El Manchester United y el Bournemouth ofrecieron un partido de locura en Old Trafford que terminó 4-4, pero que deja muy señalado al equipo del portugués Rubén Amorim tras perder una oportunidad de oro para ponerse en puestos de Liga de Campeones.
Con 4-3 en el marcador, el equipo del español Andoni Iraola no se rindió y consiguió el empate de la mano del francés Eli Kroupi en el minuto 84, aprovechándose de la débil defensa local.
Un tropiezo en casa que deja sexto a los Red Devils con 26 puntos, los mismos que el Crystal Palace (quinto), y que sus inmediatos perseguidores, el Liverpool y el Sunderland.
El Bournemouth por su parte sigue sin ganar siete partidos después, con tres empates y cuatro derrotas, y se queda con 21 unidades en la decimotercera posición, pero con la energía de su actuación el Teatro de los Sueños.
El primer tiempo del United fue el mejor que ha jugado en toda la temporada, con intensidad, presión alta y un ritmo vertiginoso con y sin balón que mantuvo desubicado al Bournemouth.
Un gran arranque que dio sus frutos a los 13 minutos, tras una mala salida de Petrovic que aprovechó el atento Amad Diallo (Costa de Marfil) para rematar de cabeza a portería vacía.
Cuando el reloj indicó la media hora el equipo de Iraola empezó a soltarse con más ganas que fútbol, pero lo suficiente para hacer sufrir a un débil United en fase defensiva.
Semenyo aprovechó una pérdida en el medio campo y el mal retorno de los medios para definir a placer con un tiro cruzado raso al segundo palo, un empate inesperado visto lo visto en el terreno de juego.
Tuvo que aparecer Casemiro al filo del descanso para poner de nuevo en ventaja a un equipo local que por ocasiones y juego merecía ir por delante. Bruno Fernandes ‘regaló’ un saque de esquina para que el brasileño rematara completamente solo al segundo palo.
Pero la euforia de los Red Devils duró lo mínimo, ya que en los seis minutos siguientes al descanso empató Evanilson en un mano a mano y Tavernier de falta directa puso un durísimo 2-3 en el marcador.
Los fantasmas en defensa volvían a aparecer en Old Trafford y la afición lo sabía. El público empezó a impacientarse y la reacción de los de Amorim tardó en llegar.
Desde el minuto 77 al 84 el marcador cambió de números hasta en tres ocasiones en unos instantes de locura que seguro que a los entrenadores no les hizo ninguna gracia.
Bruno de falta (m.77), Cunha en un mano a mano (m.79) y Kroupi con una gran definición en el área (m.84) pusieron de los nervios a más de uno en Manchester y le ‘ofrecieron’ a los aficionados una recta final de partido emocionante.
Los últimos instantes fueron frenéticos en ocasiones, ida y vuelta y esfuerzos en ambas áreas, pero ninguno pudo llevarse un partido que sin duda será recordado por sus cambios de guion.
