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  • El 20 % de las mypes paga menos de $300 mensuales por tareas domésticas

    El 20 % de las mypes paga menos de $300 mensuales por tareas domésticas

    El 20.9 % de los dueños de micro y pequeñas empresas (mypes) paga menos de $300 mensuales a las personas que les apoyan con tareas domésticas, según un estudio del Observatorio Mype de la Escuela LID de la Fundación de Apoyo Integral (Fusai).

    El documento, elaborado junto con el programa de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) de El Salvador, refleja que los empresarios de las mypes se auxilian de otros familiares, su pareja o personas contratadas para realizar las tareas domésticas de su hogar.

    Según el informe, un 5.2 % tiene un contrato pactado con una persona, de los cuales un 20.6 % corresponde a dueños de pequeñas empresas.

    Del total de personas que se auxilia de otros para las tareas del hogar, un 7.5 % dijo que paga menos de $50, mientras que un 5.6 % otorga una remuneración mensual de $51 a $100, y un 4 % paga de $101 a $200.

    Fusai señala que solo un 3.8 % paga de $200 a $300 mensuales, mientras que un 2.6 % destaca por pagar más de $300 mensuales.

    “Este dato es importante pues el salario mínimo vigente en El Salvador para el sector servicios al momento de realizar el estudio era de $408.80 mensuales”, indica el documento.

    Dentro de los que remuneran con más de $300 mensuales, un 21.7 % corresponde a pequeños empresarios, el grupo con mayor poder adquisitivo frente al resto de sectores que conforman las mypes.

     

    Pago por cuidado

    Los datos apuntan a que un 74.8 % de las mypes no paga por las tareas domésticas, una situación que se replica para el cuidado de personas en el hogar.

    Las mypes dedican varias horas productivas a las tareas del hogar y cuidado, por lo que auxiliarse de otras personas resulta una de las soluciones más viables, aunque implique un costo.

    Para realizar tareas del cuido (como atender adultos mayores o niños), un 9.9 % paga menos de $50, un 6.4 % otorga entre $51 y $100, mientras que un 3.9 % de las mypes paga de $101 a $200 mensuales.

    En la lista también está un 3.1 % de los empresarios que pagan de $200 a $300, mientras que un 1.9 % cancela más de $300.

    Las tareas del hogar y de cuidado implican no solo una reducción de ganancias para las mypes, también deben modificar algunas actividades empresariales para atender dichas responsabilidades.

    Para enfrentar dicha situación, buena parte de las mypes tuvo que reducir sus horarios de trabajo, no asistir a ferias de negocios, o rechazar pedidos.

    En su análisis, Fusai y Flacso ven como necesaria una política de apoyo económico y reconocimiento a servicios confiables de cuidado, así como un programa nacional de vales o subsidios que cobra parte del costo de guarderías y servicios de apoyo domiciliario para las mypes de subsistencia y acumulación simple.

  • Los créditos otorgados por prestamistas usureros superaron los $1,200 millones en 2024, según informe

    Los créditos otorgados por prestamistas usureros superaron los $1,200 millones en 2024, según informe

    Los créditos otorgados por los prestamistas informales, o usureros, alcanzaron los $1,251.5 millones en 2024, según un informe divulgado por el Observatorio Mype de la Escuela LID de la Fundación de Apoyo Integral (Fusai).

    El documento, elaborado en conjunto con el programa de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) El Salvador, apunta a que esta cifra revela que una parte de las empresas en el país se financian a un alto costo.

    Durante la presentación del estudio, el director del programa Flacso El Salvador, William Pleites, aseguró que este tipo de financiamiento informal es una opción de créditos aplicado por personas excluidas por el sistema financiero, micro y pequeñas empresas (mypes) que se autoexcluyen porque no pueden cumplir con todos los requisitos y los que se encuentra formales.

    El observatorio plantea del total de créditos informales otorgados un 52.8 % corresponde a mypes autoexcluidas del sistema financiero, un 34.6 % es de empresas que combinan crédito formal e informal y un 12.6 % fue otorgado a aquellas que fueron rechazadas.

    “Si uno va a mercados, hay señoras que les prestan $100 en el día y tienen que pagar $110 en la tarde, quiere decir un 10 % de interés diario”, indicó Pleites.

    Al analizar el dato, el economista concluyó que un comerciante puede llegar a pagar hasta un promedio de tasa de 3,680 % anual.

    Según el informe, la tasa de interés de promedio anual del financiamiento informal rondó los 1,869 % en 2024, representando un 3.6 % del producto interno bruto (PIB) y un 7.4 % del total de crédito formal.

    El Observatorio Mype apunta a que ocho de cada 10 empresas recurren a prestamistas usureros en El Salvador, atraídos por rapidez de desembolsos y ausencia de requisitos.

    Reformas a la ley

    Pleites recordó que en el país hay vigente, desde hace 12 años, la Ley Contra la Usura que, según el economista, se promulgó con dos errores de origen, vinculados con la ausencia de un estudio que determinara las características de la usura en cuanto a tasas y montos otorgados por los usureros.

    El director de Fusai, Luis Castillo, aseguró que es necesario reformar la normativa, en donde se empujen objetivos sustanciales que reduzcan estos niveles de financiamiento.

    “Hay que fortalecer los mecanismos de hacer cumplir la ley, es evidente que la usura opera bastante visiblemente a la vista de la gente y que no se actúa como se debía”, dijo el director de Fusai.

    La investigación revela que las debilidades de la ley se fundamentan en una definición legal restringida que al realizar el cálculo de la tasa máxima legal no toma en cuenta el mercado informal.

    Además, el documento considera que hay una escasa capacidad de supervisión en ámbitos informales y que hay una ausencia de incentivos para que las instituciones financieras formales amplíen sus portafolios de servicios para sectores con mayores riesgos.

    La fundación también planteó la necesidad de empujar a las empresas al mercado financiero.

    Castillo indicó que, a través de una encuesta, descubrieron que un 68 % de los clientes de los asesores financieros formales también tienen créditos de usura.

    Delito

    El presidente de la Comisión Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (Conamype), Paul Steiner, aseguró que la única manera de combatir la usura es declararla un delito.

    “Si no hay consecuencias para alguien que se aprovecha del otro, especialmente de los más vulnerables, nunca vamos a resolver el problema”, puntualizó el funcionario durante el evento de lanzamiento del informe.

    Steiner recordó que, en la actualidad, la única forma de declarar a alguien como usurero es que no esté registrado en el Banco Central de Reserva (BCR) y cobre una tasa de usura publicada por la misma institución.

  • Mypes formales e informales representaron el 48.8 % del PIB salvadoreño en los últimos cuatro años

    Mypes formales e informales representaron el 48.8 % del PIB salvadoreño en los últimos cuatro años

    Las micro y pequeñas empresas (mypes) formales e informales representaron el 48.8 % del producto interno bruto (PIB) salvadoreño en los últimos cuatro años, aseguró el último informe del estado de la mype a cargo del Observatorio Mype.

    El documento, elaborado en colaboración entre el programa de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) El Salvador y la Fundación de Apoyo Integral (Fusai), apunta a que, de esta porción, alrededor de un 8.2 % del PIB es aportado por las mypes formales.

    El director del programa Flacso El Salvador, William Pleites, dijo que  las mypes informales representan más de un 40 % del PIB del país.

    “Las mypes estarían aportando casi el 50 % y es más, en algunos años ha llegado casi al 55 % o al 60 %”, puntualizó Pleites.

    La institución presentó el año pasado un primer vistazo del aporte de las mypes a la economía local, pero solo del lado informal, reflejando una contribución de un 42.9 % del PIB.

    En esta ocasión el análisis toma en cuenta también al sector formal y refleja un aumento del aporte empresarial.

    El economista señala que en el país hay más de 800,000 mypes informales, mientras que los formales rondan los 31,000 negocios.

    El Observatorio Fusai destaca la importancia de las mypes formales que pese a representar un 3.6 % del parque empresarial, contribuyen en más de un 8 % del PIB del país.

    Según Pleites, buena parte de lo que generan las mypes se destina a salarios, otra porción se destina al pago de intereses y otra parte al pago de impuestos.

    Durante el lanzamiento de la investigación se dio acceso a un stand con microempresarios de diferentes puntos del país. /Jaqueline Villeda

     

    Empresas formales

    El informe divulgado este viernes apunta a que en 2020 las mypes formales contribuyeron en un 7.8 % al PIB del país, mientras que un año después el aporte fue de un 10.5 %, para luego subir a un 8 % en 2022, mientras que en 2023 el aporte cayó a un 6.7 %

    El documento también revela que en 2023, las mypes formales produjeron alrededor de $12,257 millones, de los cuales $1,585 millones corresponden a las microempresas y más de $673 millones a las pequeñas empresas.

    Basado en la tendencia del PIB, el Observatorio de Fusai reconoce un declive en la contribución de las mypes formales, empujado por los impactos de la pandemia de covid-19 y de la inflación en los cuatro años analizados.

    Durante este período, las mypes formales redujeron las ventas y sus utilidades por un lado, y, por otro, aumentaron el endeudamiento.

    “A ello se suman los desalojos de los centros históricos en varias ciudades, que obligaron a numerosas empresas a operar en condiciones menos favorables o incluso a cerrar”, indicó el Observatorio Fusai.

    Entre los principales resultados de este tema, el informe mype destaca que el valor agregado que genera este rubro económico tiende a variar de los estratos, porque las microempresas formales, por ejemplo, concentran este recurso en salarios, dejando un margen reducido de su excedente, una situación que refleja “vulnerabilidad y limitaciones para crecer”.

    Por su parte, las pequeñas empresas formales tienen una estructura más diversificada, con una mayor capacidad para generar excedentes, pero con mayores contribuciones tributarias y financieras.