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  • Un carguero de guerra llamado El Salvador

    Un carguero de guerra llamado El Salvador

    En 1920, en la capital costarricense, el escritor y educador Carlos Gagini (1865-1925) publicó una novela pionera, La caída del águila. Por entonces, buena parte de la intelectualidad centroamericana era abiertamente contraria al expansionismo de los Estados Unidos en la zona, en especial tras su intervención para que se declarara la independencia completa de Panamá y se le permitiera iniciar la construcción del canal interoceánico en ese antiguo departamento de Colombia.

    Entre 1904 y 1908, el profesor Gagini había vivido en la ciudad salvadoreña de Santa Ana. Fue allí donde tuvo oportunidad de darle seguimiento noticioso a lo que acontecía en la cruenta guerra entre el Japón de la era Meiji -empeñado en su occidentalización- y la Rusia de los zares, atrapada en una eterna etapa medieval. El desastre ruso fue mayúsculo y firmar la paz le costó perder territorios e inversiones en Manchuria, Corea y otras posesiones insulares.

    Con aquella victoria, Japón se alzó como una nueva potencia militar en el escenario político global. Intelectuales como el profesor Gagini vieron en el Imperio del Sol Naciente a la única potencia emergente capaz de hacerle frente al poderío estadounidense en su hegemonía en la región latinoamericana, tan presente desde la Doctrina Monroe y más controlada por Theodor Roosevelt con su Política del Gran Garrote y sus intervenciones directas tras la guerra entre Guatemala y El Salvador de 1906.

    En su novela, el profesor costarricense desarrollaba un planteamiento de clara tendencia anti-imperialista, al señalar cómo Japón hacía uso de submarinos y de un explosivo poderoso llamado Japonita para derrotar a las tropas estadounidenses y ocupar su territorio. En auxilio del Trono del Crisantemo, los gobiernos centroamericanos desplegaban una flota con barcos bautizados como algunos de los independentistas del siglo XIX y otros políticos del gobierno salvadoreño encabezado a inicios del siglo XX por el general Tomás Regalado Romero, que fue el que contrató a Gagini para que fuera el director del Instituto de Varones de la urbe cafetalera santaneca. Con ese escenario bélico, el centroamericano se adelantó varias décadas al escritor Philip Kindred Dick (Chicago, 1928-Santa Ana, CA, 1982) y su escenario alternativo de la Tierra X establecido en su novela The Man In The High Castle (1962), donde Japón y Alemania ganaban la Segunda Guerra Mundial y se repartían el territorio estadounidense.

    Fotografía aérea de la planta constructora de Oregon.

    El domingo 7 de diciembre de 1941, con el sorpresivo ataque naval y aéreo de Japón contra la base insular estadounidense de Pearl Harbor, aquel escenario apocalíptico de ambas obras de ciencia ficción cambió por completo. Al día siguiente, la dictadura salvadoreña encabezada por el brigadier y teósofo Maximiliano Hernández Martínez le declaró la guerra al imperio japonés y, dos días más tarde, a los gobiernos fascista de Mussolini y al nacionasocialista de Adolf Hitler, sus territorios coloniales, sus protectorados y cualquier otro país vinculado o aliado de esos tres componentes del Eje Berlín-Roma-Tokio. En pocas semanas, el gobierno de Franklin Delano Roosevelt tenía aglutinadas a 34 naciones dentro del bando de los aliados, unas en calidad de beligerantes y otras como apoyos diplomáticos de segunda fila.

    Entre las naciones aliadas estaba el Reino Unido. En una base aérea establecida en Bristol, un caza Spitfire sería bautizado como Sonsonate y ese topónimo sería estampado con pintura negra en ambos lados de la carlinga. Desde su entrada en combate y hasta febrero de 1943, aquella aeronave de combate derribaría cuatro aviones de la Luftwaffe nazi sobre los cielos europeos. Su piloto era Jack Graham Dale (1921-1978), establecido desde su niñez en el puerto salvadoreño de Acajutla, donde su padre -capitán del ejército inglés- laboraba para el sistema de ferrocarriles establecido por los ingleses en 1882. Enlistado en las tropas aéreas de Su Majestad Británica, Dale contrajo matrimonio en Yorkshire, en 1941, y se dedicó a combatir y sobrevivir, mientras exhibía en los teatros de operaciones el nombre de su lugar de vida en el lejano El Salvador.

    Momento de la botadura del barco tipo Liberty número 200, fabricado en la Oregon Shipbuilding Company.

    El viernes 4 de febrero de 1944, la Comisión Marítima de los Estados Unidos le notificó a la dictadura martinista que había ordenado a los astilleros de la Oregon Shipbuilding Corporation que bautizara como El Salvador a uno de los nuevos cargueros de guerra que se fabricaban en esa enorme planta fabril establecida en 300 acres a las orillas del río Willamette, en el barrio de St. Johns, en la zona norte de Portland, estado de Oregon. Aquella era la mayor de las tres fábricas de material naval establecidas entre Portland y Vancouver por el empresario neoyorquino Henry John Kaiser (1882-1967), que le brindaban servicios rápidos de construcción de buques metálicos a los gobiernos británico y estadounidense.

    Entre 1941 y 1946, de esos tres sitios saldrían generadas miles de naves de guerra y mercantes, entre las que sobresalían las series Victory y Liberty de cargueros destinados al transporte de materiales y equipos hacia los teatros de operaciones en Europa y el sur de Asia. En aquellas plantas trabajarían más de 97,000 obreros, hombres y mujeres, muchos de los cuales serían latinoamericanos y más de algún salvadoreño, como lo recordaría Roque Dalton García en su Poema de amor.

    Para hacer que fueran menos vulnerables a los ataques de submarinos enemigos, los cargueros Victory fueron construidos con acero y aluminio, alcanzaban los 138 metros de eslora, pesaban poco más de 7,200 toneladas y alcanzaban entre los 15 y 17 nudos (28-31 km/h) gracias a sus eficientes motores, movidos por vapor alternativo, gasóleo o diésel, además de contar con una infraestructura eléctrica interna. Las potenciales grietas en el casco fueron superadas gracias a soldaduras en lugar de remaches para unir las placas metálicas y que así tuvieran mayor capacidad de flexionarse y no permanecer rígidas y prestarse a rompimientos accidentales por movimientos bruscos necesarios en la navegación o en batallas.

    El piloto británico Jack Graham Dale (1921-1978), tripulante del Spitfire Sonsonate de la RAF.

    El primer barco de la serie Victory construido en la fábrica de Oregon fue el SS United Victory, fabricado entre el 12 de enero y el 28 de febrero de 1944. Mientras duraba ese proceso, el 28 de enero inició la construcción de otra nave de carga, bautizada SS El Salvador Victory, que fue botada al mar el 4 de abril y puesta en servicio activo desde el 27 de ese mes y año. Marcado con el número 95 de la serie VC2-S-AP3, aquel fue el primero de los 34 buques de carga que el gobierno estadounidense les dedicó a sus aliados en la guerra, a los que después sumaría 218 con nombres de ciudades estadounidenses, otros 150 con denominaciones de instituciones educativas del país y muchos más con nombres diversos, pero jamás vinculados con los países enemigos. En total, más de 540 naves serían construidas, pero sin llegar a completar la meta prefijada de 615 mientras durara la conflagración mundial.

    Como el resto de sus naves hermanas, el SS El Salvador Victory estaba dotado de un cañón de popa calibre 5 pulgadas (127 milímetros) para emplearlo de manera directa contra submarinos y barcos, pero también poseía otro de calibre 3 pulgadas (76 mm) en la proa y ocho cañones de 20 milímetros para uso antiaéreo por parte del personal de la Guardia Armada de la Marina de los Estados Unidos, responsable directa de todas esas embarcaciones, dotadas cada una con un promedio de 218,000 metros cúbicos para carga, que podía ser descargada en su punto de destino en condiciones adversas, gracias a sus propias grúas y estructuras fijadas a la cubierta.

    Material de propaganda estadounidense para sus barcos Victory.

    En mayo de 1945, los nazis fueron derrotados en Europa y, en septiembre, el Japón imperial se rindió tras los impactos de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki. No hubo un mundo como el profetizado por Gagini o visualizado por Dick. El Imperio del Sol Naciente vio la llegada de su atardecer belicista. Los territorios devastados fueron sujetos a la ocupación aliada y a la reconstrucción por etapas del Plan Marshall. Los últimos buques Victory y Liberty sirvieron para esos fines antes de ser llevados a hueseras en territorio estadounidense para ser vendidos, desmantelados y convertidos en chatarra a lo largo de las siguientes dos décadas por parte de múltiples empresas privadas especializadas.

    Homenaje de los Correos de Estados Unidos al SS El Salvador Victory.

    ¿Ese fue el destino final del SS El Salvador Victory? No. Tras completar su ciclo de guerra, el carguero fue vendido por el gobierno estadounidense en 1947. Se le rebautizó como Lindi, cuando fue puesto de nuevo en actividades bajo bandera del reino de Bélgica. Casi dos décadas más tarde, en 1966, fue revendido y rebautizado como Geh Yung por su nueva propietaria, la Orient Overseas Container Line, con sede en Hong Kong y que usaba bandera de Liberia. Desde 1970 pasó de ser carguero a portacontenedores dentro de esa misma empresa naviera, que lo mantuvo en servicio comercial activo hasta que el martes 5 de abril de 1977 fue atracado en un dique seco en el enorme puerto de Kaohsiung, en el sur de la isla de Taiwán, para proceder con su demolición y venta como chatarra.

    En noviembre de 2001, para rendirle homenaje a los miles de hombres y mujeres que trabajaron en los astilleros que fabricaron esos millares de cargueros, en el Bug Light Park de la bahía de Portland, en la zona norte de la ciudad, fue inaugurado el Liberty Ship Memorial. La pieza principal del complejo lo forma una escultura de 10.7 metros de altura y 19.8 metros de largo, que reproduce con fidelidad el casco en construcción de un barco Liberty. Hasta la fecha, ningún monumento parecido le rinde homenaje a los constructores de los cargueros Victory, de los que aún existen tres ejemplares en museos del territorio estadounidense: el SS American Victory (Tampa, Florida), el SS Lane Victory (Los Angeles, California) y el SS Red Oak Victory (Richmond, California).

    Monumento conmemorativo a los barcos Liberty, Portland.