Yoshinobu Yamamoto, Shohei Ohtani y Roki Sasaki demostraron la excelencia del béisbol japonés, siendo figuras claves de un nuevo título de Serie Mundial para los Dodgers de Los Ángeles.
Los Dodgers han apostado con fuerza para reunir bajo su techo a estos tres estelares beisbolistas japoneses, quienes han respondido a la altura de lo que se espera de ellos en el escenario más importante, la postemporada del Béisbol de las Grandes Ligas.
Yamamoto, un MVP con dominio espectacular
Yamamoto terminó la Serie Mundial con una marca impresionante de 3-0, lo que le valió ser seleccionado como el Jugador Más Valioso del Clásico de Otoño, pero no fue simplemente que sumó victorias a su cuenta, fue en la manera dominante en la que lo hizo.
El diestro japonés realizó dos aperturas, entre ellas lanzó un juego completó, y actuó como relevista en el séptimo y decisivo encuentro de la Serie Mundial, coleccionando un total de 17.2 entradas de solo dos carreras y 15 ponches, con un porcentaje de carreras limpias permitidas de 1.02.
“Excelencia. Así es que te das cuenta la grandeza de un pelotero”, expresó el dominicano Teoscar Hernández a ESPN sobre la actuación de Yamamoto, tras finalizar el séptimo juego de la Serie Mundial.
“No lo querían poner a lanzar, él llegó al estadio y le dijo (al dirigente Dave Roberts) yo estoy ready para lanzar, si me necesitan yo voy a estar ahí”, detalló Hernández sobre como el japonés, quien apenas el día anterior había realizado 94 picheos ante los Azulejos, se puso a disposición del club para salir de nuevo al diamante en el partido del sábado.
«Yamamoto es el GOAT (el más grande de siempre). Yamamoto es el GOAT», afirmó Roberts en la entrevista a pie de campo tras el triunfo de los Dodgers en la Serie Mundial.
“Necesitábamos una actuación de otro nivel de Yamamoto y la conseguimos”, manifestó Roberts.
“Cuando empecé en el bullpen antes de entrar al montículo, para ser honesto, no estaba seguro de poder lanzar a mi máximo nivel, pero conforme fui calentando, al hacer algunos ajustes, empecé a pensar que podía entrar y hacer mi trabajo”, explicó Yamamoto sobre lo vivido durante el séptimo encuentro de la Serie Mundial.
Yamamoto no solo fue dominante en la Serie Mundial, sino que mostró su dominio durante toda la postemporada, con un registro de 5-1 y 1.45 de efectividad, demostrando que vale cada uno de los 325 millones de dólares que le han otorgado los Dodgers y que lo convierten en el lanzador con el contrato más lucrativo en la historia del béisbol.
Ohtani, un jugador único en su clase
Una vez más Ohtani demostró ser un pelotero único en su clase, contribuyendo al éxito de los Dodgers tanto con el madero como desde el montículo.
Con el bate Ohtani empató la segunda marca de cuadrangulares en una postemporada, al sumar ocho vuelacercas, con 14 carreras remolcadas y 13 anotadas en 17 juegos, mientras que en su primera experiencia como lanzador en los ‘playoffs’ terminó con marca de 2-1 y 4.43 de efectividad, con al menos seis entradas en tres de sus aperturas, con 28 ponches en 20.1 entradas lanzadas.
Ohtani dejó plasmadas actuaciones memorables, como sus tres jonrones y seis episodios en blanco, con 10 ponches, ante los Cerveceros en la Serie de Campeonato o su partido perfecto en la Serie Mundial, en el que se embasó nueve veces seguidas, al batear de 4-4, con un jonrón y cinco bases por bolas, cuatro de ellas de manera intencional.
Roki, responde a un rol inesperado
Sasaki llegó a Los Ángeles como un abridor, pero ante la necesidad del equipo aceptó el rol de relevista, en el cual entregó una actuación de gran nivel, lanzando en nueve partidos, en los cuales completó 10.2 entradas de solo una carrera y seis ponches, con una efectividad de 0.84.
Sasaki cerró su actuación con tres salvamentos y dos ventajas, siendo vital para aliviar la responsabilidad del cuerpo de relevo para los Dodgers.










