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  • José Antonio Kast responde a advertencia de Nicolás Maduro sobre migrantes venezolanos: "Es un narcodictador"

    José Antonio Kast responde a advertencia de Nicolás Maduro sobre migrantes venezolanos: «Es un narcodictador»

    El presidente electo de Chile, José Antonio Kast, tildó este martes de «narcodictador» al dictador venezolano, Nicolás Maduro, en respuesta a su advertencia de que en su futuro Gobierno evite meterse con los migrantes venezolanos.

    Kast, que ganó las elecciones presidenciales con un 58,1 % de los votos y se convertirá en el primer presidente de ultraderecha en llegar al Gobierno desde la democracia, dijo que Maduro «es un dictador» y que sus palabras lo «tienen sin cuidado»

    «Es un dictador, un narcodictador, que hoy está pasando momentos difíciles por la presión que está ejerciendo Estados Unidos, y seguramente luego quizás otros países, porque la exportación de la droga no es aceptable”, apuntó desde el aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago, minutos antes de volar hacia Argentina para reunirse con el presidente Javier Milei.

    A diferencia de otros presidentes de izquierda de la región, Maduro no felicitó a Kast por su triunfo y recordó su apoyo a la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990): “Usted podrá ser pinochetista convicto y confeso, pero cuidadito si le toca un pelo a un venezolano, los venezolanos se respetan», dijo el gobernante en su programa de televisión del canal estatal Venezolana de Televisión (VTV).

    «El que se mete con Venezuela se seca y usted se puede secar aceleradamente, señor Kast“, agregó.

    Kast votó sí a la continuidad de la dictadura de Pinochet en el plebiscito de 1988 y ha defendido el régimen en varias ocasiones durante su carrera política.

    Su gran promesa es formar un «gobierno de emergencia» con el que aplicar mano dura contra la delincuencia y la migración irregular y solucionar la «peor crisis de las últimas décadas» en la que está sumida Chile. Entre otras medidas, propone expulsiones masivas de migrantes, mayor despliegue policial, blindaje de la frontera norte con vallas y zanjas y tipificar la migración irregular como un delito.

    Durante su campaña llevó una cuenta atrás con los días que les quedan a los cerca de 340,000 migrantes irregulares que viven en Chile para abandonar voluntariamente el país antes de que asuma el poder.

    “Deje quieto a quien quieto está”, insistió Maduro quien dijo que los venezolanos en Chile tienen “derechos y la Constitución chilena se los debe garantizar”.

    El mandatario, además, invitó a sus compatriotas “con mucho respeto” a volver al país y anunció un plan especial de apoyo para los venezolanos en Chile que quieran regresar a través del programa gubernamental Vuelta a la Patria.

    Tras la apabullante victoria de Kast, el Gobierno de Chile también reaccionó el lunes a las declaraciones del presidente colombiano, Gustavo Petro, quien advirtió que en América «vienen los vientos de la muerte» e hizo un llamado a «resistir con la espada de Bolívar en alto» a los países de la antigua Gran Colombia, el Estado que existió entre 1819 y 1831 y del cual formaron parte lo que hoy son Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá.

    El Gobierno de Gabriel Boric, que el lunes comenzó la transición con su sucesor de signo radicalmente opuesto, entregó una carta de protesta al embajador de Colombia en el país suramericano por las «inaceptables» declaraciones de Petro.

    Kast, exdiputado de 59 años, ganó el domingo las elecciones en las 16 regiones del país y superó por casi 17 puntos a la izquierdista Jeannette Jara, que obtuvo el 41.83 %.

  • José Antonio Kast promete unidad nacional tras ganar presidenciales en Chile

    José Antonio Kast promete unidad nacional tras ganar presidenciales en Chile

    El presidente electo de Chile, José Antonio Kast, aseguró en su primer discurso tras la victoria electoral que será el mandatario “de todos los chilenos”, sin exclusiones, y extendió un llamado a la unidad nacional para enfrentar los desafíos económicos y sociales del país.

    El candidato del ultraconservador Partido Republicano se impuso en la segunda vuelta presidencial celebrada este domingo y, tras agradecer el respaldo de su familia y aliados políticos, afirmó que “este no es un triunfo personal, es una victoria de Chile y de la esperanza de vivir sin miedo”.

    Kast, sucesor del presidente Gabriel Boric, reconoció a su contendora Jeannette Jara por asumir un “desafío difícil” y llamó al respeto hacia ella y sus seguidores. “Un gobierno no se construye solo con los partidarios, la oposición también es importante”, dijo en un tono conciliador.

    Dirigiéndose a quienes no votaron por él, Kast aseguró que “para enfrentar las emergencias que tenemos, los necesitamos a todos”. Añadió que gobernará respetando a quienes piensan distinto y reiteró su disposición de promover un “acuerdo nacional” por el bien común.

    Durante su intervención, el mandatario electo advirtió que “no hay soluciones mágicas” y anticipó que 2026 será “un año duro” por la situación fiscal del país. “Esto requerirá unidad, entrega y muchas renuncias”, expresó, confirmando además que renunciará a su militancia partidaria para liderar un gobierno de unidad.

    El nuevo presidente chileno extendió su agradecimiento a exmandatarios como Eduardo Frei, Sebastián Piñera y Michelle Bachelet, y se comprometió a gobernar con independencia de las presiones políticas. “No hay tiempo que perder. Desde el primer minuto vamos a trabajar por Chile”, aseguró.

    La seguridad ciudadana fue uno de los temas centrales de su discurso, reafirmando que “el orden no es un capricho” y que el Estado debe cumplir con la ley al igual que los ciudadanos. “Vamos a restablecer la ley en todas las regiones, sin privilegios ni excepciones”, prometió.

    Kast también reivindicó el rol de las fuerzas de orden: “Chile volverá a respetar a Carabineros, PDI, Gendarmería y las Fuerzas Armadas. No podemos permitir que se denigre a quienes están dispuestos a dar la vida por este país”.

    Finalmente, pidió confianza a la ciudadanía, afirmando que su gobierno estará “en terreno” y que escuchará las necesidades reales de los chilenos. “No prometo milagros, pero sí compromiso, trabajo y respeto por cada uno de ustedes. Se puede cambiar Chile, y lo haremos juntos”, concluyó.

  • Boric promete un traspaso de poder "fácil y ordenado" en Chile

    Boric promete un traspaso de poder «fácil y ordenado» en Chile

    El presidente de Chile, el progresista Gabriel Boric, prometió hoy que facilitará el cambio de mando el próximo 11 de marzo al ultraderechista José Antonio Kas y confirmó que mañana se reunirá con el mandatario electo en el palacio de la Moneda para entregarle «un país en marcha». EFE

    «Al presidente electo le digo que se disponga prontamente a tender puentes, escuchar y enfrentar esta tarea con humildad, con humanidad, como nos enseñaron quienes estuvieron antes que nosotros», subrayó Boric, escoltado por ministros de su comité político desde el palacio de La Moneda.

    «Al final del día, Chile se construye sobre el legado de quienes nos precedieron, que no son legados personales, ni mío ni de presidentes anteriores, sino de todos los chilenos y chilenas que trabajan por construir un país mejor, para ellos, sus familias y la comunidad entera», señaló el mandatario en ejercicio.

    Boric destacó, asimismo, que los resultados se conocieron solo un par de horas después de cerradas las urnas «con certezas y sin cuestionamientos», algo que «no es casualidad, sino décadas de trabajo».

    «Quiero que sepan que Chile está orgulloso de sus tradiciones republicanas, que debemos cultivar y cuidar, y en mi conversación con el presidente electo, le transmití que no solo yo, sino todos mis colaboradores, van a estar en esa línea», detalló.

    «La bandera chilena nos arropa a todos y todas, somos parte de un mismo país y un mismo futuro, y Chile jamás se podrá construir si se piensa que se puede hacer a expensas de algunos», enfatizó.

    Kast ganó este domingo las elecciones presidenciales de Chile, derrotando por un amplio margen a la izquierdista Jeannette Jara, exministra de Trabajo de Boric, con más del 99 % de los votos escrutados.

    Según los datos preliminares del Servicio Electoral (Servel), el exdiputado ultracatólico, de 59 años, obtiene el 58,18 % de los votos frente al 41,82 % de la exministra de Gabriel Boric, de 51 años.

    El fundador del Partido Republicano ganó en las 16 regiones del país, incluido bastiones de izquierda como Valparaíso y la Región Metropolitana, que alberga la capital, y arrasó en las zonas mineras del norte y las agrícolas del sur.

  • El ultraderechista José Antonio Kast gana por amplio margen las presidenciales de Chile

    El ultraderechista José Antonio Kast gana por amplio margen las presidenciales de Chile

    El ultraderechista José Antonio Kast ganó este domingo las elecciones presidenciales de Chile, derrotando por un amplio margen a la izquierdista Jeannette Jara, con el 83,4 % de los votos escrutados.

    Según los datos preliminares del Servicio Electoral (Servel), el exdiputado ultracatólico, de 59 años, obtiene el 58,61 % de los votos frente al 41,39 % de la exministra de Gabriel Boric, de 51 años.

    El fundador del Partido Republicano ganó en las 16 regiones del país, incluido bastiones de izquierda como Valparaíso y la Región Metropolitana, que alberga la capital, y arrasó en las zonas mineras del norte y las agrícolas del sur.

    «Hace unos minutos recibimos la llamada de Jara», dijo Arturo Squella, mano derecha de Kast y presidente del Partido Republicano.

    «Nos sentimos muy orgullosos del trabajo realizado, muy responsable de este tremendo sacrificio de hacernos cargo de las crisis por las que atraviesa Chile», agregó Squella.

    Es la segunda victoria más amplia desde el retorno a la democracia, después del triunfo por 24,3 puntos de la expresidenta progresista Michelle Bachelet sobre la conservadora Evelyn Matthei en 2013.

    Kast, que hizo campaña a favor de la continuidad del general Augusto Pinochet (1973-1990) en el plebiscito de 1988, es el primer pinochetista en llegar a La Moneda en democracia.

    El primer y único derechista en llegar al poder hasta ahora, desde el retorno a la democracia, ha sido el fallecido Sebastián Piñera (2010-2014 y 2018-2022), que votó en contra de la permanencia del dictador.

    Padre de 9 hijos y ferviente católico, Kast recibirá la banda presidencial el 11 de marzo en manos del progresista Gabriel Boric, su contrincante en las elecciones de 2021 y contra el que perdió por amplio margen hace cuatro años.

    Desde 2006, el poder se ha alternado entre izquierda y derecha y ningún presidente le ha entregado la banda presidencial a un sucesor del mismo signo político.

    La campaña ha girado casi de manera monotemática en torno al aumento de la delincuencia y la migración irregular, pese a que Chile sigue siendo uno de los países más seguros del continente, con una tasa de homicidios de 6 por cada 100.000 habitantes.

    Kast, con fuertes vínculos con otros líderes ultra de la región, ha prometido la expulsión masiva de migrantes, tipificar la migración como un delito o la construcción de cárceles de máxima seguridad con aislamiento total para líderes del narcotráfico.

    El ultraderechista, que en su tercer intento consiguió llegar a La Moneda, tendrá que lidiar con un Legislativo sin fuerzas mayoritarias, donde el bloque de derecha y ultraderecha está a dos diputados de la mayoría en el Congreso (76 de 155) y empatado con la izquierda en el Senado.

  • Kast y Jara disputan presidencia en Chile bajo tensión ideológica

    Kast y Jara disputan presidencia en Chile bajo tensión ideológica

    Más de 15.7 millones de chilenos acudirán a las urnas este domingo para elegir al sucesor del presidente Gabriel Boric, en una elección que enfrenta a dos figuras con visiones radicalmente opuestas: el ultraderechista José Antonio Kast y la candidata comunista Jeannette Jara.

    Aunque Jara obtuvo la mayoría de votos en la primera vuelta del 16 de noviembre con el 26.8 %, los sondeos proyectan que Kast será el próximo presidente. El abogado y exdiputado ha recibido el respaldo inmediato de los candidatos de la derecha tradicional y la extrema derecha, quienes juntos sumaron más del 50 % del electorado.

    Kast, fundador del Partido Republicano y exmiembro de la UDI —partido surgido en la dictadura de Augusto Pinochet— busca por tercera vez llegar a La Moneda. Católico, padre de nueve hijos y defensor del neoliberalismo, ha estrechado lazos con figuras como Donald Trump, Javier Milei y Georgia Meloni. También presidió la Political Network for Values, organización que promueve “la defensa de la vida, la familia y el matrimonio” en la región.

    Para Carlos Malamud, investigador del Real Instituto Elcano, “Kast es una pieza más de la nueva política de Trump hacia América Latina”. Si se concreta su victoria, dijo a EFE, “la estrategia de Trump se va a reforzar porque Chile se va a alinear con otros gobiernos en sintonía similar, como Javier Milei en Argentina, Santiago Peña en Paraguay, Nayib Bukele en El Salvador o Daniel Novoa en Ecuador”.

    De imponerse en las urnas, Kast sería el primer mandatario en asumir el poder tras haber defendido públicamente al régimen de Pinochet y haber hecho campaña por su continuidad en el plebiscito de 1988. Desde el retorno a la democracia, el único presidente de derecha ha sido Sebastián Piñera, quien gobernó dos veces y votó en contra del dictador.

    “El avance de las ultras evidencia que las derechas tradicionales están siendo desfondadas. Pasó en Brasil tras el bolsonarismo y en Argentina, la derecha de Macri está desdibujada. Mi temor es que pase lo mismo en Chile”, expresó a EFE Cristóbal Rovira, académico de la Universidad Católica.

    En caso de una improbable victoria de Jara, quien es vista como la heredera del gobierno de Boric, la izquierda regional podría encontrar un leve respiro tras las recientes derrotas electorales en Bolivia, Ecuador y Argentina. Sin embargo, los expertos coinciden en que el descontento social y la baja popularidad del actual gobierno dificultan su triunfo.

    “La región se está moviendo a la derecha y seguramente va a seguir el próximo año con Colombia”, opinó Tulio Vera, director ejecutivo interino de Global Americans.

    Para Claudia Heiss, de la Universidad de Chile, “una muy improbable victoria de Jara fortalecería la alianza que hoy día tiene Chile con Brasil como polo progresista democrático”. No obstante, aclaró que “su política exterior sería de continuidad con la de Boric y no sería muy determinante en las decisiones de Estados Unidos respecto de la región”.

     

     

  • Ultraderechista Kast dice que ganará segunda vuelta y ofrecerá "un cambio con carácter"

    Ultraderechista Kast dice que ganará segunda vuelta y ofrecerá «un cambio con carácter»

    El candidato ultraderechista y líder del Partido Republicano de Chile, José Antonio Kast, aseguró este jueves en su cierre de campaña que ganará la segunda vuelta del 14 de diciembre y que ofrecerá al país «un cambio con carácter» para enfrentar «el caos, el desorden y la inseguridad».

    «Nosotros iremos al revés, generaremos orden, confianza y seguridad», afirmó el aspirante a La Moneda que corre su tercera carrera presidencial tras perder en 2021 con el actual mandatario Gabriel Boric en segunda vuelta y obtener un 8 % en 2017.

    El abogado y exdiputado ultracatólico criticó duramente al Gobierno y señaló que la Administración de Boric «lo tuvo todo para hacer las cosas bien, no tuvo pandemia, no tuvo estallido social, pero lo destruyó todo, nuestra educación y el sueño de la casa propia».

    «Voy a dejar mi vida por la patria»

    Frente a cientos de personas que se agruparon frente a la Plaza Aníbal Pinto de Temuco, una ciudad ubicada 680 kilómetros al sur de la capital que es un bastión electoral de la derecha chilena, Kast aseguró que «dejará la vida por recuperar la paz y por que los jóvenes vuelvan a soñar con un Chile próspero».

    Los asistentes, ondeando banderas blancas y nacionales, gritaban en conjunto vítores para el candidato, además de consignas como «¡sin comunismo!», en referencia a la candidata de la izquierda y el progresismo, Jeannette Jara, de 51 años, militante comunista desde sus 14 años y que representa a una alianza política que llega hasta la Democracia Cristiana.

    Kast respondió: «Sin comunismo en La Moneda, con los comunistas en Chile, pero portándose bien, yo quiero ser presidente de todos los chilenos y les quiero demostrar a los comunistas que las cosas se pueden hacer sin agredir físicamente o en redes sociales».

    «Millones de chilenos entendieron que la violencia no lleva a ninguna parte, lo que va a llevar al país al desarrollo es el trabajo bien hecho», señaló también en un momento de su discurso.

    Kast dice que si gana habrá «unidad nacional»

    Ante un panorama que Kast describió como de «crisis total» en el país, el ultraderechista, descendiente de una familia de emprendedores alemanes y uno de cuyos miembros militó en el nazismo según reveló una investigación en 2021, llamó a «unirse para enfrentar la ineptitud del mal gobierno».

    Además de insistir en su «invitación» a los inmigrantes irregulares para salir de país, advirtiéndoles que «les quedan 90 días» para hacerlo -con el 11 de marzo como fecha límite por el cambio de mando presidencial-, sumó a su cuenta regresiva a los prófugos: «Entréguense antes de que seamos gobierno, porque cada peso que nosotros gastemos buscándolos, ustedes lo van a pagar en la cárcel».

    Cerca del cierre, Kast enfatizó que en caso de triunfar sobre Jara, iniciará un «gobierno de emergencia, pero que termina como un gobierno de unidad nacional».

    «Nosotros nos vamos a jugar el destino de Chile y tenemos que mantener la unidad hasta después de la elección», señaló en un llamado a su sector.

    Padre de nueve hijos y contrario al aborto y al matrimonio igualitario, Kast ha prometido «aplicar mano dura pero justa» contra la migración ilegal y la delincuencia, además de un ambicioso recorte fiscal de 6.000 millones de dólares en 18 meses.

    El militante republicano llega a la segunda vuelta como favorito tras sumar al 23,9 % de los votos que obtuvo en primera vuelta el apoyo del ultraderechista libertario Johannes Kaiser y de la exalcaldesa Evelyn Matthei, representante de la derecha tradicional, quienes quedaron en cuarto y quinto lugar, con el 13,9 % y el 12,4 %, respectivamente.

    Jara, por su parte, obtuvo la primera posición en los comicios de noviembre con un 26,9 % de las preferencias y definió a las pocas horas el desafío de la segunda vuelta como «inmenso».

    El presidente que salga de las urnas tendrá que lidiar a partir del 11 de marzo con un Parlamento dividido, donde el bloque de derecha y ultraderecha está a dos diputados de la mayoría en el Congreso y donde los votos de del populista Partido de la Gente (PDG) serán clave.

  • Un ultraderechista favorito y la inseguridad en el centro: claves de los comicios en Chile

    Un ultraderechista favorito y la inseguridad en el centro: claves de los comicios en Chile

    Más de 15.7 millones de personas están llamadas el domingo a las urnas para elegir al sucesor del progresista Gabriel Boric en una segunda vuelta marcada por el avance de la ultraderecha y, por primera vez, la figura de una comunista como representante del progresismo, en una campaña en la que la seguridad, el orden público y el control de la migración irregular tomaron todo el protagonismo.

    A continuación las claves de unas presidenciales que se celebrarán con voto obligatorio y que podrían marcar el fin de un ciclo iniciado tras las graves y masivas protestas de 2019 y los dos intentos fallidos por redactar una nueva Constitución:

    El ultraderechista Kast, el gran favorito

    Todas las encuestas coinciden en situar como gran favorito al ultraderechista José Antonio Kast, que quedó segundo en la primera vuelta de noviembre con el 23,9 % de los votos. Gracias al apoyo incondicional de los otros candidatos de derecha y extrema derecha que no pasaron a la segunda vuelta, se impondría con holgura a la exministra Jeannette Jara, candidata única de la izquierda.

    El abogado y exdiputado ultracatólico de 59 años podría convertirse en el primer presidente que defendió al exdictador Augusto Pinochet (1973-1990) e hizo campaña a favor de su continuidad en el plebiscito de 1988.

    A diferencia de sus intentos pasados por llegar a La Moneda (2017 y 2021), la estrategia de Kast esta vez ha consistido en evitar hablar de sus convicciones ultraconservadoras, repetir con insistencia que «Chile se cae pedazos» por «culpa» de la Administración del progresista Gabriel Boric –de la que Jara formó parte– y alentar la idea de que el país atraviesa la mayor crisis de seguridad de su historia reciente, pese a que la tasa de homicidios sigue siendo una de las más bajas de la región.

    La izquierdista Jara, en busca de un milagro

    Con todos los sondeos en contra, Jara llega a la segunda vuelta con poco margen para ensanchar su bolsa de votantes. Ganadora de la primera vuelta, con el 26,6 % de los votos, ha intentado atraer votantes del populista de derecha Franco Parisi, que quedó tercero con más del 19 % de los votos.

    Abogada y exministra de 51 años, era una desconocida antes de liderar el Ministerio de Trabajo del Gobierno de Boric, donde destacó por sacar adelante leyes clave como la reforma de las pensiones, la reducción de la jornada laboral a 40 horas o el aumento del salario mínimo.

    Sin embargo, en esta carrera hacia La Moneda ha intentado desmarcarse de la Administración actual, cuya aprobación no supera el 30 %, ha dicho que tiene un «estilo» distinto y que no es «la candidata de la continuidad».

    Jara ha enfrentado una campaña marcada por el anticomunismo que existe en parte de la sociedad chilena y que tanto la ultraderecha como la derecha tradicional han buscado fomentar, aunque antes de la primera vuelta anunció que, de llegar a la Presidencia, «suspenderá o renunciará» al partido como señal de que representa a «una coalición mucho más amplia».

    La inseguridad y la migración irregular
    Atrás quedaron los grandes debates en torno al modelo de país o a los derechos sociales que marcaron la discusión los últimos años, sobre todo durante los procesos constituyentes de 2022 y 2023. Esta campaña ha girado casi de manera monotemática en torno al aumento de la delincuencia, la percepción de inseguridad y la migración irregular.

    Pese a seguir siendo uno de los países más seguros del continente, con una tasa de homicidios de 6 por cada 100.000 habitantes, Chile es uno de los más preocupados del mundo por el crimen, según distintas encuestas internacionales.

    Ambos candidatos han prometido blindar la frontera norte y fortalecer la lucha contra el crimen organizado, pero ha sido Kast el que ha garantizado medidas más duras como la expulsión masiva de migrantes, tipificar la migración como un delito o construir cárceles de máxima seguridad con aislamiento total para líderes del narcotráfico.

    Un Parlamento sin mayorías

    El presidente que salga de las urnas tendrá que lidiar, a partir del 11 de marzo, con un Legislativo sin fuerzas mayoritarias, donde el bloque de derecha y ultraderecha está a dos diputados de la mayoría en el Congreso (76 de 155) y empatado con la centro-izquierda y la izquierda en el Senado.

    Los expertos coinciden en que la gobernabilidad no será fácil y que serán fundamentales los votos de los diputados del populista Partido de la Gente (PDG), de Parisi, que actuará como bisagra.

  • Candidatos chilenos Jara y Kast protagonizan fuerte cruce en debate presidencial previo a segunda vuelta

    Candidatos chilenos Jara y Kast protagonizan fuerte cruce en debate presidencial previo a segunda vuelta

    A menos de dos semanas del balotaje presidencial en Chile, los candidatos Jeannette Jara, de izquierda, y José Antonio Kast, de derecha radical, protagonizaron este miércoles un debate marcado por fuertes acusaciones sobre gobernabilidad, economía y migración.

    Se trata del penúltimo cara a cara antes de los comicios del próximo 14 de diciembre, en los que se definirá al sucesor del actual presidente Gabriel Boric, quien dejará el cargo en marzo y no puede optar a la reelección.

    Desde el inicio, la exministra comunista —respaldada por la coalición progresista más amplia del país— defendió los logros del actual gobierno, destacando la reducción de la jornada laboral a 40 horas, el aumento del salario mínimo y avances en la reforma previsional. “No se gobierna con críticas, sino con propuestas”, reprochó a su contrincante.

    Jara cuestionó además la trayectoria legislativa de Kast: “Estuviste 16 años en el Congreso y no sacaste ninguna ley relevante”, espetó.

    Por su parte, el líder del Partido Republicano, de ideología ultraconservadora, respondió con dureza: “Chile hoy es más pobre y más violento que cuando ustedes asumieron”, acusó, señalando al oficialismo de ineficiencia.

    Migración, economía y casos polémicos

    Uno de los momentos más tensos del encuentro ocurrió cuando Jara denunció la presencia en el equipo económico de Kast de un asesor implicado en casos de colusión.

    El candidato defendió a su colaborador, José Quiroz, y devolvió el ataque acusando al Gobierno de “proteger a un abusador”, aludiendo a un caso de presunta violación por parte de un exsubsecretario.

    El tema migratorio también generó confrontación. Kast fue cuestionado por su propuesta de expulsar a cerca de 340,000 migrantes irregulares, muchos de ellos venezolanos. Ante la falta de relaciones diplomáticas con Caracas, evitó detallar cómo lo haría. “Tienen 90 días para tomar sus cosas, venderlas y salir del país”, advirtió.

    El candidato elogió al presidente salvadoreño Nayib Bukele, asegurando que “todos los chilenos hoy votarían por él”.

    Kast tampoco aclaró cómo pretende recortar 6,000 millones de dólares sin afectar el gasto social, ni respondió si indultaría a Miguel Krassnoff, exagente de la dictadura de Pinochet condenado por crímenes de lesa humanidad.

    Jara concluyó que Kast “evita definirse en temas sensibles por miedo a perder votos”, en referencia a sus posturas conservadoras sobre derechos individuales, ausentes en su discurso de campaña.

    Panorama electoral abierto

    A pesar de haber obtenido el primer lugar en la primera vuelta del 16 de noviembre con el 26.9 % de los votos, Jara llega debilitada al balotaje, según las encuestas. Kast, quien obtuvo el 23.9 %, ha sumado apoyos clave como el del libertario Johannes Kaiser y la derechista tradicional Evelyn Matthei, consolidando un bloque que ya supera el 50 %.

    El próximo presidente asumirá el 11 de marzo y enfrentará un Congreso sin mayorías claras, donde el bloque de derecha y ultraderecha está a solo dos escaños del control absoluto. Los votos del Partido de la Gente (PDG) serán determinantes para la gobernabilidad.

     

  • El derechista Kast lidera intención de voto en Chile con 12 puntos de ventaja sobre Jeanette Jara para segunda vuelta

    El derechista Kast lidera intención de voto en Chile con 12 puntos de ventaja sobre Jeanette Jara para segunda vuelta

    A menos de tres semanas de la segunda vuelta presidencial, la primera encuesta publicada por la firma demoscópica Cadem otorga una ventaja significativa al candidato de extrema derecha José Antonio Kast, quien lidera con un 46 % de intención de voto, frente al 34 % de la postulante de izquierda Jeanette Jara.

    El 20 % restante de los encuestados declaró que no votará, está indeciso o piensa emitir un voto nulo o blanco. Si se excluyen estas respuestas, Kast alcanzaría un 58 % del voto válido frente al 42 % de Jara, lo que marcaría una diferencia de 16 puntos porcentuales en la carrera presidencial.

    El estudio también revela que un 62 % de los encuestados cree que Kast será el próximo presidente de Chile, mientras que solo un 28 % opina que lo será Jeanette Jara, actual ministra del Trabajo y candidata respaldada por la coalición oficialista.

    Respecto al voto de quienes apoyaron a candidatos que no pasaron a segunda vuelta, un 34 % de los votantes del economista Franco Parisi indicaron que apoyarán a Kast, mientras que un 22 % se inclinará por Jara. No obstante, un amplio 44 % aún se muestra indeciso o planea votar nulo o blanco.

    La candidata comunista Jeannette Jara, de la coalición oficialista.

    El respaldo a Kast es especialmente contundente entre los seguidores del Partido Nacional Libertario (PNL), liderado por Johannes Kaiser, donde el 92 % asegura que votará por el exdiputado y exmilitante de la UDI. En tanto, entre los votantes de la conservadora Evelyn Matthei, un 60 % apoya a Kast y un 21 % a Jara.

    El estudio de Cadem también evaluó la gestión del actual presidente, Gabriel Boric. Su nivel de aprobación subió levemente a un 33 %, un punto más que en octubre. La desaprobación, en cambio, descendió a 60 %, cuatro puntos menos que la semana pasada.

    Esta fotografía del escenario político chileno apunta a una segunda vuelta altamente polarizada, donde la participación del electorado indeciso será determinante para definir al próximo mandatario.

     

  • El Partido Comunista chileno, una "anomalía" occidental que llega a la segunda vuelta

    El Partido Comunista chileno, una «anomalía» occidental que llega a la segunda vuelta

    Cuna política de artistas como Pablo Neruda o Víctor Jara, el Partido Comunista chileno es una fuerza centenaria e institucional, con bases consolidadas, que acaba de hacer historia con el inédito pase a segunda vuelta de una de sus militantes, lo que lo convierte en una «anomalía» en la izquierda occidental.

    Al frente de la coalición progresista más amplia de la historia chilena -desde los democristianos hasta el PC-, la exministra Jeannette Jara ganó la primera vuelta, con el 26,8 % de los votos, y se medirá en una segunda vuelta el 14 de diciembre con el ultraderechista José Antonio Kast (23,9 %).

    Se trata, sin embargo, de un triunfo agridulce y más ajustado de lo previsto, que la deja con pocas posibilidades de llegar a La Moneda, ya que el exdiputado ultracatólico cuenta con los apoyos de otros candidatos que quedaron fuera de la contienda.

    Menos dogmática que otros dirigentes, la exministra de Trabajo de Gabriel Boric repitió en campaña que, en un eventual Gobierno suyo, el PC tendrá el mismo rol que el resto de partidos que conforman la coalición.

    También dijo que, si gana, renunciará a su militancia, «dada la controversia que genera»: «Hoy día represento a una coalición mucho más amplia», insistió, consciente del recelo que provoca su militancia en distintos sectores, incluida la centro-izquierda.

    Mezcla entre doctrina y pragmatismo

    A diferencia de otras experiencias comunistas de la región y de Europa, que han perdido fuerza y se han diluido en otras nuevas izquierdas, el PC chileno tiene arraigo social y electoral y hoy en día es el tercer partido con más afiliados de Chile (45.000).

    «Es una anomalía en el mundo occidental», apuntó a EFE Octavio Avendaño, sociólogo de la Universidad de Chile.

    Con 113 años de historia, el PC jugó un rol fundamental en el gobierno del socialista Salvador Allende (1970-1973) y fue duramente perseguido durante la dictadura de Augusto Pinochet.

    Con el regreso a la democracia, fue una fuerza extrainstitucional y opositora a la coalición de centroizquierda que gobernó durante dos décadas, pero en 2010 logró volver al Parlamento y en el segundo gobierno de la expresidenta Michelle Bachelet (2014-2018) regresó a La Moneda, con un ministerio.

    En 2022, tras apoyar desde el inicio a Boric (del Frente Amplio), se hizo con carteras clave como la vocería, Educación y Trabajo, que Jara ocupó hasta que renunció para competir en unas primarias con la socialdemocracia por la candidatura del sector.

    «En la última década, el PC ha logrado recuperar un espacio central en la política chilena. Desde luego, es una excepción en el mundo occidental», subrayó a EFE el historiador español Mario Amorós, biógrafo de Jara y Neruda.

    Contrario a los que pasó en otros países, «el PC chileno no renunció a la vía electoral y logró integrarse en coaliciones de gobierno sin abandonar su identidad ideológica», indicó a EFE Gonzalo Espinoza, politólogo de la Universidad Diego Portales.

    «Esa combinación entre claridad doctrinaria y pragmatismo institucional lo distingue», añadió.

    Desde su fundación en 1913, «aspiró a competir dentro de una democracia», salvo en dictadura, cuando apostó por la vía armada con el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), luego de que el régimen detuvo e hizo desaparecer a su dirigencia clandestina y a decenas de militantes, apuntó a EFE Cristian Pérez, de la Universidad de Playa Ancha.

    El derechista José Antonio Kast, del Partido Republicano, el rival de Jara en segunda vuelta.

    «El demonio marxista»

    «Llegó el demonio marxista, llamen al exorcista», cantaba irónicamente hace unos años en un videoclip que se hizo muy popular la exdiputada y actual portavoz del Gobierno, Camila Vallejo.

    De 37 años, la exlíder estudiantil es hoy en día una de las referentes, junto a Jara, del alma menos doctrinaria del PC.

    «Conviven dos corrientes visibles: una con una identidad más tradicional y orgánica y otra más joven, con mayor disposición a enfrentar los debates contemporáneos», señaló Espinoza.

    Las fricciones se hicieron evidentes en campaña, sobre todo en torno a Cuba y Venezuela.

    Jara admitió que en Cuba hay presos políticos y el presidente del partido, Lautaro Carmona, salió a contradecirla públicamente.

    «El compromiso histórico del PC con la democracia se desdibuja cuando ciertos líderes hablan de Cuba o Venezuela», indicó Avendaño.

    Jara, de 51 años, se alejó durante la campaña del discurso de la lucha proletaria y de símbolos como la hoz y el martillo e hizo gala de su capacidad de dialogar como ministra durante las negociaciones con la derecha para aprobar una reforma clave de pensiones.

    Durante el próximo mes tendrá el desafío de aumentar su caudal electoral, desmarcándose de la impopularidad del Gobierno y superando el estigma sobre su militancia, en un país donde «el anticomunismo ha experimentado cierto resurgimiento, en parte por el avance de la derecha radical», concluyó Espinoza.