El presidente electo de Chile, José Antonio Kast, aseguró en su primer discurso tras la victoria electoral que será el mandatario “de todos los chilenos”, sin exclusiones, y extendió un llamado a la unidad nacional para enfrentar los desafíos económicos y sociales del país.
El candidato del ultraconservador Partido Republicano se impuso en la segunda vuelta presidencial celebrada este domingo y, tras agradecer el respaldo de su familia y aliados políticos, afirmó que “este no es un triunfo personal, es una victoria de Chile y de la esperanza de vivir sin miedo”.
Kast, sucesor del presidente Gabriel Boric, reconoció a su contendora Jeannette Jara por asumir un “desafío difícil” y llamó al respeto hacia ella y sus seguidores. “Un gobierno no se construye solo con los partidarios, la oposición también es importante”, dijo en un tono conciliador.
Dirigiéndose a quienes no votaron por él, Kast aseguró que “para enfrentar las emergencias que tenemos, los necesitamos a todos”. Añadió que gobernará respetando a quienes piensan distinto y reiteró su disposición de promover un “acuerdo nacional” por el bien común.
Durante su intervención, el mandatario electo advirtió que “no hay soluciones mágicas” y anticipó que 2026 será “un año duro” por la situación fiscal del país. “Esto requerirá unidad, entrega y muchas renuncias”, expresó, confirmando además que renunciará a su militancia partidaria para liderar un gobierno de unidad.
El nuevo presidente chileno extendió su agradecimiento a exmandatarios como Eduardo Frei, Sebastián Piñera y Michelle Bachelet, y se comprometió a gobernar con independencia de las presiones políticas. “No hay tiempo que perder. Desde el primer minuto vamos a trabajar por Chile”, aseguró.
La seguridad ciudadana fue uno de los temas centrales de su discurso, reafirmando que “el orden no es un capricho” y que el Estado debe cumplir con la ley al igual que los ciudadanos. “Vamos a restablecer la ley en todas las regiones, sin privilegios ni excepciones”, prometió.
Kast también reivindicó el rol de las fuerzas de orden: “Chile volverá a respetar a Carabineros, PDI, Gendarmería y las Fuerzas Armadas. No podemos permitir que se denigre a quienes están dispuestos a dar la vida por este país”.
Finalmente, pidió confianza a la ciudadanía, afirmando que su gobierno estará “en terreno” y que escuchará las necesidades reales de los chilenos. “No prometo milagros, pero sí compromiso, trabajo y respeto por cada uno de ustedes. Se puede cambiar Chile, y lo haremos juntos”, concluyó.
Más de 15.7 millones de chilenos acudirán a las urnas este domingo para elegir al sucesor del presidente Gabriel Boric, en una elección que enfrenta a dos figuras con visiones radicalmente opuestas: el ultraderechista José Antonio Kast y la candidata comunista Jeannette Jara.
Aunque Jara obtuvo la mayoría de votos en la primera vuelta del 16 de noviembre con el 26.8 %, los sondeos proyectan que Kast será el próximo presidente. El abogado y exdiputado ha recibido el respaldo inmediato de los candidatos de la derecha tradicional y la extrema derecha, quienes juntos sumaron más del 50 % del electorado.
Kast, fundador del Partido Republicano y exmiembro de la UDI —partido surgido en la dictadura de Augusto Pinochet— busca por tercera vez llegar a La Moneda. Católico, padre de nueve hijos y defensor del neoliberalismo, ha estrechado lazos con figuras como Donald Trump, Javier Milei y Georgia Meloni. También presidió la Political Network for Values, organización que promueve “la defensa de la vida, la familia y el matrimonio” en la región.
Para Carlos Malamud, investigador del Real Instituto Elcano, “Kast es una pieza más de la nueva política de Trump hacia América Latina”. Si se concreta su victoria, dijo a EFE, “la estrategia de Trump se va a reforzar porque Chile se va a alinear con otros gobiernos en sintonía similar, como Javier Milei en Argentina, Santiago Peña en Paraguay, Nayib Bukele en El Salvador o Daniel Novoa en Ecuador”.
De imponerse en las urnas, Kast sería el primer mandatario en asumir el poder tras haber defendido públicamente al régimen de Pinochet y haber hecho campaña por su continuidad en el plebiscito de 1988. Desde el retorno a la democracia, el único presidente de derecha ha sido Sebastián Piñera, quien gobernó dos veces y votó en contra del dictador.
“El avance de las ultras evidencia que las derechas tradicionales están siendo desfondadas. Pasó en Brasil tras el bolsonarismo y en Argentina, la derecha de Macri está desdibujada. Mi temor es que pase lo mismo en Chile”, expresó a EFE Cristóbal Rovira, académico de la Universidad Católica.
En caso de una improbable victoria de Jara, quien es vista como la heredera del gobierno de Boric, la izquierda regional podría encontrar un leve respiro tras las recientes derrotas electorales en Bolivia, Ecuador y Argentina. Sin embargo, los expertos coinciden en que el descontento social y la baja popularidad del actual gobierno dificultan su triunfo.
“La región se está moviendo a la derecha y seguramente va a seguir el próximo año con Colombia”, opinó Tulio Vera, director ejecutivo interino de Global Americans.
Para Claudia Heiss, de la Universidad de Chile, “una muy improbable victoria de Jara fortalecería la alianza que hoy día tiene Chile con Brasil como polo progresista democrático”. No obstante, aclaró que “su política exterior sería de continuidad con la de Boric y no sería muy determinante en las decisiones de Estados Unidos respecto de la región”.
El jefe de la bancada del Partido Nacional de Honduras, Tomás Zambrano, exigió este sábado al Consejo Nacional Electoral (CNE) agilizar el conteo de votos de las elecciones generales del pasado 30 de noviembre, luego de que el sistema de divulgación lleva casi 24 horas sin actualización.
“Le pedimos al Consejo Electoral que haga rápido el trabajo, no podemos seguir esperando. Estamos hablando ya en este momento de casi 24 horas que no se mueven”, reclamó Zambrano desde una de las sedes del partido opositor.
El líder político señaló que esta parálisis, que ya ha ocurrido en varias ocasiones desde el día de la votación, socava la transparencia y credibilidad del proceso electoral, así como la confianza de los ciudadanos en las instituciones.
A través de sus redes sociales, Zambrano también advirtió sobre la difusión de mensajes “que buscan generar confusión y caos”, y acusó al oficialista partido Libertad y Refundación (Libre) de intentar anular o repetir los comicios desde el gobierno.
“Esas ideas atentan contra la voluntad expresada por el pueblo hondureño el pasado domingo”, aseguró. Además, reiteró que las actas en poder del Partido Nacional coinciden con las que maneja el CNE y el resto de partidos, por lo que, según dijo, “la decisión del pueblo ya está registrada”.
“El Partido Nacional ha presentado públicamente el 100 % de sus actas, mostrando resultados que respaldan una misma tendencia: que ‘Papi a la Orden’ es presidente”, manifestó, en referencia al candidato presidencial Nasry ‘Tito’ Asfura.
Zambrano pidió serenidad y confianza en el proceso: “Dejemos que el CNE continúe divulgando las actas, realice los escrutinios especiales y publique el resultado final. La verdad será una sola, la que reflejen las actas oficialmente validadas. Honduras merece paz, merece estabilidad y merece avanzar”.
Hasta la última actualización, con el 88.02 % de las actas escrutadas, el candidato del Partido Nacional, Nasry Asfura, lidera con 1,132,321 votos (40.19 %), seguido de Salvador Nasralla, del Partido Liberal, con 1,112,570 votos (39.49 %). En tercer lugar figura la candidata oficialista de Libre, Rixi Moncada, con 543,675 votos (19.30 %).
La página oficial del CNE dejó de actualizarse desde la tarde del viernes, sin que hasta el momento el organismo haya brindado una explicación oficial.
El CNE tiene un plazo legal de 30 días desde la jornada electoral para dar a conocer los resultados oficiales definitivos de la votación, en la que también se eligieron tres designados presidenciales (vicepresidentes), 298 alcaldías, 128 diputados al Parlamento local y 20 al Parlamento Centroamericano.
El conservador Nasry “Tito” Asfura, del Partido Nacional de Honduras, lidera con leve ventaja el recuento preliminar de las elecciones generales celebradas el domingo, con el 56 % de las actas procesadas, en unos comicios que marcarían el retorno de la derecha al poder en ese país centroamericano.
Según el último informe del Consejo Nacional Electoral (CNE), a las 5 AM de este lunes, Asfura suma 735,703 (40.08 %), seguido muy de cerca por Salvador Nasralla, del Partido Liberal, quien contabiliza 731,527 (39.78 %). En tercer lugar queda la oficialista Rixi Moncada, del izquierdista Partido Libre, con 352,836 (19.23 %), lo que llevó a su partido a llamar a sus seguidores a “mantenerse en pie de lucha” mientras se completa el conteo.
El retraso en la entrega de resultados provocó tensión en la sede del CNE, donde cientos de observadores internacionales esperaban el informe. Ante la demora, Asfura lanzó un enérgico reclamo a la presidenta del ente electoral. “Le exigimos a Ana Paola Hall… no tengamos a un país en espera, en ascuas, en tinieblas. Hágalo por el bien de la democracia”, pidió el candidato.
La jornada electoral transcurrió sin mayores incidentes, más allá de algunas denuncias sobre retrasos, problemas técnicos y urnas dañadas. Según cifras preliminares, más de 2.8 millones de los 6 millones de hondureños habilitados acudieron a las urnas, en un proceso que fue seguido de cerca por Estados Unidos, país que aplaudió la alta participación.
El respaldo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se convirtió en uno de los factores clave en la recta final de la campaña. Trump describió a Asfura como “el único verdadero amigo de la libertad en Honduras” y prometió “mucho apoyo” para el país en caso de su triunfo. Además, mencionó la posibilidad de trabajar juntos para “luchar contra los narco-comunistas” y enfrentar al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.
Ese espaldarazo incluyó, según reportes internacionales, la disposición de otorgar un indulto al expresidente Juan Orlando Hernández, del mismo partido de Asfura, condenado por narcotráfico en Estados Unidos entre 2014 y 2022.
Mientras Asfura se fortalece con el respaldo de Washington, Nasralla, también conservador, mantiene “optimismo” de revertir el resultado y devolver al Partido Liberal al poder tras 16 años de ausencia.
Nasralla fue uno de los tres vicepresidentes en el gobierno de Xiomara Castro hasta abril de 2024, cuando renunció por discrepancias con la presidenta y su esposo, el exmandatario Manuel Zelaya.
El candidato presidencial del opositor Partido Liberal de Honduras, Salvador Nasralla, afirmó este lunes que si resulta electo en las elecciones generales del próximo 30 de noviembre, romperá relaciones diplomáticas con el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.
“Tiene que haber un cambio en Venezuela. Si no lo hay, a partir del momento que tome posesión, romperemos relaciones diplomáticas con Venezuela”, enfatizó Nasralla en conferencia de prensa celebrada en Tegucigalpa.
El aspirante, conocido por su trayectoria como presentador deportivo, fue enfático al señalar que su gobierno no mantendrá vínculos con «regímenes que no sean legítimos». Aseguró que Honduras solo reconocerá a gobiernos elegidos de forma libre y democrática, en alusión al contexto electoral venezolano.
“No podemos tener relaciones con un país donde las autoridades no corresponden a la voluntad de su pueblo. En Venezuela ganó Edmundo González, no Nicolás Maduro. Por eso, nosotros no podemos mantener relaciones con ese régimen”, reiteró.
Nasralla compite por la presidencia con Nasry Asfura, del oficialista Partido Nacional, y Rixi Moncada, del partido Libertad y Refundación (Libre), liderado por el expresidente Manuel Zelaya, esposo y principal asesor de la actual mandataria hondureña, Xiomara Castro.
Cabe recordar que el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela proclamó ganador a Nicolás Maduro en las elecciones del 28 de julio, un resultado cuestionado por la oposición venezolana y por buena parte de la comunidad internacional, incluida la Unión Europea y organismos como la OEA.
En contraste, la presidenta hondureña Xiomara Castro felicitó públicamente a Maduro el mismo día de los comicios, saludando lo que calificó como un “inobjetable triunfo del pueblo venezolano”.
Más de seis millones de hondureños están habilitados para votar en los comicios del 30 de noviembre, en los que se elegirá al próximo presidente, tres vicepresidentes, 128 diputados al Parlamento, 298 alcaldías municipales y 20 representantes al Parlamento Centroamericano.
Nasralla, quien ya ha participado en elecciones anteriores, ha centrado parte de su campaña en marcar distancia con el oficialismo y presentar su candidatura como una alternativa de ruptura con las políticas exteriores actuales, en especial en temas de democracia y derechos humanos.
La diputada Marcela Villatoro, jefa de fracción de Arena en la Asamblea Legislativa, propone que el enfoque estratégico de su partido debe ser la elección legislativa de 2027, ya que es desde el parlamento donde se reforman y aprueban las leyes que impactan directamente a la población salvadoreña.
“Es super importante que nosotros nos enfoquemos en la Asamblea Legislativa, es aquí donde se ve todo y donde se regula todo, por eso es importante que la diferencia que exista sea dentro de la Asamblea Legislativa. En el tema presidencial hay gente que tienen un gran contento con el presidente, pero en el tema legislativo por las actuaciones de los diputados”, afirmó Villatoro.
Villatoro adelantó que ha recibido diversas opiniones de las bases, entre ellas, voces que sugieren no postular candidato presidencial y concentrarse únicamente en obtener representación legislativa.
“Así como a él le han dicho personas que deberíamos de participar como partido, yo también he conocido a varias personas que me han dicho que no, por eso es que tenemos que reunirnos con nuestras bases y tomar una decisión según la mayoría”, declaró.
Además, la legisladora considera urgente visibilizar el trabajo de los diputados de oposición y denunciar las irregularidades que —según ella— se cometen desde el oficialismo.
“Nosotros tenemos que hacerle ver a la gente el trabajo de los diputados que no conformamos parte del gobierno, demostrarle a la gente todos esos abusos que se cometen aquí, para los ciudadanos, por parte de la Asamblea Legislativa”, afirmó.
A su criterio, un contrapeso legislativo permitiría corregir el rumbo del país y frenar los atropellos del gobierno actual. “Buscar un equilibrio es la forma como nosotros podemos hacer un cambio estructural para el funcionamiento del país”, agregó.
En cuanto al trabajo territorial, Villatoro indicó que mantiene un acercamiento activo con las bases del partido y los concejales recién electos, en busca de identificar liderazgos locales que puedan postularse como candidatos a alcaldes y diputados. “
Estoy trabajando con las bases, en una reunión que tuve con miembros del Consejo Ejecutivo Nacional… la importancia es buscar líderes dentro de los departamentos para diputaciones y alcaldías”, apuntó.
Finalmente, enfatizó que junto a su diputada suplente, Raquel Serrano, mantiene un trabajo de escucha en las comunidades, canalizando denuncias y trasladándolas al pleno legislativo. “Estamos en esa disposición de trabajo”, concluyó.
Portugal elegirá a su nuevo presidente el próximo domingo 18 de enero de 2026, según confirmó la Jefatura del Estado a través de un comunicado oficial publicado este jueves en su sitio web.
El actual mandatario, Marcelo Rebelo de Sousa, no podrá optar a la reelección, ya que la Constitución portuguesa limita el ejercicio del cargo a dos periodos consecutivos. Rebelo de Sousa, del bloque conservador, gobierna desde 2016.
“El presidente de la República firmó el decreto que fija las elecciones presidenciales para el domingo 18 de enero de 2026, que fue enviado para su publicación en el Diario de la República”, detalló la nota oficial.
Entre los primeros aspirantes a sucederle figuran nombres relevantes de la política portuguesa, como el almirante Henrique Gouveia e Melo, exjefe del Estado Mayor de la Armada; Luís Marques Mendes, analista político y exministro de Asuntos Parlamentarios; André Ventura, líder del partido de ultraderecha Chega; y António Seguro, exsecretario general del Partido Socialista y exministro adjunto.
Según la normativa vigente, cualquier ciudadano portugués con derecho a voto y mayor de 35 años puede presentar su candidatura para ocupar la jefatura del Estado por un período de cinco años.
Bolivia inició el jueves el periodo de silencio electoral previo a la segunda vuelta presidencial del domingo 19 de octubre, que definirá al nuevo mandatario entre Rodrigo Paz, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), y Jorge Quiroga, de la alianza Libre. Ambos aspirantes lideraron los comicios generales del pasado 17 de agosto sin alcanzar la mayoría necesaria para ganar en primera vuelta.
Este jueves también comenzó el traslado del material electoral a las zonas rurales de las nueve regiones del país. Las maletas electorales, bajo custodia militar y policial, contienen papeletas, actas, listas de votantes, certificados de sufragio, señalética, mamparas y otros insumos necesarios para los jurados y notarios.
Será la primera vez en la historia de Bolivia que un presidente se elige mediante balotaje, un mecanismo introducido en la Constitución de 2009. El nuevo mandatario asumirá el 8 de noviembre, cerrando casi dos décadas de gobiernos liderados por el Movimiento al Socialismo (MAS).
Rodrigo Paz cerró su campaña en Tarija, mientras que Jorge Quiroga lo hizo en La Paz. Paz va acompañado en la fórmula por el expolicía Edman Lara, mientras Quiroga postula junto al emprendedor tecnológico Juan Pablo Velasco.
Contexto económico crítico
La segunda vuelta se desarrolla en un contexto de crisis económica marcado por la escasez de dólares, combustibles y el aumento de precios en productos básicos. Esta situación ha sido central en los discursos de campaña de ambos candidatos, que prometen reformas estructurales para estabilizar la economía nacional.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) recordó que, según la Ley del Régimen Electoral, la propaganda política debe cesar 72 horas antes de la jornada de votación, bajo sanción de multas de hasta 55.000 bolivianos (7.902 dólares) por infringir esta normativa.
Las organizaciones políticas están obligadas a retirar o cubrir la propaganda difundida durante la campaña electoral. El periodo de silencio se mantendrá hasta que finalice la jornada de votación, informó el TSE.
Las últimas encuestas publicadas en Bolivia antes del silencio electoral proyectan una ventaja para el expresidente Jorge Tuto Quiroga en la segunda vuelta presidencial que disputará el domingo 19 de octubre frente al senador centrista Rodrigo Paz Pereira. De confirmarse los resultados, sería la primera vez que el país defina a su presidente mediante una segunda vuelta electoral.
El sondeo más reciente, difundido por el canal privado Unitel y realizado por Ipsos Ciesmori, otorga a Quiroga un 44.9 % de respaldo frente al 36.5 % de Paz. El estudio, realizado entre el 6 y 9 de octubre con una muestra de 2.500 entrevistas presenciales en zonas urbanas, rurales e indígenas, muestra también un 9.3 % de indecisos, además de votos nulos (5.6 %) y blancos (3.7 %).
Otra encuesta, publicada por Red Uno y elaborada por la firma Captura Consulting, refleja una diferencia más estrecha: 42.9 % para Quiroga frente al 38.7 % de Paz, con un 10 % de electores aún indecisos. Ambos estudios tienen un margen de error del 2.2 % y fueron realizados en las nueve regiones del país.
El candidato a la Presidencia de Bolivia Rodrigo Paz, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), habla durante el cierre de su campaña, en El Alto, Bolivia. EFE
Durante los últimos días de campaña, el senador Rodrigo Paz cuestionó la fiabilidad de los sondeos, recordando que fue subestimado en la primera vuelta del pasado 17 de agosto, donde sorpresivamente se impuso con el 32.06 %, superando a Quiroga, que obtuvo el 26.70 %. Ningún candidato alcanzó la mayoría necesaria, activando por primera vez en la historia democrática del país la segunda vuelta establecida en la Constitución de 2009.
Rodrigo Paz postula por el Partido Demócrata Cristiano (PDC) junto al exoficial Edman Lara, mientras que Quiroga encabeza la fórmula de la alianza Libre, acompañado por el empresario tecnológico Juan Pablo Velasco. La campaña concluye el miércoles y dará paso a un período de reflexión antes del histórico balotaje que definirá el rumbo político de Bolivia hasta 2030.
La carrera presidencial en Chile arrancó oficialmente este lunes con la inscripción de los aspirantes a La Moneda que aún no habían formalizado su participación en las elecciones del 16 de noviembre.
En total, serán ocho los candidatos para suceder al izquierdista Gabriel Boric -que no puede optar a la reelección y dejará el cargo en marzo de 2026-, en unas elecciones presidenciales en las que habrá voto obligatorio por primera vez desde 2009.
El ultraderechista José Antonio Kast, líder del Partido Republicano y primero en todos los sondeos, lanzó su campaña con fuertes dardos al Gobierno y prometió un «cambio radical» para «recuperar y reconstruir» el país.
«Vivimos una emergencia en seguridad que encierra a las familias en sus casas, mantiene libres a los criminales en las calles y permite que extranjeros ilegales violen impunemente nuestras fronteras y nuestras leyes», proclamó Kast, quien es candidato presidencial por tercera vez y en 2021 perdió el balotaje contra Boric.
Exdiputado ultracatólico de 59 años, Kast es muy cercano al mandatario argentino, Javier Milei, y al líder del partido ultraderechista español Vox, Santiago Abascal, con los que coincide frecuentemente en las reuniones que la organización internacional Foro Madrid celebra en distintas partes del mundo.
También es seguidor del presidente de EE.UU., Donald Trump, y defensor de Augusto Pinochet (1973-1990) así como del modelo neoliberal que se instauró en el segundo periodo de la dictadura.
«Chile no está condenado al fracaso, Chile está llamado a la grandeza», enfatizó Kast en un acto este lunes en la región norteña de Antofagasta en el que prometió bajar los impuestos y reducir el tamaño del Estado, al que definió como un «obstáculo, atrapado en su propia burocracia, en su obsesión regulatoria y en un gasto público desbordado».
La comunista Jeannette Jara, exministra de Trabajo de Boric y candidata única de la izquierda y centroizquierda.
Una militante comunista, la candidata de la izquierda
Todas las encuestas coinciden en que Kast pasará a la segunda vuelta que se celebrará el 15 de diciembre junto a la comunista Jeannette Jara, exministra de Trabajo del Gobierno Boric y candidata única de la izquierda y la centro-izquierda chilena.
Jara, militante comunista desde la adolescencia, quedó inscrita automáticamente como candidata cuando ganó las primarias abiertas de su sector político el pasado 29 de junio y este lunes presentó ante el Servicio Electoral (Servel) un primer borrador de su programa de gobierno.
«El sueño que queremos es un país que crezca más, que genere mejor empleo, que tenga mejores salarios y que tenga mejores condiciones de vida para todas las familias», manifestó Jara, quien también cuenta con el apoyo de la Democracia Cristiana, el histórico partido de centro que pilotó buena parte de la transición chilena y que no forma parte de la coalición oficialista.
A diferencia de la izquierda y la centro-izquierda, el conservadurismo no ha logrado ponerse de acuerdo para celebrar primarias a fin de elegir un candidato único. Es por ello que la derecha tradicional aglutinada en la formación Chile Vamos concurrirá a las presidenciales con la exalcaldesa Evelyn Matthei, quien inscribió su candidatura este fin de semana.
«Quienes venían a refundarlo todo nos ha entregado años de inseguridad, estancamiento económico, promesas vacías y sueños truncos», declaró el pasado sábado Matthei, quien fue durante meses la favorita en todas las encuestas, pero que en las últimas semanas ha quedado relegada a la tercera posición en los sondeos.
También se adelantó e inscribió su candidatura el pasado jueves el diputado Johannes Kaiser, líder del Partido Nacional Libertario (PNL) y representante de una ultraderecha más bronca que la de Kast, que aparece quinto en los sondeos, con entre un 4 % y 5 % de apoyo.
El economista Franco Parisi, líder del Partido de la Gente (PDG), vuelve a irrumpir en la contienda tras sorprender en 2021 con un tercer lugar.
¿Dará la sorpresa Parisi?
Quien podría volver a dar la sorpresa, como ocurrió en las elecciones de 2021, cuando quedó tercero, es el economista populista y líder del Partido de la Gente (PDG), Franco Parisi, quien en las últimas semanas viene creciendo en las encuestas, incluso superando en algunas a Matthei.
«Nosotros vamos a gobernar con mano dura contra los criminales y dándole la mano a la clase media, que la ha pasado pésimo (…) Con Parisi presidente y el Parlamento con el PDG, los criminales tienen dos opciones: o bala, o cárcel», enfatizó.
Los otros candidatos son el exdiputado Marco Enríquez-Ominami (izquierda), el periodista y exdirigente de fútbol Harold Mayne-Nicholls (liberal) y el profesor Eduardo Artés (extrema izquierda).
Paralelamente a la primera vuelta, se celebrarán elecciones parlamentarias para elegir al Congreso entero (155 diputados) y a 23 de los 50 senadores.
Los analistas coinciden en que serán unos comicios muy polarizadas y, aunque todas las encuestas apuntan a un balotaje entre Kast y Jara, la obligatoriedad del voto deja abierto el escenario.
«Habrá que ver qué es lo que sucede en los debates, el despliegue territorial, las propuestas concretas y también las polémicas que podrían levantarse. Esto todavía no está escrito en piedra, pero sí vemos una tendencia y cierta estabilización en la preferencia de los votantes», apuntó a EFE el profesor Rodrigo Espinoza, de la Universidad Diego Portales.