El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, confirmó este sábado su intención de postularse en las elecciones generales previstas para noviembre de 2026, y aseguró que espera ganar nuevamente el respaldo del electorado israelí.
Durante una entrevista en el programa del canal local Channel 14, Netanyahu respondió con un categórico “sí” cuando se le preguntó si planeaba competir por un nuevo mandato. Ante la consulta sobre si esperaba vencer en las urnas, su respuesta fue igualmente firme: “sí”.
En el mismo espacio televisivo, Netanyahu también abordó el conflicto en la Franja de Gaza, dejando claro que la guerra solo llegará a su fin cuando se cumplan todos los términos del acuerdo pactado por su gobierno.
“Eso incluye, en primer lugar, la fase uno: la vuelta de todos nuestros rehenes. Estamos trabajando en ello ahora mismo”, indicó.
Netanyahu enfatizó que su administración se apegará de manera estricta al cumplimiento del acuerdo. Al mismo tiempo, advirtió que si Hamás no se desarma de forma voluntaria, Israel lo hará «por las malas».
Según sus declaraciones, el conflicto no concluirá hasta que la organización palestina haya sido completamente desmilitarizada.
“Solo después de que Hamás se desarme y Gaza sea desmilitarizada terminará la guerra”, subrayó.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, aseguró este jueves que el país continuará su lucha contra todos aquellos “enemigos” que intenten rearmarse y socavar la seguridad nacional. Durante su discurso conmemorativo por los ataques del 7 de octubre, reiteró su compromiso de llevar la batalla “hasta alcanzar la victoria”.
“Lo que necesitamos es unidad. Unidad en la guerra y unidad en la paz. Lograremos todos nuestros objetivos si tenemos cohesión interna, garantías mutuas y si reforzamos aquello que nos une en vez de lo que nos divide”, expresó Netanyahu, durante los actos oficiales organizados según el calendario hebreo.
El mandatario destacó que Israel, en medio de un entorno hostil, sigue siendo una “roca sólida” en Oriente Próximo. También recordó a las víctimas del ataque del 7 de octubre y elogió la fortaleza de los heridos: “Es increíble ver a gente amputada con tal fortaleza, con un gran espíritu, que siguen adelante por el bien de su país”.
Netanyahu criticó duramente al régimen de Irán, al que acusó de intentar “ahogar a Israel hasta la muerte” mediante sus “ramas terroristas”. Sin embargo, aseguró que sus enemigos subestimaron la capacidad de reacción israelí. “Nos levantamos como un solo hombre, luchamos en todos los frentes, y quien nos ataque pagará un alto precio por su agresión”, afirmó.
El jefe del gobierno israelí afirmó que el país libra una batalla que va más allá de sus fronteras: “Israel es la barrera que frena a las fuerzas destructivas del islam radical. Esta es una lucha global entre la humanidad y la peor de las crueldades”.
Por su parte, el presidente Isaac Herzog llamó a la población a dejar de lado la polarización política y social que —dijo— “horroriza”, especialmente “ahora que seguimos enterrando a nuestros muertos”. “Si elegimos unirnos en torno a una bandera y un sentido común, no habrá nada que no podamos lograr”, declaró.
Herzog agradeció a los soldados caídos, a quienes calificó como “héroes que serán para siempre una fuente de fortaleza para todos”. También expresó que el regreso de los rehenes bajo el plan de paz propuesto por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene un “peso histórico y emocional enorme”.
Finalmente, el presidente israelí instó a no descansar hasta recuperar todos los cuerpos de los rehenes fallecidos. “Debemos actuar por todos los medios posibles hasta que cada uno de los rehenes muertos sean traídos de vuelta”, concluyó.
El partido ultraortodoxo Shas, integrante de la coalición del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, exigió este jueves detener de inmediato la tregua pactada con Hamás y suspender el ingreso de ayuda humanitaria a Gaza, mientras no se entreguen los cuerpos de todos los rehenes israelíes fallecidos.
“Exijo al primer ministro y al gobierno detener inmediatamente cada parte del acuerdo con Hamás, incluida la apertura del cruce de Rafah, la introducción de ayuda y cualquier acción derivada de ello, hasta que Hamás nos devuelva a los muertos”, manifestó Aryeh Deryi, presidente de Shas y actual ministro del Interior y de Salud, a través de su cuenta en X.
La solicitud se suma al llamado del Foro de Familias de los Rehenes y Desaparecidos, que pidió al gobierno suspender la implementación de los siguientes pasos del acuerdo, mientras la organización islamista “siga violando el pacto y mantenga cautivos los cuerpos de 19 rehenes”, todos ya fallecidos.
La presión creció luego de que Hamás entregara la noche del miércoles dos nuevos cadáveres, cuya identidad fue confirmada por el Instituto Forense de Israel. Con estos, suman nueve los cuerpos recuperados desde que entró en vigor el acuerdo entre ambas partes.
Según Hamás, esos son los únicos cuerpos que han podido preservar en condiciones tras más de dos años de ofensiva militar israelí sobre Gaza y la destrucción generalizada del enclave.
La organización advirtió que, debido al nivel de destrucción y a los escombros, necesita ayuda para localizar los restos restantes. El Comité Internacional de la Cruz Roja también indicó que la recuperación total podría tomar más tiempo del esperado, ya que algunos cadáveres podrían encontrarse bajo los escombros de zonas severamente bombardeadas.
El Ministerio de Salud de Gaza calcula que, además de los más de 67,900 fallecidos confirmados, cerca de 10,000 personas continúan sepultadas.
La Autoridad Monetaria Palestina (PMA, por sus siglas en inglés) anunció este miércoles que los bancos comenzarán a reanudar sus servicios en la Franja de Gaza de manera gradual a partir de este jueves, tras la implementación del alto al fuego.
Según un comunicado oficial, el organismo instruyó a las instituciones financieras que operan en el enclave costero para que inicien la reapertura parcial de sus sucursales y reestablezcan servicios financieros esenciales. La reapertura se realizará en fases y solo algunas agencias estarán habilitadas inicialmente.
“La Autoridad Monetaria Palestina confirmó que el proceso de reanudación de las operaciones de las sucursales bancarias será gradual y por etapas. En la primera fase, se operará un número limitado de sucursales según su disponibilidad, y las sucursales adicionales se anunciarán posteriormente, de acuerdo con los planes de rehabilitación”, indicó la PMA.
Desde el inicio de la ofensiva israelí, la población gazatí ha tenido que recurrir al mercado negro para obtener efectivo, pagando comisiones elevadas a cambistas debido al cierre total del sistema bancario. Esto ha agudizado aún más la emergencia económica en el enclave palestino.
El mes pasado, expertos de la ONU alertaron sobre una “severa emergencia económica” en Gaza, donde la destrucción de infraestructura, el bloqueo israelí y los desplazamientos forzados han paralizado la vida económica.
“La mayoría de bancos y cajeros automáticos han sido destruidos, y hay una grave crisis de liquidez”, señaló un comunicado de la Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas (UNHR), que también denunció el bloqueo a la entrada de dinero en la zona.
Además del colapso financiero, la falta de electricidad ha dificultado el uso de operaciones digitales, profundizando el aislamiento económico. Según datos de la ONU, el Producto Interno Bruto (PIB) de Gaza ha caído “drásticamente”, mientras los precios de productos básicos se han disparado: el aceite subió un 1,200 % y la harina hasta un 5,000 % a mediados de año.
La ciudad balneario egipcia de Sharm el Sheij se prepara para recibir este lunes a líderes de más de 20 países que participarán en la firma del plan de paz para Gaza, impulsado por Estados Unidos. La ceremonia será copresidida por el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y busca poner fin a más de dos años de conflicto entre Israel y el grupo islamista Hamás.
El evento, que también incluye la celebración de una cumbre de paz, tiene como objetivo “intensificar los esfuerzos por la paz y abrir una nueva etapa de seguridad y estabilidad en Oriente Medio”, según indicó la Presidencia egipcia.
Entre los asistentes destacan los mandatarios de España, Pedro Sánchez; de Francia, Emmanuel Macron; y del Reino Unido, el primer ministro Keir Starmer. La reunión se desarrollará a tan solo tres días de iniciado el alto el fuego y de la retirada de tropas israelíes de las principales ciudades de Gaza.
Durante la jornada también se espera la liberación de los primeros rehenes israelíes que aún permanecen en manos de Hamás. El Gobierno egipcio, junto a Catar, ha sido uno de los principales mediadores del conflicto. Para El Cairo, esta cita representa “un punto de inflexión histórico hacia una paz justa, duradera y global” en la región. Mientras tanto, la ciudad se encuentra bajo estrictas medidas de seguridad y ha comenzado a llenarse de prensa internacional.
El plan de paz presentado por la Casa Blanca contempla una primera fase que incluye el cese total de operaciones militares, la retirada progresiva de las fuerzas israelíes, la entrada masiva de ayuda humanitaria y la liberación de rehenes, vivos o muertos, a cambio de prisioneros palestinos. Posteriormente, se instalaría una administración tecnocrática palestina en Gaza, supervisada por un nuevo organismo llamado “Consejo de la Paz”, presidido por Trump y con participación de figuras como el exprimer ministro británico Tony Blair.
Aunque el alto el fuego se mantiene desde el viernes, Hamás aún no ha confirmado su compromiso con el desarme total, mientras que en Israel persisten divisiones internas sobre el retiro militar y la liberación de prisioneros.
La Administración Trump, sin embargo, confía en que la cita en Sharm el Sheij marque “el inicio de una nueva era de paz regional” y allane el camino hacia una reconciliación más amplia entre Israel y el mundo árabe.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió que el grupo palestino Hamás será “completamente aniquilado” si insiste en mantener el control de la Franja de Gaza, en el marco de las negociaciones que arrancan este lunes en El Arish, Egipto, y que forman parte de su plan de paz para Medio Oriente.
Según el mandatario, el futuro de Gaza debería estar en manos de una “junta de transición internacional”, propuesta rechazada por Hamás, que aboga por la conformación de un gobierno de tecnócratas palestinos sin injerencias extranjeras. Esta diferencia se perfila como uno de los puntos más conflictivos del proceso negociador.
En declaraciones vía texto a la cadena CNN, Trump pidió paciencia a los senadores republicanos, ante los reclamos de que Hamás está dilatando el diálogo.
“Espero que Hamás aclare pronto si está comprometido con la paz. Solo el tiempo lo dirá”, expresó Trump.
Trump también afirmó que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, comparte plenamente su visión sobre un alto al fuego en Gaza y una ruta clara hacia un futuro en paz para la región. No obstante, los bombardeos del Ejército israelí no se han detenido por completo, según han denunciado médicos palestinos.
Netanyahu advirtió este domingo que no avanzará en la implementación del resto del plan estadounidense mientras Hamás no libere a todos los rehenes, vivos o muertos, que mantiene en su poder. Afirmó que la liberación de los cautivos es el punto prioritario dentro de los 20 artículos de la propuesta de Trump.
Hamás, por su parte, ha expresado disposición a liberar a los rehenes, pero exige que ese proceso se dé junto con un alto al fuego inmediato y una retirada parcial del Ejército israelí de posiciones estratégicas, especialmente en torno a la ciudad de Gaza.
En un tono más duro, el ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, advirtió que la liberación de los rehenes será inevitable. “Si Hamás se niega a liberar a los rehenes, las FDI intensificarán el fuego hasta derrotar a Hamás y garantizar el regreso de todos”, declaró Katz durante un acto en conmemoración de las víctimas de la guerra del Yom Kipur.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentó este lunes un plan de paz para Gaza que plantea la creación de un Gobierno de transición sin presencia de Hamás, la desmilitarización de la Franja y la posibilidad de negociar un Estado palestino en el futuro. La propuesta fue anunciada en la Casa Blanca tras reunirse con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, quien expresó su respaldo a la iniciativa.
Trump detalló que el proyecto contempla un alto al fuego inmediato, la retirada gradual de las tropas israelíes y la liberación, en un plazo máximo de 72 horas, de los 48 rehenes —vivos y muertos— que permanecen en manos de Hamás. A cambio, Israel debería excarcelar a 250 prisioneros palestinos condenados a cadena perpetua y a 1,700 gazatíes detenidos tras los ataques del 7 de octubre de 2023.
“Ahora la pelota está sobre el tejado de Hamás”, advirtió el mandatario, quien aseguró que, en caso de rechazo, Estados Unidos dará su “total apoyo” a Israel para continuar su ofensiva militar.
El plan establece la conformación de un Gobierno de transición integrado por tecnócratas palestinos y expertos internacionales, supervisado por una “Junta de la Paz” presidida por Trump y con la participación del ex primer ministro británico Tony Blair. En una etapa posterior, una Autoridad Palestina reformada asumiría el control del enclave, siempre que implemente una “reforma radical”, según recalcó Netanyahu.
El jefe del Gobierno israelí afirmó que la propuesta coincide con los objetivos de su país: liberar a los rehenes, desarmar a Hamás, desmilitarizar Gaza y mantener el control de la seguridad.
“Si Hamás rechaza la propuesta, Israel mantendrá el asedio en Gaza hasta terminar el trabajo. Se puede hacer por las buenas o por las malas”, advirtió Netanyahu.
Pese al apoyo de Netanyahu, la iniciativa enfrenta resistencia dentro de su propio gabinete. El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, de línea ultraderechista, rechazó cualquier concesión que implique reconocer un Estado palestino o retirar al Ejército israelí de la Franja.
Una ambulancia presta atención médica en Gaza tras un ataque militar de Israel. EFE
El plan de Trump descarta la anexión israelí de Gaza e incluye un programa de reconstrucción y desarrollo económico para el enclave, además de prohibir desplazamientos forzosos y garantizar el derecho de retorno para quienes salgan de manera voluntaria. Este punto supone un giro respecto a la propuesta inicial del mandatario, cuando sugirió la expulsión de la población gazatí para un proyecto inmobiliario denominado “Riviera de Oriente Medio”.
La iniciativa estadounidense llega en medio de un creciente aislamiento internacional hacia Israel, cuya ofensiva en Gaza ha sido calificada como genocidio por relatores de la ONU, organizaciones humanitarias y varios países. Desde octubre de 2023, el conflicto ha dejado más de 66,000 muertos. A ello se suma el reconocimiento del Estado palestino por parte de Reino Unido y Francia, lo que ha generado tensiones con Washington y Tel Aviv.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció que la ofensiva militar israelí sobre la Franja de Gaza, que ya ha dejado más de 63,000 palestinos muertos, está “perjudicando” seriamente la imagen internacional de su principal aliado en Oriente Próximo.
“Van a tener que acabar con esa guerra de una vez. Está perjudicando a Israel. Puede que estén ganando militarmente, pero no están ganando en el mundo de las relaciones públicas”, afirmó Trump en una entrevista con el portal estadounidense Daily Caller.
Trump recordó que “hace 15 años Israel era el grupo de presión más fuerte” en el Congreso, pero aseguró que hoy su influencia ha disminuido. “Tenían control total sobre el Congreso, y ahora ya no lo tienen. Me sorprende verlo”, comentó, mencionando a figuras progresistas como Alexandria Ocasio-Cortez como parte del cambio de percepción.
El mandatario defendió sus credenciales como aliado cercano de Israel. “Nadie ha hecho más por Israel que yo, incluyendo los recientes ataques a Irán que acabaron con esa cosa”, dijo en referencia a los bombardeos contra instalaciones nucleares iraníes a principios de junio.
Asimismo, lamentó que “la gente se olvidó del 7 de octubre, un día realmente horrible”, en referencia a los ataques de Hamás contra Israel, que dejaron 1,200 muertos y 250 secuestrados.
Trump subrayó que, aunque mantiene un fuerte apoyo de la comunidad israelí, Israel enfrenta hoy un escenario de creciente escepticismo, incluso entre jóvenes simpatizantes del movimiento Make America Great Again (MAGA), lo que podría impactar en el respaldo político dentro de Estados Unidos.