En medio de una profunda crisis política y social, Venezuela se prepara para celebrar este domingo la canonización de sus primeros dos santos: el médico José Gregorio Hernández y la religiosa Carmen Rendiles. El acto religioso se llevará a cabo en el Vaticano el 19 de octubre y será replicado con una misa multitudinaria el 25 de octubre en el Estadio Monumental Simón Bolívar, en Caracas.
La noticia ha provocado una oleada de emoción en todos los sectores del país, marcando un momento de aparente unidad tras las tensas elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, cuyos resultados aún dividen al país. Mientras el Consejo Nacional Electoral proclamó como vencedor a Nicolás Maduro, la oposición insiste en que Edmundo González Urrutia fue el verdadero ganador.
Desde el ámbito religioso, el rector de la Universidad Católica Andrés Bello, Arturo Peraza, consideró que esta canonización es “una oportunidad de reencuentro de los venezolanos en torno a la fe”.
Por su parte, el padre Manuel Teixeira, decano de Teología de la misma institución, destacó que Hernández “daba el ejemplo de cómo construir un país en un clima adverso en lo político”.
En paralelo al júbilo religioso, organizaciones no gubernamentales y actores de la oposición, como la nobel de la paz 2025, María Corina Machado, han solicitado la liberación de presos políticos como gesto en el marco de la canonización.
Según la ONG Foro Penal, en el país hay al menos 845 detenidos por motivos políticos, muchos de ellos arrestados tras protestas por los resultados electorales de 2024. El Gobierno venezolano, sin embargo, niega que existan presos políticos y sostiene que todos han cometido delitos comunes.
El partido Vente Venezuela denunció recientemente que al menos 30 personas han sido detenidas arbitrariamente en octubre, de las cuales solo tres han sido liberadas, mientras el resto continúa bajo arresto.
Desde el oficialismo también se ha celebrado el acto de canonización. La alcaldesa de Caracas, Carmen Meléndez, expresó desde Roma que “estamos más unidos que nunca en la fe y en la solidaridad”. El ministro del Interior y dirigente del chavismo, Diosdado Cabello, aseguró que José Gregorio Hernández “es el santo de los pobres y una fiesta para el pueblo”.
No obstante, Cabello advirtió sobre supuestos planes desestabilizadores de María Corina Machado para empañar la ceremonia, tanto en Venezuela como en Roma.
“Tiene todo listo para armar un show”, afirmó, citando una carta de los llamados ‘patriotas cooperantes’ que fue leída en su programa de televisión.
La canonización de Hernández y Rendiles representa un momento histórico para Venezuela, donde la fe se mezcla con la tensión política, las denuncias de persecución y la esperanza de reconciliación.
