Tesla anunció el miércoles que los aranceles promovidos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, representaron un gasto de $300 millones durante el segundo trimestre del año, afectando tanto su división automotriz como energética.
Así lo confirmó el director financiero de la compañía, Vaibhav Taneja, durante una llamada con inversores tras la publicación de sus resultados trimestrales. El ejecutivo detalló que dos tercios del impacto económico se concentraron en el área de automóviles eléctricos, mientras que el resto correspondió a operaciones del sector energético.
“El coste de los aranceles aumentó hasta $300 millones, y este impacto será aún más evidente en los próximos trimestres. Estamos haciendo todo lo posible para gestionar este impacto”, dijo Vaibhav Taneja.
El CFO también advirtió que el megaproyecto fiscal aprobado en junio por el Congreso de EE.UU., impulsado por Trump, agravará la situación. Este nuevo paquete elimina la deducción de $7,500 para la compra de vehículos eléctricos, lo que podría reducir significativamente el suministro y las entregas a partir de agosto.
“Podríamos no garantizar la entrega de vehículos pedidos desde agosto”, anticipó Taneja, destacando los retos logísticos que esto generaría.
Por su parte, el director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, aseguró que, a pesar de los “vientos en contra” provocados por la política arancelaria, la división energética “continúa creciendo a buen ritmo”. Sin embargo, reconoció el entorno “impredecible” que enfrenta la empresa.
A pesar del impacto financiero, Taneja indicó que los consumidores aún están “dispuestos a aceptar” parte de los efectos de los aranceles, aunque las acciones de Tesla cayeron un 3.8 % tras el cierre del mercado.
En su reporte, Tesla indicó que sus beneficios netos se redujeron un 16 % en el segundo trimestre, sumando $1,172 millones. Además, los ingresos por ventas de automóviles cayeron también un 16 %, situándose en $16,661 millones. El ingreso total, incluyendo el área energética y servicios, alcanzó los $22,496 millones, una disminución del 12 %.
La compañía destacó su apuesta por inversiones estratégicas en capital e investigación, a pesar de la incertidumbre macroeconómica y el escenario cambiante derivado de la política comercial del actual Gobierno estadounidense.
Este año, Tesla ha enfrentado protestas y boicots tanto en Norteamérica como en Europa, en medio de cuestionamientos por el rol previo de Elon Musk como líder del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), y por sus vínculos con movimientos de extrema derecha y su relación con Trump, que terminó públicamente en mayo.