.
El primer ministro insistió una vez más, frente a la opinión de organizaciones humanitarias internacionales, que no existe hambruna en Gaza y que todo se trata de una «campaña de distorsión» por parte de Hamás.
Trump trata con Netanyahu la ofensiva israelí que iniciará en Gaza
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tuvo este domingo una conversación telefónica con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, para tratar la nueva ofensiva que comenzará el Ejército israelí para tomar la ciudad de Gaza y los campamentos de desplazados de la costa central del enclave.
«El primer ministro Benjamin Netanyahu ha hablado ahora con el presidente estadounidense Donald Trump», informó la oficina del primer ministro tras la rueda de prensa que ha concedido a medios internacionales y en la que ha defendido su estrategia a capa y espada a pesar de la reticencia de su propio Ejército y los temores a un nuevo episodio de la catástrofe humanitaria que atraviesa la población.
En la conversación, «ambos discutieron los planes de Israel de tomar el control de los bastiones restantes de Hamas en Gaza para poner fin a la guerra a través de la liberación de los rehenes y la derrota de Hamás».
Netanyahu, además, «agradeció a Trump su fuerte apoyo a Israel desde el comienzo de la guerra», concluye el comunicado.
Trump rechazó el pasado domingo calificar de genocidio la actuación del Ejército israelí en la Franja de Gaza y ha dejado prácticamente en manos de Netanyahu cualquier decisión sobre la estrategia a seguir en el enclave.
Su prioridad como presidente de EEUU, aseguró en su momento, consiste en facilitar la entrega de ayuda a través de los centros de distribución de la cuestionada Fundación Humanitaria para Gaza, denunciada por expertos de la ONU y ONG como una trampa mortal para los palestinos.
«Queremos que Israel alimente a esta gente. Estamos haciendo contribuciones considerables, básicamente para comprar comida y alimentar a la gente. No queremos que la gente pase hambre ni que se muera de hambre», aseguró por entonces.
En su primera rueda de prensa ante los medios internacionales conjuntos en más de un año, Netanyahu ha insistido en que su país está siendo víctima de una campaña de propaganda cuyo último episodio ha sido la «falsa declaración» de que Israel está forzando una hambruna en Gaza. «Si hubiéramos impuesto semejante política nadie habría sobrevivido a dos años de guerra», ha manifestado el primer ministro israelí.
Netanyahu ha denunciado que esta «campaña de presión» está provocando decisiones como la tomada por Alemania este pasado viernes, que decidió suspender la entrega de armas para su uso en Gaza. «El canciller alemán es un buen amigo de Israel pero ha sucumbido a la presión de los medios de comunicación», ha aseverado Netanyahu, quien asegura que cuenta con el apoyo en privado de líderes europeos. «Me dicen ‘Sabemos que tienes razón, pero no podemos soportar la presión», ha asegurado.
En respuesta, el primer ministro israelí ha anunciado que ha dado orden a su cúpula de seguridad de que estudie la posibilidad de levantar las restricciones a la entrada a la prensa internacional hasta ahora en vigor «por motivos de seguridad» para que sea testigo de las iniciativas del Ejército israelí para proteger a la población, según sus palabras. La orden está sometida ahora mismo a consideración.
«Sin Hamás ni la autoridad palestina»
Netanyahu ha insistido en un futuro escenario en el que Gaza estará gobernada por una «autoridad de transición» de la que no formarán parte ni Hamás ni la Autoridad Palestina, el Gobierno palestino en Cisjordania, al entender que ambas organizaciones «tienen el mismo objetivo» que es la destrucción de Israel.
Según Netanyahu, los niños palestinos en Gaza y Cisjordania «reciben la misma educación con los mismos libros de texto» y por la que la Autoridad Palestina mantiene una política de «pagar por matar» para fomentar el asesinato de judíos.
«La verdadera razón de la persistencia de este conflicto no es la ausencia de un Estado palestino, sino la persistente negativa palestina a reconocer al Estado judío dentro de cualquier frontera», ha indicado antes de reiterar su negativa a dialogar sobre una situación de dos estados porque está convencido de que los palestinos seguirán «buscando la destrucción de Israel».
«Darles un estado independiente con todos los lujos es invitar a una guerra futura, y a una guerra segura», ha zanjado.
Hamás denuncia «sarta de mentiras»
En respuesta, Hamás ha descrito primero a través de su portavoz Taher al Nunu y luego a través de un comunicado que Netanyahu ha convertido su comparecencia en una «sarta de mentiras» para ocultar su verdadero plan, «destruir las necesidades básicas de vida en la Franja».
«Netanyahu continúa explotando la cuestión» de los rehenes para continuar con «una guerra de agresión tras incumplir en marzo el acuerdo de alto el fuego» durante los intercambios de prisioneros y retirarse de las negociaciones.
Hamás ha denunciado también que Netanyahu miente cuando habla de que está entrando suficiente ayuda en Gaza cuando lo que llega «no representa más que el 10 por ciento de las necesidades reales y le ha acusado de impedir la entrada de medios internacionales para que no vean lo que está ocurriendo realmente en la Franja de Gaza.