Casi 2,000 palestinos liberados por Israel como parte de los acuerdos de canje de rehenes habrían sido víctimas de tortura física y psicológica durante su encarcelamiento, denunciaron este lunes asociaciones en defensa de los prisioneros palestinos.
La Comisión de Asuntos de los Detenidos y Exdetenidos y el Club de Prisioneros, vinculados a la Autoridad Nacional Palestina, advirtieron que “muchos prisioneros, en particular los de la Franja de Gaza, presentaban claros signos de tortura física y psicológica, y se documentaron casos de abuso hasta los últimos momentos de su liberación”.
Además, señalaron que la represión no se limitó a los detenidos, sino que también alcanzó a sus familiares en Cisjordania y Jerusalén, quienes fueron víctimas de intimidación y amenazas para evitar cualquier manifestación pública de celebración.
Las denuncias fueron respaldadas por el grupo islamista Hamás, que calificó el trato recibido por los prisioneros como “las peores formas de tortura psicológica y física”, en lo que describen como “una escena que representa las formas más crueles de sadismo y fascismo en la era moderna”.
Israel liberó este lunes a 1,968 prisioneros palestinos —1,969, según el Comité Internacional de la Cruz Roja— como parte de los acuerdos para la liberación de rehenes israelíes. Entre ellos, 250 cumplían cadena perpetua y 1,718 fueron capturados en la Franja de Gaza tras el inicio de la ofensiva militar israelí del 7 de octubre de 2023.
Este es el tercer intercambio de prisioneros desde el inicio del conflicto. Según las organizaciones, en total se han liberado 3,985 palestinos: unos 240 en noviembre de 2023, 1,777 en los primeros dos meses de 2024, y los más recientes 1,968. No obstante, advirtieron que al menos 70 de los liberados en acuerdos anteriores han sido arrestados nuevamente.
“Desde el estallido de la guerra de exterminio, los prisioneros en las cárceles y campos de la ocupación han sufrido una serie de crímenes sistemáticos que constituyen crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad. Los más destacados son la tortura física y psicológica, la inanición sistemática y la negación de tratamiento y atención médica”, denunciaron las organizaciones.
