Etiqueta: José Jerí

  • Presidente de Perú refuerza estado de emergencia con más vigilancia y control en Lima y Callao

    Presidente de Perú refuerza estado de emergencia con más vigilancia y control en Lima y Callao

    El presidente de Perú, José Jerí, aprobó este sábado un nuevo decreto supremo que refuerza el estado de emergencia vigente en Lima y Callao, ampliando las restricciones y aumentando la vigilancia para enfrentar el auge de la violencia criminal que afecta al país.

    “¡Más control, más seguridad!”, anunció la Presidencia de Perú en su cuenta oficial de X, al confirmar la publicación del Decreto Supremo N.º 127-2025-PCM, que fortalece la estrategia nacional contra el crimen organizado y la delincuencia común.

    El estado de emergencia, que rige desde el pasado 22 de octubre por un periodo de 30 días, ya limitaba derechos fundamentales como la inviolabilidad del domicilio, la libertad de reunión y de movimiento. Ahora, con las nuevas disposiciones, el Gobierno pretende ejercer un control más férreo sobre la ciudadanía y los espacios públicos.

    Entre las medidas complementarias figura la prohibición de transitar con acompañante en motocicleta, una táctica frecuente utilizada por sicarios en la comisión de delitos. Asimismo, se autoriza el uso de drones y cámaras con tecnología de reconocimiento facial, cuyos datos se cruzarán con bases de información de entidades del Estado y cuerpos policiales para identificar a posibles sospechosos.

    Para coordinar estas acciones, el Ejecutivo creó el Comando de Coordinación Operativa Unificada (CCO), dirigido por la Policía Nacional e integrado por miembros del Ejército, la Fiscalía, la Dirección Nacional de Inteligencia y los alcaldes de Lima y Callao.

    El Gobierno también ordenó endurecer las condiciones en los centros penitenciarios, con restricciones a las visitas, decomiso de teléfonos celulares, dispositivos no autorizados y el desmontaje de antenas de comunicación clandestinas, como parte de los esfuerzos para cortar los nexos de control criminal desde el interior de las cárceles.

    Por otro lado, los elementos de las fuerzas de seguridad que destaquen en operativos recibirán incentivos y reconocimientos por su labor, en un intento por reforzar la moral y el compromiso institucional frente a la delincuencia.

    José Jerí asumió la presidencia tras la destitución de Dina Boluarte, prometiendo una política de mano dura contra el crimen, en un contexto de creciente inseguridad que ha afectado la vida diaria de los peruanos y ha debilitado la confianza en las instituciones.

     

  • Empresarios peruanos alertan del impacto de la inseguridad en sus operaciones

    Empresarios peruanos alertan del impacto de la inseguridad en sus operaciones

    La criminalidad se ha convertido en la principal amenaza para las grandes empresas de Perú, con un 13 % que reporta haber sido víctima de amenazas o extorsiones y un 40 % que ha debido incrementar sus gastos en seguridad privada, reveló este miércoles una encuesta presentada en la Conferencia Anual de Ejecutivos (CADE Ejecutivos), el principal foro empresarial del país.

    El estudio, realizado por la encuestadora Ipsos, indica que en el último año un 9 % de las compañías enfrentó amenazas directas, mientras que un 6 % fue blanco de cobros ilegales o extorsiones por parte de organizaciones criminales.

    A raíz de esta creciente ola de inseguridad, los empresarios reportan consecuencias directas en sus operaciones: un 24 % ha debido paralizar o reducir actividades, un 21 % ha sufrido robos de productos o activos, y un 20 % experimentó dificultades para contratar o retener personal.

    En cuanto a la percepción sobre los principales problemas que afectan al país, la delincuencia ocupa el primer lugar con un 85 %, seguida de la corrupción (81 %) y la crisis política (36 %). Además, un 89 % considera que Perú ha retrocedido en la lucha contra el crimen, y un 60 % opina lo mismo respecto a la corrupción.

    Por primera vez en tres décadas, la inseguridad y el avance de la delincuencia se posicionan como el mayor riesgo político y social para el entorno empresarial (64 %), por encima del aumento de la corrupción en el Estado (40 %) y el debilitamiento institucional (31 %).

    Entre las medidas prioritarias que podrían reactivar la inversión privada, el 79 % de los empresarios encuestados cree que combatir la inseguridad tendría mayor impacto, seguido del combate a la corrupción (69 %) y la ejecución de proyectos de infraestructura de gran escala (47 %).

    Gonzalo Galdós, presidente de IPAE Acción Empresarial —organizador del evento— urgió al gobierno de transición, presidido por José Jerí, a priorizar el restablecimiento de la seguridad. “La inseguridad no solo está afectando la operatividad de las empresas, sino que los sobrecostes están erosionando la capacidad operativa”, advirtió.

    Además, destacó que la criminalidad también afecta el tejido emprendedor del país. “La inseguridad está lesionando el espíritu emprendedor de los peruanos, que nos ha salvado cuando han llegado crisis. Es fundamental mantenerlo y no puede ser erosionado de manera tan dolorosa como está sucediendo por la inseguridad”, puntualizó.

    La encuesta fue realizada por Ipsos Perú entre el 17 y el 29 de octubre, con una muestra de 245 ejecutivos de alto nivel pertenecientes a las 5,000 empresas más grandes del país.

     

  • El nuevo presidente de Perú lidera operativos en varias cárceles para "golpear el crimen"

    El nuevo presidente de Perú lidera operativos en varias cárceles para «golpear el crimen»

    El nuevo presidente interino de Perú, José Jerí, lideró la madrugada de este sábado un operativo realizado paralelamente en varias cárceles del país, a fin de «golpear al crimen organizado», y el mandatario afirmó que se seguirán realizando estas acciones para frenar los delitos que se gestan desde los penales.

    La Presidencia de Perú informó en la red social X que Jerí, en una de sus primeras acciones como mandatario, lideró desde el penal de Ancón I, ubicado en la región de Lima, este operativo junto al viceministro de Ministerio de Justicia y de Derechos Humanos, Jesús Baldeón, y el titular del Instituto Nacional Penitenciario, (INPE), Iván Paredes.

    «Se intervinieron las cárceles Lurigancho (Lima), Trujillo (norte del país) y Challapalca (sur del país), a fin de golpear al crimen organizado que opera desde estos establecimientos penitenciarios», añadió el Ejecutivo junto a imágenes de dichas acciones.

    Por su parte, el INPE agregó que por encargo del presidente continuará realizando operativos de seguridad en penales de todo el país, «para frenar delitos como la extorsión y el sicariato que se gestan desde los penales».

    «Tanto el Gobierno como el INPE redoblan esfuerzos en la lucha contra el crimen organizado. Seguiremos combatiendo la delincuencia con firmeza y transparencia, brindando resultados concretos a la población, porque la seguridad del país no se negocia», señaló Paredes.

    La Policía Nacional (PNP) precisó en la red social X que durante la intervención se incautaron equipos que se usarían para coordinar extorsiones desde el interior de los establecimientos penitenciarios.

    Del mismo modo, reiteró que estas acciones serán sostenidas y permanentes, reforzando la labor de inteligencia policial y penitenciaria.

    «Asimismo, se anunció la creación de una División Especializada en Investigación de Extorsiones, con un equipo dedicado exclusivamente a los casos que afectan a transportistas y empresarios, además del fortalecimiento de la interoperabilidad entre la PNP, el Ministerio Público y el INPE», añadió la PNP.

     

    Lucha contra la inseguridad

    El presidente interino de Perú se reunió la tarde del viernes, su primer día en el cargo, con la presidenta del Poder Judicial, Janet Tello; el fiscal general interino, Tomás Gálvez; y el tercer vicepresidente del Congreso, Ilich López, con el objetivo de ratificar acuerdos que garanticen «una respuesta más eficiente y articulada frente a la criminalidad».

    La Presidencia peruana informó que el encuentro se celebró en el Palacio de Gobierno de Lima, horas después de que el flamante mandatario también convocara a una cita a los jefes de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional para planificar «acciones coordinadas y efectivas» en la lucha contra el crimen organizado.

    El encuentro con los representantes de los poderes del Estado se concretó con «el objetivo de ratificar los acuerdos establecidos en la última mesa de trabajo multisectorial por la seguridad», anotó la información oficial.

    Las reuniones se produjeron después de que Jerí, quien era presidente del Congreso y asumió la jefatura del Estado por sucesión constitucional tras la destitución el jueves de Dina Boluarte, también convocara a los altos mandos de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.

    Estas fueron las dos primeras acciones de gobierno del nuevo mandatario, quien tras asumir el cargo durante la madrugada de este viernes, afirmó que el principal mal que aqueja actualmente a su país «es la inseguridad ciudadana».

    El Congreso de Perú destituyó en la noche de este jueves de manera exprés a Boluarte, tras aglutinar cuatro mociones de vacancia (destitución) para declarar su «permanente incapacidad moral» para enfrentar la creciente inseguridad ciudadana y el auge del crimen organizado.

  • El Congreso de Perú destituye a la presidenta Dina Boluarte por incapacidad moral

    El Congreso de Perú destituye a la presidenta Dina Boluarte por incapacidad moral

    El Congreso de Perú destituyó la noche del jueves a la presidenta Dina Boluarte por “permanente incapacidad moral”, en medio de una creciente ola de violencia criminal y con apenas seis meses para las elecciones generales programadas para abril de 2026.

    La decisión fue aprobada por 122 votos de un total de 130 congresistas, superando ampliamente los 87 requeridos para proceder con la vacancia. La mandataria no acudió al hemiciclo a ejercer su derecho de defensa, lo que precipitó el proceso parlamentario.

    Boluarte, quien asumió el poder en diciembre de 2022 tras la destitución de Pedro Castillo, se convirtió en la presidenta más impopular de América Latina con apenas un 3 % de aprobación, según encuestas recientes. Su salida fue impulsada por agrupaciones que anteriormente la respaldaron, como Fuerza Popular y Renovación Popular, cuyos líderes tienen aspiraciones presidenciales.

    El Congreso aprobó en bloque cuatro mociones de vacancia, alegando su incapacidad para enfrentar la crisis de inseguridad que azota al país. La situación se agravó tras un ataque armado contra la agrupación musical Agua Marina, que dejó varios heridos durante un concierto en Lima.

    En reemplazo de Boluarte, asumió como presidente interino el titular del Congreso, José Jerí, quien juró “con humildad, empatía y reconciliación nacional”, comprometiéndose a declarar la guerra a las bandas criminales y garantizar un proceso electoral limpio.

    Jerí, de 38 años, se convierte así en el séptimo presidente del país desde 2016, tras Pedro Pablo Kuczynski, Martín Vizcarra, Manuel Merino, Francisco Sagasti, Pedro Castillo y la propia Boluarte.

    Investigaciones en su contra

    Durante su mandato, Boluarte enfrentó múltiples investigaciones por presuntos delitos de corrupción, enriquecimiento ilícito y abuso de poder. Entre ellas, destaca el caso “Rolexgate”, por el uso de relojes y joyas no declaradas, así como el presunto favorecimiento en la fuga del exlíder de Perú Libre, Vladimir Cerrón.

    Además, fue señalada por haberse sometido en secreto a cirugías estéticas mientras no informaba su inhabilitación al Congreso. También es investigada por reuniones irregulares con la exfiscal Patricia Benavides, acusada de liderar una red de corrupción dentro del Ministerio Público.

    A pesar de que el Tribunal Constitucional había suspendido temporalmente las investigaciones por su fuero presidencial, su destitución reactiva todos los procesos penales pendientes.

    Una gestión sin respaldo popular

    Sin bancada propia ni partido político, Boluarte sobrevivió políticamente gracias al respaldo de partidos conservadores que le permitieron gobernar durante casi tres años. Sin embargo, las más de 50 muertes en protestas sociales tras su llegada al poder, y su falta de respuesta efectiva ante la violencia criminal, terminaron por erosionar ese apoyo.

    La ahora expresidenta asumió en 2022 tras el fallido intento de autogolpe de Pedro Castillo, de quien fue vicepresidenta y ministra. Su salida marca otro capítulo de inestabilidad institucional en Perú, donde siete presidentes han sido removidos o reemplazados en menos de una década.