Un grupo de senadores demócratas y republicanos llegaron este domingo a un acuerdo que permitirá poner fin al cierre del gobierno federal más largo de la historia de Estados Unidos, según fuentes consultadas por varios medios estadounidenses.
El acuerdo preliminar fue negociado por los senadores demócratas Angus King, Jeanne Shaheen y Maggie Hassan y varios senadores republicanos, informó Politico.
De acuerdo con Bloomberg, el acuerdo permitirá que el Congreso apruebe los fondos presupuestados para los departamentos de Agricultura, Asuntos de Veteranos y otras agencias hasta el 30 de enero, al tiempo que posibilitará pagar los sueldos de los alrededor de 650.000 funcionarios puestos en suspensión salarial y reintegrar a algunos funcionarios que fueron suspendidos del empleo.
Según Fox News, los senadores comenzarán las votaciones esta misma noche de domingo, aunque la Cámara de Representantes tendrá que reunirse para oficializar el fin del cierre del gobierno federal más lago de la historia de Estados Unidos, de 40 días, por la falta de acuerdo para extender el presupuesto estadounidense.
Como parte del acuerdo, el representante de la mayoría republicana del Senado, John Thune, prometió a los demócratas votar en diciembre una extensión de los subsidios para la Ley de Cuidado Asequible, conocida como Obamacare, que expiran al final del año y que se habían convertido en el gran obstáculo para el acuerdo.
«Parece que estamos más cerca de un acuerdo para poner fin al cierre», indicó esta noche el presidente estadounidense, Donald Trump, tras su regreso a la Casa Blanca desde Mar-a-Lago (Florida).
Este cierre del gobierno federal ha durado un récord de 40 días y provocado la suspensión del sueldo para varios cientos de miles de funcionarios federales, el cierre de servicios básicos, el impago de cupones de alimentos para los más pobres y largos retrasos en aeropuertos y el tráfico aéreo por la escasez de controladores o miembros de la seguridad aeroportuaria.
Ante la falta de salarios, muchos funcionarios se han visto obligados a recurrir a donaciones de comida o préstamos de emergencia mientras un gran número seguía trabajando sin recibir su nómina.
