El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, y los exentrenadores Luis Enrique Martínez y Ernesto Valverde rendirán declaración este viernes como testigos ante la magistrada que instruye el denominado “caso Negreira”, una investigación sobre los presuntos pagos del club blaugrana al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) José María Enríquez Negreira y a su hijo Javier.
El proceso penal comenzó en marzo de 2023, cuando la Fiscalía presentó una denuncia contra el FC Barcelona, los expresidentes Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu, varios exdirectivos y el propio Negreira. El Ministerio Público señaló que empresas vinculadas al exdirigente arbitral habrían emitido facturas al club sin que existiera una prestación real de asesoramiento técnico.
La causa se centra en esclarecer si los pagos superiores a 7 millones de euros —equivalentes a más de $7.4 millones— efectuados entre 2001 y 2018 constituyeron una retribución ilegítima con la finalidad de obtener favores arbitrales. Luis Enrique y Valverde declararán primero ante la jueza Alejandra Gil, del Juzgado de Instrucción 13 de Barcelona, ambos por videoconferencia debido a sus compromisos profesionales.
Laporta, quien presidió el club entre 2003 y 2010, uno de los periodos en los que Negreira recibió compensaciones económicas, será el único que comparecerá de forma presencial en la Ciutat de la Justícia, en L’Hospitalet de Llobregat.
En declaraciones previas, Rosell y Bartomeu —quienes testificaron como investigados el pasado septiembre— aseguraron que la relación contractual con Negreira era heredada de administraciones anteriores. Rosell afirmó que el Barcelona conquistaba títulos dentro y fuera de España, “donde Negreira no tenía influencia”, lo que, según él, demostraría que no hubo compra de favores arbitrales. También defendió que los informes tenían “precio de mercado”, con costos individuales inferiores a 250 euros (aproximadamente $270).
Bartomeu, por su parte, sostuvo que durante su presidencia, entre 2013 y 2018, el FC Barcelona era “el mejor equipo del mundo” y no necesitaba ninguna clase de ayuda arbitral. “Queda claro que había unos servicios tanto de asesoramiento deportivo y arbitral como informes y que había una contraprestación económica”, afirmó al referirse a los análisis elaborados por el hijo de Negreira.
Además de los expresidentes, ese mismo día declararon como investigados los exdirectivos Albert Soler y Òscar Grau, así como la pareja y el hijo de Enríquez Negreira, en un proceso que continúa aportando nuevos testimonios sobre uno de los casos más delicados en la historia reciente del fútbol español.




