El nieto del expresidente sudafricano Nelson Mandela, Mandla Mandela, y otros cinco activistas de Sudáfrica regresaron este miércoles a su país tras ser liberados por Israel, luego de ser detenidos durante una misión humanitaria con destino a la Franja de Gaza.
Los activistas formaban parte de la Flotilla Global Sumud, una caravana de 42 barcos que pretendía entregar ayuda humanitaria en Gaza y fue interceptada por la Armada israelí entre el jueves y viernes pasados, en una zona del Mediterráneo considerada aguas internacionales.
“Nos interceptaron en aguas internacionales, lo cual constituye una violación del derecho marítimo”, denunció Mandela en una rueda de prensa ofrecida tras su llegada al Aeropuerto Internacional OR Tambo, en Johannesburgo, donde fueron recibidos entre vítores y banderas palestinas.
Mandela aseguró que fueron trasladados a la ciudad israelí de Ashdod y sometidos a maltratos. “Nos ataron las manos a la espalda. Nos exhibieron ante todos los israelíes y sus aliados en Occidente”, sostuvo. “Nos negaron comida. Al llegar, nos dimos cuenta de que nunca habrá justicia en tierras robadas”.
Entre los liberados se encontraba también la escritora y activista Zukiswa Wanner, quien junto a los demás sudafricanos fue deportada desde Israel vía Jordania, un día antes de su retorno.
El nieto del exmandatario sudafricano reiteró su compromiso con la causa palestina. “Nos comprometimos a otra misión hasta que termine el genocidio en Gaza”, enfatizó, al tiempo que criticó duramente las acciones israelíes comparándolas con el sistema de apartheid que vivió Sudáfrica entre 1948 y 1994.
El presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, ya había exigido la semana pasada la liberación de los activistas. “Ese bloqueo en aguas internacionales refuerza las continuas violaciones del derecho internacional por parte de Israel y el sufrimiento, incluyendo la hambruna, que causa al pueblo palestino”, dijo entonces el mandatario.
