Etiqueta: Human Rights Watch

  • Trump intensifica ofensiva política y militar con medidas radicales contra narcotráfico, migración y comercio internacional

    Trump intensifica ofensiva política y militar con medidas radicales contra narcotráfico, migración y comercio internacional

    La administración de Donald Trump ha intensificado en las últimas semanas su estrategia de mano dura, combinando operativos militares, lenguaje agresivo y decisiones unilaterales que han marcado un nuevo rumbo en la política exterior e interna de Estados Unidos.

    “Los mataremos a todos”, declaró Trump al referirse a las operaciones militares contra embarcaciones supuestamente vinculadas al narcotráfico en el Caribe y el Pacífico.

    Esta afirmación se enmarca en una campaña que, según analistas, difumina la línea entre el control criminal y la guerra abierta, al ordenar ataques marítimos que han dejado muertos y sin pruebas presentadas públicamente.

    Las operaciones, lideradas por el Ejército en aguas cercanas a Venezuela y Colombia, han resultado en la destrucción de embarcaciones y la muerte de sus tripulantes, a quienes el Gobierno califica de «narcoterroristas».

    Organismos como Human Rights Watch (HRW) han denunciado que estas acciones podrían constituir ejecuciones extrajudiciales, mientras expertos como el politólogo Salvador Santino Regilme advierten que se trata de «actos legalmente insostenibles».

    La retórica también escaló hacia los gobiernos de la región. Trump llamó “matón” al presidente colombiano Gustavo Petro, amenazando con intervenir directamente en “campos de muerte” relacionados al narcotráfico si el mandatario no actúa con mayor contundencia.

    Migración: redadas y militarización

    En el plano interno, la administración Trump ha reactivado su política migratoria más estricta. Desde enero, el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) ha llevado a cabo redadas masivas en ciudades como Chicago y Nueva York, utilizando incluso tácticas militares y granadas aturdidoras.

    “Estamos deteniendo a criminales muy peligrosos”, justificó el mandatario ante la prensa. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha respaldado estas acciones con campañas que etiquetan a los migrantes como “monstruos” o “lo peor de lo peor”.

    La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) calificó estos operativos como desproporcionados y violatorios de derechos humanos.

    Fotografía de archivo de agentes de inmigración. EFE
    Fotografía de archivo de agentes de inmigración en una redada. EFE

    Política comercial: aranceles como castigo

    Trump también ha utilizado su política comercial como herramienta de presión. Esta semana impuso nuevos aranceles del 50 % a Brasil e India, en represalia por casos judiciales y acuerdos energéticos con Rusia, respectivamente.

    Además, suspendió conversaciones con Canadá tras acusar al gobierno de difundir publicidad “engañosa” que tergiversa mensajes históricos de Ronald Reagan. También denunció un intento de “interferencia” canadiense en una próxima resolución de la Corte Suprema sobre sus políticas arancelarias.

    Transformaciones en la Casa Blanca

    A nivel simbólico, el mandatario busca dejar huella en la sede del poder. Esta semana inició la demolición del Ala Este de la Casa Blanca para construir un salón de baile valorado en 300 millones de dólares, financiado por donantes cercanos a su campaña.

    El proyecto fue aprobado sin consenso institucional y ha generado controversia por su financiamiento privado y propósito personalista.

     

  • CIDH, relatora de la ONU y Amnistía Internacional lamentan salida de Cristosal de El Salvador

    CIDH, relatora de la ONU y Amnistía Internacional lamentan salida de Cristosal de El Salvador

    Los relatores de libertad de asociación de las Naciones Unidas y de libertad de expresión la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), así como la CIDH y las organizaciones internacionales Amnistía Internacional, Human Right Watch y la Fundación Kennedy Human Rights mostraron preocupación por la salida de Cristosal de El Salvador.

    La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) indicó este viernes que “las organizaciones defensoras de derechos humanos son un pilar de toda democracia y los Estados deben garantizar que realicen sus actividades sin temor ni represalias y libres de restricciones”. La CIDH advirtió en X que Cristosal argumentó la criminalización de personas defensoras y la imposición de la Ley de Agentes Extranjeros como obstáculos a su labor.

    También, la relatora especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la libertad de asociación y asamblea, Gina Romero, se solidarizó el jueves con Cristosal y consideró su salida de El Salvador de “inaceptable” como protección ante la “persecución sistemática”.

    “Es inaceptable que la estigmatización, criminalización y persecusión sistemática de organizaciones de la sociedad civil genere cierre de sus actividades como método de protección. Mi solidaridad con Cristosal”, indicó Romero.

    El relator de libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Pedro Vaca, publicó el jueves en X su “preocupación” por la suspensión de operaciones de Cristosal y el exilio de su personal.

    “Cristosal es una voz trascendental para la defensa de los derechos humanos en el país. El Salvador debe tener más, y no menos, ojos y voces que registren lo que está pasando”, indicó.

    La organización Amnistía Internacional Américas también manifestó su solidaridad por el cierre de la sede de Cristosal en El Salvador y exhortó a “la comunidad internacional» a «hoy más que nunca respaldar las voces que no se callan, que mantienen viva la defensa de los derechos humanos y la rendición de cuentas”.

    También, las organizaciones Human Rights Watch (HRW), la fundación Robert F. Kennedy Human Rights lamentaron el jueves la salida de Cristosal de El Salvador.

    “Lo que está ocurriendo en El Salvador es devastador. Expreso toda mi solidaridad con Noah Bullock y el valiente equipo de Cristosal, forzados al exilio por defender los derechos humanos”. Kerry Kennedy, presidente de la Fundación Kennedy Human Rights.

    “El destacado grupo de derechos humanos Cristosal ha errado sus oficinas en El Salvador en medio de una intensificación de la represión contra la sociedad civil por parte del gobierno de Bukele. El costo: menos justicia para las víctimas, menos supervisión de los abusos y menos espacios para el disenso”. Juanita Gobertus, directora de la división de las Américas HRW.

    La organización Cristosal anunció el cierre de su oficina instalada en El Salvador ante una “situación insostenible de acoso estatal”, al señalar que han sido objeto de acoso legal, vigilancia, espionaje, difamación, amenazas directas contra su personal y la captura de una de sus integrantes, Ruth López. Mientras, el presidente salvadoreño Nayib Bukele