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  • Hiroshima y El Salvador, 80 años

    Hiroshima y El Salvador, 80 años

    A las 08:15 horas del lunes 6 de agosto de 1945, la bomba atómica Little Boy fue arrojada por el avión estadounidense Enola Gay sobre la localidad portuaria de Hiroshima. Después de 55 segundos de caída, el artefacto de fisión con base en uranio 235 hizo explosión a 600 metros sobre la ciudad. Los 16 kilotones de TNT liberados elevaron la temperatura ambiental en un millón de grados Celsius, dando lugar a una bola de fuego rojizo de entre 250 y 300 metros de diámetro. El “viento divino” se manifestó en forma de hongo y arrasó con infraestructuras y personas en un radio de 1.5 a 3.0 kilómetros. Cerca del 70% de edificios y residencias resultó destruido en la primera ola de impacto, para después sucumbir ante los innumerables incendios desatados.

    Un niño de India envía mensajes de paz en el día de Hiroshima. / EFE.

    La calle y distrito de Minami estaban situados a unos 2,500 metros de distancia de la zona de detonación de aquel artefacto devastador. Aunque no sufrió daños inmediatos por la explosión, sus edificios y cientos de personas sí resultaron dañados por los efectos de la detonación y la lluvia radiactiva. Una de las personas fallecidas en esa calle y distrito fue un hombre de 53 años, médico e inspector sanitario militar. Se trataba del doctor Juro Hatori. En su currículum constaba que, alguna vez, dos décadas antes, había estado por algunos días en la capital de la República de El Salvador.

    Hitomi Hasebe, representante de la familia Tetsutani, muestra fotos del joven Shinichi Tetsutani con su triciclo que tenía en el momento de la bomba, frente a la escultura del mismo en el Museo de la Cruz Roja en Suiza. / EFE.

    Al mediodía del miércoles 5 de noviembre de 1924, en la residencia de la Legación japonesa de la ciudad de México, situada en el número 21 de la calle de Mérida, el ministro Shigetsuna Furuya (Ehime, 12.jun.1876-São Paulo, Brasil, 13.jun.1967) organizó un banquete oficial para presentar al Dr. Iwatarō Uchiyama (Maebashi, 28.feb.1890-19.nov.1971), un católico que en ese momento era secretario del Departamento Comercial del Ministerio de Asuntos Extranjeros del Japón y jefe de la comisión comercial especial enviada por el imperio para inspeccionar las situaciones generales existentes en las repúblicas centro y suramericanas. El Dr. Uchiyama sería más conocido como el promotor del ingreso de Japón a la Liga de las Naciones y ocuparía puestos diplomáticos en Madrid (1912), Santiago de Chile, Río de Janeiro (1917), Montevideo (1930) y embajador en Buenos Aires (1937).

    Para entonces, El Salvador y Japón llevaban casi un cuarto de siglo en acercamientos y pláticas para lograr establecer relaciones diplomáticas y comerciales, pero diversas circunstancias habían impedido concretar esas intenciones mediante la suscripción de algún tratado o el establecimiento de alguna Legación o Consulado General o de otra naturaleza.

    Fotografías de Senji Yamaguchi, quien sufrió quemaduras en el Museo de Nagasaki. / EFE.

    En aquel ágape en la Legación Imperial en la capital mexicana estuvieron presentes diversos jefes de misión, entre ellos Cecilio Bustamante Magaña (nacido en la ciudad de San Miguel, el 26 de junio de 1871, falleció en la capital salvadoreña, el 24 de junio de 1965. En ese momento era el ministro plenipotenciario y enviado extraordinario de la República de El Salvador en México, entre otros cargos desempeñados durante su extensa carrera diplomática).

    Otros invitados fueron Federico Quintana (ministro de Argentina), Pedro Pablo Agustín Mujica Carassa (Lima, 29.jun.1875-21.jul.1933, fue alcalde de Lima entre 1920 y 1921 y era el ministro de Perú en México), Eduardo Aguirre Velásquez (ministro de Guatemala), Luis Felipe Angulo (ministro de Colombia), Dr. Lourival de Guillobel (encargado de negocios del Brasil), Manuel Novoa Torres (encargado de negocios de Chile), Agustín Diner (cónsul general de Nicaragua), José Ignacio Icaza Camacho (mexicano, 1886-1930, cónsul general de Panamá), Ángel Lagarda (cónsul general de Costa Rica), Otto Reinbeck (cónsul general honorario de Honduras en la capital mexicana desde el 16 de julio de 1924, desempeñó ese cargo por las siguientes tres décadas), César E. Arroyo (cónsul, escritor y periodista ecuatoriano, nacido en Quito en 1887 y fallecido en Madrid, en 1937), Koshida Saichirō (1884-1963, entonces secretario jefe de la Legación japonesa en territorio mexicano, antes fue cónsul general en Milán -1921- y Batavia -actual Yakarta-, así como futuro encargado de asuntos ad interín en México -enero a diciembre de 1926- y España -de abril a noviembre de 1932- y ministro plenipotenciario y enviado extraordinario de Japón en Panamá, México y las repúblicas de Centroamérica, entre 1938 y 1939), acompañado de sus asistentes secretariales, Masaki Yodokawa (29 años, originario de Fukuoka, sería encargado de negocios y ministro del Japón en Perú en 1941) y una señora de la que no se tienen datos en el presente.

    Tres semanas después de esa comida, esa comisión comercial japonesa -presidida por el Dr. Iwatarō Uchiyama y el secretario Koshida Saichirō e integrada por el ingeniero Ryusaburo Muroki (34 años), el médico e inspector sanitario militar Dr. Juro Hatori y un canciller-agente sin nombrar (quizá el oficial diplomático Akira Fukuoka, de 32 años)- llegó a San Salvador para “investigar las condiciones comerciales” de El Salvador, por lo que todos ellos “recibieron de parte del Gobierno y autoridades de la República las atenciones debidas y merecidas por la distinción de las personas que la integraban”, para que después pudieran continuar su viaje por diversos países del continente americano, entre ellos Brasil y Venezuela.

    Los datos personales de los integrantes de esa misión del imperio nipón aparecen en la lista de pasajeros llegados el jueves 16 de octubre de 1924 al puerto de San Francisco (California), procedentes de Yokohama en el vapor Siberia Maru, un transpacífico de segunda clase. La lista puede consultarse en Passenger Lists of Vessels Arriving at San Francisco, CA, 1893-1953, Maryland, National Archives Microfilm Publication M1410, rollo 189, línea no. 6, id 004893620_00177_5. Su llegada a San Salvador quedó reseñada en la Memoria anual de Relaciones Exteriores, Instrucción Pública y Justicia, leída por el Dr. Reyes Arrieta Rossi y publicada por el Diario Oficial, tomo 98, no. 50, sábado 28 de febrero de 1925. De ella proceden los entrecomillados citados en el párrafo anterior.

    Tendrían que transcurrir once años más para que El Salvador y Japón entablaran relaciones diplomáticas formales. En el Salón Rojo del Palacio Nacional de San Salvador, a partir de las 11:30 horas del jueves 25 de julio de1935, el presidente y general de brigada Maximiliano Hernández Martínez recibió las cartas credenciales del que desde septiembre de 1931 se desempeñaba como ministro residente en México, el doctor Hori Yoshimatsu (1895-1958, también llamado Yoshiatsu Hori o Yoshitaka Hori), quien llegaba como enviado extraordinario y ministro plenipotenciario ante el gobierno salvadoreño, en carácter de diplomático concurrente en toda la región centroamericana. Hori salió por vía aérea de la capital mexicana, el sábado 8 de junio de 1935, con destino a Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, adonde arribó el lunes 24. Con oficinas situadas en el no. 190 de la Avenida de los Insurgentes de la capital mexicana, Hori Yoshimatsu fungió antes como cónsul en Vancouver (Canadá,1913-1914), encargado de negocios en la Legación japonesa en Beijing (China, 1927-1928) y como representante diplomático ante los sucesivos gobiernos mexicanos del coronel Abelardo Díaz Luján y del general Lázaro Cárdenas del Río. El 28 de abril de 1936 cesó en su cargo diplomático en México y Centroamérica y dejó como encargado de negocios ad-interín a Minoru Izawa (17.dic.1897-¿?), secretario de la Legación Imperial en San Salvador, quien llegaría a ser uno de los máximos especialistas japoneses en asuntos latinoamericanos. El 2 de septiembre de 1936 fue electo para ocupar uno de los cuatro puestos ejecutivos de la junta de directores de la Dōmei News Agency, el servicio noticioso imperial que daría cobertura a toda la Segunda Guerra Mundial, tras de la cual sería rebautizado como Kyodo News. Con rango militar de mayor, dirigió la Chichi Jima Radio durante la histórica batalla de Iwo Jima, librada por Japón y las tropas aliadas entre el 19 de febrero y el 24 de marzo de 1945.

    En este 2025 se conmemoran 125 años en que Japón y El Salvador iniciaron acercamientos diplomáticos en la capital mexicana, además de los 90 años de las relaciones formales. Mientras tanto, en Hiroshima, un corazón salvadoreño late y canta en la voz del músico Alvar Castillo (Sensuntepeque, 11.feb.1960), quien con su esposa japonesa fundaron el restaurante mexicano Chikada (2017-2018). Residente desde hace dos décadas en esa localidad portuaria, Castillo mantiene su propia orquesta -con músicos nipones- en el Latin Bar Cafe Latino, todo un punto de obligada referencia de la cultura latinoamericana en aquella localidad del Imperio del Sol Naciente.

    >Texto adaptado del libro inédito Sakuras y maquilishuats. Biografía mínima del primer diplomático centroamericano en Japón, 1927-1941.

  • 80 aniversario de Hiroshima: UE recuerda que una guerra nuclear "no se puede ganar" y papa hace llamado

    80 aniversario de Hiroshima: UE recuerda que una guerra nuclear «no se puede ganar» y papa hace llamado

    La Unión Europea recordó este miércoles que las guerras nucleares «no se pueden ganar» y «nunca deben librarse» en el 80 aniversario del bombardeo atómico de las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki en 1945, al tiempo que advirtió de que está creciendo una «retórica nuclear irresponsable» en el panorama global.

    Dicha retórica, junto a arsenales opacos y el surgimiento de nuevos actores que buscan capacidades nucleares, «ponen en peligro la paz y la seguridad internacionales y socavan de manera flagrante la verdad fundamental que todos hemos afirmado: una guerra nuclear no se puede ganar y nunca debe librarse», dijo en un comunicado la alta representante de la Unión Europea para la Política Exterior y Seguridad, Kaja Kallas.

    También el presidente del Consejo Europeo, António Costa, instó a que el mundo «no olvide los horrores causados por las armas nucleares» y advirtió de que la humanidad «carga con esas cicatrices» aún hoy.

    «Hoy, honramos la memoria de las víctimas y reafirmamos nuestro compromiso inquebrantable con la paz, el desarme y un mundo libre de armas nucleares», añadió.

    Para Kallas, el Tratado sobre la no proliferación de las armas nucleares «sigue siendo la piedra angular del régimen mundial de no proliferación nuclear y la base esencial para la consecución del desarme nuclear», por lo que incidió en la necesidad de que se reanude el diálogo estratégico en esta materia y de tomar medidas concretas para seguir reduciendo los arsenales.

    «Tenemos el deber compartido de transmitir a las generaciones futuras el recuerdo de Hiroshima y Nagasaki. Se lo debemos a las víctimas: garantizar que este legado sirva de base para la paz. El desarme y la no proliferación no son opcionales, sino una responsabilidad colectiva», urgió Kallas.

    Papa: «advertencia universal»

    También, el papa León XIV deseó este miércoles que el recuerdo de los 80 años de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki «sirva de advertencia universal contra la devastación causada por la guerra, y en particular por las armas nucleares», en este momento «marcado por intensas tensiones y sangrientos conflictos».

    El papa estadounidense pidió además que en este momento que atraviesa el mundo «la ilusoria seguridad basada en la amenaza de la destrucción mutua dé paso a la práctica del diálogo y a la confianza de la fraternidad», en un llamamiento al final de la audiencia general en la plaza de San Pedro.

    Asimismo, dedicó sus oraciones «por todos aquellos que sufrieron los efectos físicos, psicológicos y sociales» de las bombas atómicas.

    Este martes, en un mensaje dirigido al obispo de Hiroshima, Alexis Mitsuru Shirahama, con ocasión de esta efeméride, León XIV afirmó que «la verdadera paz exige el valiente abandono de las armas», especialmente aquellas que pueden causar «una catástrofe indescriptible».

    «En nuestro tiempo de crecientes tensiones y conflictos globales, Hiroshima y Nagasaki permanecen como ‘símbolos de memoria’ que nos instan a rechazar la ilusión de seguridad fundada en la destrucción mutua asegurada», insistió el papa.

    Hiroshima pide fin a armas nucleares

    La ciudad nipona de Hiroshima pidió este miércoles a la comunidad internacional que alcance un consenso para poner fin a las armas nucleares, en el día en el que se cumple el 80 aniversario de su bombardeo atómico, el primero de la historia.

    «A pesar de la agitación actual a nivel de los Estados, nosotros, el pueblo, nunca debemos rendirnos. En cambio, debemos esforzarnos aún más para construir un consenso en la sociedad civil sobre la necesidad de abolir las armas nucleares para un mundo verdaderamente pacífico», dijo hoy el alcalde de la ciudad, Kazumi Matsui, dentro de una declaración de paz leída durante la ceremonia.

    En el texto, que se hace público cada año en esta fecha señalada, el alcalde manda un mensaje claro a los mandatarios de todo el mundo, a los que pide que reflexionen y se den cuenta de que sus políticas son las causantes de los conflictos globales.

    «Por favor, visite Hiroshima. Presencie con sus propios ojos lo que provoca un bombardeo atómico. Acepte con sinceridad el espíritu pacífico de Hiroshima y comience de inmediato a debatir un marco de seguridad basado en la confianza mediante el diálogo», añadió el texto.

    Unas 55.000 personas de 120 países y regiones participaron este miércoles en la ceremonia por la paz en dicha ciudad japonesa, lo que supuso una representación diplomática récord a pesar de los 35 grados y advertencias por posibles golpes de calor esta mañana.

    La Campana de la Paz resonó en el Parque Memorial de la Paz de la localidad durante el minuto de silencio observado a las 8:15 hora local (23:15 GMT del martes), la hora exacta a la que la bomba ‘Little Boy’ fue lanzada por el bombardero Enola Gay sobre la ciudad, causando la muerte instantánea de unas 70.000 personas, cifra que se duplicaría a finales de 1945.

    Posición de Japón

    El primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, afirmó este miércoles que Tokio debe «liderar los esfuerzos globales» para lograr un mundo sin armas nucleares, durante su discurso en la ceremonia.

    «Liderar la comunidad internacional para lograr un mundo sin armas nucleares es la misión de Japón como único país que ha sufrido la bomba atómica en la guerra, y que aplica los tres principios no nucleares», señaló Ishiba.

    El mandatario también rechazó la posibilidad de que el país comparta armas nucleares de Estados Unidos, y reafirmó la voluntad del Ejecutivo nipón de respetar esos principios.

    De fondo, procedentes de fuera del recinto del acto, podían escucharse consignas de protesta de manifestantes en contra de las armas nucleares.
    Nuevas caras entre los asistentes

    Una cifra sin precedentes de 120 países y regiones, entre los que se encontraban Israel, Palestina y Ucrania pero no Rusia, participaron hoy en el encuentro.

    Rusia volvió a ausentarse por segundo año consecutivo tras la invasión de Ucrania, su aliado Bielorrusia, sin embargo, participó por primera vez en cuatro años, tras el levantamiento del veto de Hiroshima a ambos países.

    Este supuso también el primer año en el que participaron Palestina y Taiwán, que no están oficialmente reconocidos por Japón, y también hubo presencia de varias potencias nucleares: Estados Unidos, Reino Unido, Francia, India —no firmante del Tratado de No Proliferación— e Israel.

    Mayor riesgo que nunca

    La Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN) aprovechó la efeméride para advertir que el riesgo de que se utilicen armas atómicas es mayor ahora que nunca antes debido a las tensiones y conflictos vigentes.

    «El riesgo de uso de armas nucleares es más alto ahora que nunca, tenemos una serie de confrontaciones y conflictos que involucran a estados poseedores de armas nucleares», explicó la directora ejecutiva de ICAN, Melissa Parke, en una entrevista con EFE.

    Premiada con el Nobel de la Paz en 2017, la organización considera especialmente preocupante el discurso de que las armas nucleares pueden utilizarse de forma táctica: «tenemos que recordar que las bombas lanzadas en Hiroshima y Nagasaki serían descritas hoy como armas nucleares tácticas», añadió.

    Cada vez menos supervivientes

    El 80 aniversario del bombardeo atómico resulta especialmente relevante este año, ya que es el primero en el que el número total de supervivientes de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki reconocidos oficialmente ha descendido por debajo de los 100.000 por primera vez desde que comenzó el sistema de certificación en 1957.

    Según el ministerio, la prefectura de Hiroshima cuenta con el mayor número de titulares de cartilla sanitaria de ‘hibakusha’, con 48.310, seguida de Nagasaki con 23.543 y Fukuoka con 3.957.

    Estados Unidos lanzó el primer ataque nuclear sobre la ciudad de Hiroshima el 6 de agosto de 1945 y, tres días después, lanzó una segunda bomba atómica sobre Nagasaki, lo que desembocó en la rendición de Japón el 15 de agosto y puso fin a la Segunda Guerra Mundial.

    Se estima que unas 210.000 personas perdieron la vida en ambas ciudades debido al bombardeo, que también dejó 150.000 heridos y consecuencias humanitarias y ambientales.