El Museo del Louvre ha activado un paquete urgente de medidas de seguridad luego del robo ocurrido el pasado 19 de octubre, en el que desaparecieron ocho joyas de la Corona francesa de incalculable valor patrimonial. Así lo confirmó este miércoles su presidenta y directora, Laurence des Cars, ante la comisión de Asuntos Culturales de la Asamblea Nacional.
El robo, ocurrido hace exactamente un mes, provocó una oleada de críticas sobre la vulnerabilidad del museo. La situación se agravó tras conocerse el cierre de una galería por la fragilidad estructural de sus vigas, aumentando la presión sobre las autoridades del recinto.
Entre las acciones urgentes ya puestas en marcha figura la instalación de un centenar de cámaras perimetrales que estarán operativas a finales de 2026, así como un puesto móvil de la Policía dentro del museo. Además, se ha creado un nuevo cargo de coordinador de seguridad adjunto a la presidencia del Louvre para garantizar una supervisión integral.
Pese a calificar el robo como un “drama” y un “fracaso”, Des Cars defendió el trabajo institucional previo al incidente. Recordó que desde su llegada en septiembre de 2021 se venía trabajando en un plan maestro de seguridad valorado en $87 millones (tras convertir los 80 millones de euros), cuya ejecución está programada para comenzar en 2026.
También anunció la reapertura próxima de la Galería de los Cinco Continentes y las salas de pintura española e italiana, renovadas con modernas medidas de protección, al tiempo que subrayó el compromiso de mantener el museo abierto y accesible al público.
Frente a las críticas de priorizar la adquisición de nuevas obras por encima de la seguridad, especialmente tras la publicación reciente de un informe del Tribunal de Cuentas francés, Des Cars aclaró que ambas tareas son complementarias. “La incorporación de piezas de gran interés está en el corazón de la misión del museo”, aseguró.
Defendió además el “plan Renacimiento del Louvre”, presentado a inicios de 2025 por el presidente Emmanuel Macron como respuesta a la obsolescencia del edificio, y que contempla una nueva entrada por el ala este y una sala dedicada exclusivamente a ‘La Gioconda’.
Respecto al incidente viral ocurrido el martes, en el que dos tiktokers belgas colgaron un retrato suyo en la sala donde se exhibe la célebre obra de Leonardo da Vinci, Des Cars minimizó el hecho. Recordó que museos de todo el mundo enfrentan desde hace años diversas “intervenciones”, muchas de ellas vinculadas al activismo ambiental.