El rey emérito de España, Juan Carlos I, reconoció en sus memorias haber cometido “errores graves”, como aceptar un donativo de $100 millones por parte del rey de Arabia Saudí, al tiempo que expresó admiración por Francisco Franco, a quien atribuye su llegada al trono: “Gracias a él fui rey”, afirma.
Fragmentos de su libro, titulado Reconciliación, fueron revelados este miércoles por el diario francés Le Monde, antes de su publicación en librerías de Francia esta semana y en España a principios de diciembre.
En el texto, Juan Carlos asegura haber tenido una relación cercana con el dictador español y destaca su “inteligencia” y “sentido político”. “Nunca dejé que nadie le criticara delante de mí”, escribe.
El monarca, que gobernó entre 1975 y 2014, relata con franqueza sus caídas personales. Asegura que ha decepcionado a muchos y que se dejó llevar por “debilidades”, “errores de juicio por amor y amistad” y “amistades nefastas”.
Sobre el millonario regalo saudí en 2008, expresó que “puede parecer inapropiado”, aunque lo justificó como “un acto de generosidad entre monarcas”. Sin embargo, admite que fue “un grave error” no haberlo rechazado.
Juan Carlos señala que nunca ha cobrado pensión tras su retiro, y que su intención era usar esos fondos para su vida lejos de la escena oficial española. Además, admite haberse rodeado de personas “malintencionadas” y confiar en empresarios “poco escrupulosos” que, según dijo, actuaron en su nombre para beneficio propio. También lamenta el polémico viaje a Botsuana en 2012, considerado un lujo innecesario por la ciudadanía española.
El exmonarca expresa ternura por su esposa Sofía, aunque lamenta que no lo haya visitado en Abu Dabi. También reconoce un “desacuerdo personal” con la reina Letizia, cuya presencia —asegura— no ayudó a la cohesión familiar.
Respecto a su hijo, el rey Felipe VI, lamenta el distanciamiento. “Me ha dado la espalda por deber. Sufrí que se mostrara tan insensible”, escribió.
Rememora una Navidad en 2020 marcada por el silencio y la incomprensión.

