Etiqueta: población

  • Cepal alerta que envejecimiento en América Latina exigirá más pensiones y servicios

    Cepal alerta que envejecimiento en América Latina exigirá más pensiones y servicios

    La región de América Latina y el Caribe enfrenta un acelerado envejecimiento demográfico que traerá consigo grandes retos en materia de pensiones, salud y cuidados de largo plazo, advirtieron este jueves representantes de 24 países reunidos en la Sexta Reunión de la Mesa Directiva de la Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo, organizada por la Cepal.

    “Observaremos, por ejemplo, un aumento significativo en la demanda de pensiones, salud y servicios de cuidados de largo plazo”, señaló Javier Medina Vásquez, secretario ejecutivo adjunto de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), al inaugurar el encuentro celebrado en la capital chilena.

    En su intervención, Medina Vásquez enfatizó la necesidad de avanzar hacia una «sociedad de cuidado», un nuevo paradigma que reconoce esta labor como una necesidad a lo largo del ciclo de vida, un derecho humano, un bien público global y un motor económico.

    “Sin reconocer, valorar y redistribuir el cuidado no lograremos una vida digna para todas las personas ni la igualdad entre hombres y mujeres”, advirtió Medina, en nombre del secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs.

    La conferencia, realizada los días 29 y 30 de octubre con el apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y bajo la presidencia de Colombia, reafirmó el llamado a reforzar las medidas del Consenso de Montevideo, un acuerdo intergubernamental adoptado en 2013 que incluye compromisos en salud sexual y reproductiva, migración, pueblos indígenas y envejecimiento.

    Durante las sesiones también se discutieron desafíos como la baja fecundidad y las condiciones que enfrentan las personas con discapacidad en la región. La directora regional del UNFPA, Susana Sottoli, remarcó que se trata de una deuda histórica.

    “Una de las mayores deudas históricas de nuestros países es la inclusión de las personas con discapacidad. Las barreras que enfrentan son múltiples: falta de accesibilidad, mayor riesgo de sufrir violencia de género y privación de derechos”, indicó Sottoli.

    La directora regional del UNFPA subrayó que “la discapacidad no está en las personas, sino en el entorno que las excluye. Es hora de responder a sus necesidades y construir un futuro más inclusivo”.

     

  • La población mayor de 60 años crecerá un 75 % en los próximos 25 años

    La población mayor de 60 años crecerá un 75 % en los próximos 25 años

    La población salvadoreña mayor de 60 años crecerá un 75 % en los próximos 25 años y superará los 1.6 millones, de acuerdo con las proyecciones elaboradas por el Banco Central de Reserva (BCR).

    La institución estima que la población salvadoreña en 2025 será de 6,146,970 habitantes. Esta cifra continuará creciendo hasta 2039, pero a partir de 2040 comenzará a disminuir, hasta ubicarse en 6,100,035 en 2050. Este cambio se deberá a una menor representación de personas menores de 35 años, mientras que los adultos mayores serán 1.7 veces más que en la actualidad.

    Según las estimaciones del BCR, la población mayor de 60 años suma 919,771 personas, equivalente al 14.9 % del total nacional en 2025. Esta proporción cambiará drásticamente dentro de 25 años, cuando se proyecta que alcanzará 1,609,495 salvadoreños, representando el 26.3 % del total.

    Este cambio está vinculado con el agotamiento del bono demográfico, una etapa en la que la mayoría de la población es joven y puede aportar al desarrollo económico. Sin embargo, las familias salvadoreñas son cada vez más pequeñas y las personas tienen menos hijos.

    El VII Censo de Población y VI Censo de Vivienda confirmó que los hogares salvadoreños pasaron de tener un promedio de 4.1 miembros en 2007 a 3.1 en 2024. En ese mismo período, la proporción de mujeres que tuvieron al menos un hijo nacido vivo disminuyó de 66 % a 60.7 %.

    En 25 años habrá menos niños

    Mientras más salvadoreños se acerquen a la llamada “edad de oro”, la población infantil se reducirá drásticamente.
    Los niños menores de cuatro años disminuirán un 36.1 %, al pasar de 346,063 en 2025 a 234,548 en 2050.

    También caerá un 43.1 % la población de niños entre 5 y 9 años, que pasará de 451,450 a 257,270.

    Los adolescentes de 10 a 14 años, actualmente 505,143, se reducirán un 45.1 %, hasta llegar a 277,272.

    De igual forma, los jóvenes de 15 a 19 años pasarán de 481,542 a 293,419, una disminución del 39 %.

    La población de 20 a 24 años, que hoy representa 1,537,631 salvadoreños, bajará a 1,103,691 en 2050, lo que equivale a una reducción del 28 %.

    En conjunto, la población de 0 a 34 años pasará de 3,342,829 a 2,166,200, lo que representa una caída del 35.1 %.

    Por el contrario, el grupo de 35 a 59 años crecerá un 23.3 %, hasta sumar 2,324,340 salvadoreños en 2050.

  • Estudio señala descenso de mortalidad en 2023 pese a crisis por fallecimientos en jóvenes

    Estudio señala descenso de mortalidad en 2023 pese a crisis por fallecimientos en jóvenes

    La esperanza de vida al nacer en el mundo en 2023 era 20 años mayor que en 1950, por una reducción del 67 % de la tasa de mortalidad, pero en jóvenes de Norteamérica, Latinoamérica y África subsahariana se manifiesta una crisis emergente de fallecimientos, según el último estudio sobre la Carga Mundial de Morbilidad presentado este domingo.

    El informe, publicado en la revista británica The Lancet y presentado en la Cumbre Mundial de la Salud de Berlín, se refiere a esa mejora en la esperanza de vida en 2023 en un mundo donde dos tercios de la mortalidad y morbilidad están ocasionados por enfermedades no transmisibles.

    «La esperanza de vida mundial volvió a los niveles anteriores a la pandemia de la covid-19, con 76.3 años para las mujeres y 71.5 para los hombres, más de 20 años que en 1950», indica en un comunicado sobre el estudio el Instituto para las Métricas de Salud y Evaluación (IHME), que responsabiliza a otras dolencias de la mayor parte de los fallecimientos.

    El estudio señala a la cardiopatía isquémica, los accidentes cerebrovasculares y la diabetes como las dolencias que se sitúan «a la cabeza a nivel global» como responsables de fallecimientos o enfermedades que afectan la calidad de vida.

    En el caso de España, la esperanza de vida al nacer para ambos sexos, en 2023, era de 83.1 años, que en las mujeres se situaba en 85.8 y en los hombres, 80.3. Esas mismas cifras en 1990 fueron de 76.8 años para todos, con 80.4 para las mujeres y 73.2 para los hombres.

     

    Edad media de muerte: de 46,4 años a 62,9 años

    De acuerdo con el informe, la edad media mundial de muerte aumentó hasta los 62.9 años en 2023, cuando en 1990 era de 46.4 años, aunque este dato esconde grandes diferencias regionales.

    En las zonas del planeta con más ingresos, las mujeres mueren, de media, a los 80.5 años y los hombres a los 74.4 años, mientras que en África subsahariana, donde se concentra el 67 % de quienes viven en pobreza extrema según el Banco Mundial, la edad media de los fallecimientos en mujeres está en 37.1 años y en varones en 34,8.

    En dos regiones del mundo, Norteamérica y Latinoamérica, según el estudio, se enfrentan a «una crisis emergente de las tasas de mortalidad» en adolescentes y adultos jóvenes por «suicidio y consumo de drogas y alcohol».

    También hay una situación descrita como «crisis emergente» en esos sectores de la población por la alta tasa de mortalidad en el África subsahariana, debido a «enfermedades infecciosas y lesiones no intencionales».

     

    La importancia de la prevención

    El estudio, que alerta de que continúa aumentando la incidencia en la población mundial de dos trastornos mentales, la depresión y la ansiedad, capaces de causar muerte o discapacidad, da cuenta asimismo de que la mitad de la carga de morbilidad en el mundo se puede prevenir.

    La obesidad y el tabaquismo son dos amenazas potenciales para la salud que, junto a la alta presión arterial o la contaminación del aire, pesan más entre los 88 riesgos modificables evaluados por los autores de la investigación.

    «Casi la mitad de todas las muertes y discapacidades podrían prevenirse modificando algunos de los principales factores de riesgo, como la reducción de los niveles altos de azúcar en sangre y el índice de masa corporal (IMC) alto», apunta el comunicado del informe.

    Sin embargo, añade,  «entre 2010 y 2023, las tasas de años por vida ajustados por discapacidad (AVAD) para un IMC alto aumentaron en casi un 11 %, el uso de drogas en casi un 9 % y el azúcar en sangre alto en un 6 %».

    Impacto de contaminación y cambio climático
    Los investigadores también ponen de relieve que la contaminación del aire y el calor en un contexto de cambio climático tienen un «impacto significativo» en la salud mundial.

    La contaminación por partículas, de hecho, es considerada por los autores del informe como el segundo riesgo principal para las tasas de AVAD, más altas por ese factor en las regiones de Asia meridional, África subsahariana, África del norte y Oriente Medio.

    Especialmente en el Sahel las altas temperaturas exacerban vulnerabilidades por agravar las sequías, la inseguridad alimentaria y el desplazamiento, según el documento, que se presenta como el estudio más completo a la hora de cuantificar la pérdida de salud en el mundo.

  • El Salvador tiene 51,000 empleados menos que en 2023, según EHPM

    El Salvador tiene 51,000 empleados menos que en 2023, según EHPM

    Los trabajadores salvadoreños se redujeron en 51,600 empleados entre 2023 y 2024, según datos de la Encuesta de Hogares y Propósitos Múltiples (EHPM).

    El documento, publicado esta semana por el Banco Central de Reserva (BCR), plantea que el país pasó de contabilizar 2.93 millones de empleados en 2023, a 2.88 millones para el año pasado, marcando una baja de un 1.8 %.

    La mayor tasa de ocupados que descendió se tuvo en aquellos dedicados a ser aprendiz, que bajaron un 32.6 % en los últimos dos años, al cerrar en 4,329 personas en 2024.

    A este le siguieron los patronos, que pasaron de 142,396 en 2023, a 120,029 el año pasado, marcando una baja de un 15.7 %.

    Población Económicamente Activa

    El BCR señala que en el país hay 4.85 millones de personas mayores de 16 años, de los cuales 3.02 millones conforman la población económicamente activa (PEA) y 1.82 millones la población económicamente inactiva (PEI).

    La PEA está constituida por personas empleadas u ocupadas, así como por salvadoreños sin un empleo o desocupados.

    Según el gobierno, el año pasado un 59.4 % de la población estaba ocupada, pero hay una baja de 1.7 puntos porcentuales en comparación con el 61.1 % de personas que pertenecían al mismo grupo para 2023.

    La EHPM también confirmó una baja en la cantidad de personas desempleadas, al pasar de 161,400 en 2023, a 140,620 para el 2024, marcando una reducción de 20,780 desempleados, un 12.9 % menos.

    Caída de los activos laborales

    A nivel general, la PEA está conformada tanto por el sector informal como formal, y se posiciona como uno de los recursos más valiosos del país porque son los que generan o están aptos para generar ingresos.

    Sin embargo, la tasa de PEA se ha reducido en los últimos dos años, al pasar de 3.09 millones en 2023, a 3.02 millones para el 2024, unos 72,376 personas menos.

    Si se compara con la población mayor de 16 años en ese momento se descubre que, en 2023, un 64.4 % de la población en el país era parte de la PEA, mientras que un año después la cifra se redujo en 2.1 puntos porcentuales al rondar un 62.3 % del total de personas.

    Por el contrario, las personas que conforman la PEI incrementaron en 121,473 personas en los últimos dos años, al pasar de 1.7 millones a 1.8 millones entre 2023 y 2024.

    El aumento de la PEI puede tener una explicación al analizar la misma data del BCR. Según el gobierno, en dos años la población mayor de 16 años incrementó en 49,098 personas, al pasar de 4.80 millones de salvadoreños en 2023, a 4.85 millones para 2024. Si a esta diferencia se suma la proporción que salió de la PEA (72,376 personas), la cifra ronda los más de 121,470 salvadoreños.

    En 2024, la PEI pasó de ser un 35.6 % de la población, a un 37.7 % de los mayores de 16 años.

    La PEI se constituye por personas que estudian, tienen alguna obligación familiar, enfermedad o accidente, padecieron un hecho violento, se dedican al quehacer doméstico o están jubilados.

    En este grupo también ingresan los que no pueden trabajar, que se encuentran en capacitación u otros.

    Al analizar cada grupo se descubre que los que más incrementaron dentro de la PEI, entre 2023 y 2024, fueron los que sufrieron un hecho violento, seguido de los jubilados por pensión y de los que decidieron dedicarse al quehacer doméstico.

  • Un tercio de los centros urbanos en México pierde población mientras las periferias crecen aceleradamente

    Un tercio de los centros urbanos en México pierde población mientras las periferias crecen aceleradamente

    Cerca de una tercera parte de los centros urbanos en México pierde población, mientras las periferias crecen de forma acelerada, lo que pone en riesgo la sostenibilidad de las ciudades a largo plazo, advirtió el jueves José Antonio Torre, director del Centro para el Futuro de las Ciudades del Tecnológico de Monterrey.

    “Hay una expansión acelerada hacia las periferias y las zonas centrales de las ciudades pierden población. Estamos hablando de que, en promedio, el 30 % de las ciudades pierde habitantes en sus áreas céntricas”, explicó Torre en entrevista con EFE durante la inauguración del nuevo centro de investigación en el campus Guadalajara.

    El especialista indicó que el fenómeno se repite en al menos 70 ciudades mexicanas, donde la pérdida de población en los centros urbanos implica también menor acceso a servicios básicos, empleo, escuelas y hospitales públicos, a pesar de que estas zonas concentran la mayor infraestructura.

    Torre señaló que la falta de vivienda accesible en zonas centrales agrava el problema. Muchas casas son demasiado grandes, están abandonadas o en malas condiciones, lo que abre la puerta a la gentrificación, un proceso que, según ONU-Hábitat, desplaza a los habitantes de bajos ingresos tras la llegada de población de clase media o alta en áreas renovadas.

    “Lo que hemos encontrado es que existe un impedimento regulatorio para construir vivienda adecuada para las nuevas generaciones. Estamos trabajando con autoridades locales para modificar estas normativas y generar condiciones que permitan recuperar los centros urbanos”, subrayó.

    Estrategias en ciudades mexicanas

    El Centro para el Futuro de las Ciudades colabora ya con autoridades de urbes como Mexicali (Baja California), Culiacán (Sinaloa) y la zona metropolitana de Monterrey (Nuevo León), con el objetivo de diseñar estrategias que fortalezcan la vida en las zonas céntricas.

    Torre insistió en que se trata de un desafío urgente de política pública que no se resolverá únicamente con más infraestructura o tecnología.

    “Estamos persiguiendo con tecnología y muchos recursos el problema equivocado. La tecnología debe servir para entender las causas de estos efectos perversos y atenderlos de raíz”, concluyó.

     

  • El PIB salvadoreño se expandirá 0.51 % cada año entre 2025 y 2050 por el bono demográfico

    El PIB salvadoreño se expandirá 0.51 % cada año entre 2025 y 2050 por el bono demográfico

    El producto interno bruto (PIB) per cápita de El Salvador se expandirá un 0.51 % anual en los próximos 25 años por el aprovechamiento del bono demográfico, según una nota poblacional que examina el impacto económico del envejecimiento de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

    El documento ofrece un examen del posible impacto del envejecimiento en el PIB entre 2025 y 2050 a partir de una aproximación de la productividad laboral, la tasa de personas ocupadas en edad de trabajar y la proporción de población en edad de trabajar respecto a la población total.

    A partir de esa ecuación, la investigación señala que el impacto dependerá de la fase de envejecimiento en la que se encuentre cada país.

    Los países de la región experimentan una etapa de bono demográfico, en la cual aumenta la proporción de personas trabajadoras que generan ingresos. Sin embargo, se acompaña después de un crecimiento de la población dependiente de cuidados.

    Para El Salvador, se anticipa una expansión del 0.51 % del PIB per cápita entre 2025 y 2050, la segunda tasa más importante en la región y solo superada por Guatemala con un 0.73 %. Le sigue Honduras, de un 0.49 %.

    Sin embargo, no todas las economías experimentarán una expansión. Para Brasil se anticipa una caída de un 0.24 %, así como un 0.11 % en Chile y un 0.02 % en Costa Rica.

    Gráfica publicada en la nota de la CEPAL, titulada Impactos económicos del envejecimiento en América Latina y el Caribe. 

    Además, estima que en El Salvador el bono demográfico durará 66 años.

     

    Economía plateada

    El documento, que es parte de la Serie Población y Desarrollo de CEPAL, explica que la productividad es un factor determinante del crecimiento a largo plazo, ya que en los países con un impacto negativo del envejecimiento poblacional se puede compensar mediante ganancias de productividad y con un incremento en la participación laboral de mujeres.

    “Incluso con un aumento sostenido de la productividad laboral, el ingreso per cápita podría crecer menos de lo esperado si los otros factores (la tasa de ocupación y la tasa de participación laboral) evolucionan desfavorablemente. Por lo tanto, es preciso entender cómo el envejecimiento poblacional, los cambios en la composición de habilidades de la fuerza laboral y la inversión en tecnologías se vinculan y potencian la productividad”, indica el reporte.

    El estudio hace hincapié en que el envejecimiento no debería verse como algo negativo, ya que plantea oportunidades para desarrollar una “economía plateada” con sectores ganadores, en particular salud, cuidados, finanzas, industria farmacéutica, tecnologías digitales, turismo, educación, recreación y vivienda.

    No obstante, advierte que la población latinoamericana envejece en un contexto de alta informalidad laboral y baja cobertura de servicios básicos, lo que supone presiones en las cuentas fiscales.

    El impacto negativo podría contrarrestarse parcialmente por el uso productivo de los ahorros de la población que envejece, cuya longevidad crece a medida gozan de buena salud. De esa manera, los economistas plantean que existe un segundo bono demográfico, que ofrece a los países una oportunidad de crecimiento sostenido.

  • Iglesia católica alerta sobre caída de natalidad y envejecimiento en Latinoamérica

    Iglesia católica alerta sobre caída de natalidad y envejecimiento en Latinoamérica

    La Iglesia católica de México expresó este domingo su preocupación ante una profunda transformación demográfica en América Latina, caracterizada por la caída sostenida en las tasas de natalidad, el incremento en los divorcios y la creciente proporción de hogares unipersonales, según expuso en su editorial del semanario Desde la Fe.

    El posicionamiento se basa en los hallazgos del informe Cambios en las estructuras demográficas, elaborado por la Red de Institutos Universitarios Latinoamericanos de Familia, que advierte que “el envejecimiento ya no es una amenaza lejana” en la región.

    «Estos datos nos invitan a mirar con atención un fenómeno que no solo afecta estadísticas, sino que transforma profundamente la vida cotidiana, las relaciones humanas y las bases mismas de la convivencia», señaló la institución religiosa.

    Por su parte, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) reveló que en 2024 la población regional alcanzó 663 millones de personas, un 3.8 % menos de lo proyectado para el año 2000, cuando se estimaban 689 millones.

    La Iglesia advierte que el envejecimiento de la población avanza sin un relevo generacional suficiente, y que en algunos países de América Latina el número de muertes ya supera al de nacimientos.

    Ante este escenario, el clero mexicano instó a los gobiernos a implementar políticas públicas centradas en la familia, consideradas como el “núcleo primario de la sociedad”, para mitigar los efectos de esta transición demográfica.

    Entre sus propuestas destacan medidas que acompañen la maternidad y paternidad responsables, que protejan a los adultos mayores sin marginarlos, que fomenten la conciliación familiar y que fortalezcan los lazos intergeneracionales.

    Asimismo, enfatizó que la lucha contra la pobreza, el acceso a la salud mental, la educación integral y la inclusión digital no puede desvincularse del papel de la familia, sino que deben “nutrirse de ella” para garantizar un desarrollo más equitativo y sostenible en la región.

  • La Iglesia de México expresa preocupación por "disminución de natalidad" en Latinoamérica

    La Iglesia de México expresa preocupación por «disminución de natalidad» en Latinoamérica

    La Iglesia católica de México expresó este domingo su «preocupación» ante la «transformación demográfica profunda y silenciosa» en Latinoamérica con la que «las tasas de natalidad disminuyen de forma sostenida» y «el envejecimiento ya no es una amenaza lejana».

    La institución religiosa en el país observó este panorama a través de los resultados del reciente estudio ‘Cambios en las estructuras demográficas’, elaborado por la Red de Institutos Universitarios Latinoamericanos de Familia, el cual también apuntó que «los divorcios aumentan y los hogares unipersonales crecen».

    «Estos datos nos invitan a mirar con atención un fenómeno que no solo afecta estadísticas, sino que transforma profundamente la vida cotidiana, las relaciones humanas y las bases mismas de la convivencia», argumentó en su editorial del semanario ‘Desde la Fe’.

    Además del estudio citado por la Iglesia, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) también señaló que en 2024 la población de la región alcanzó los 663 millones de personas, un 3,8 % menos de lo previsto para el año 2000, que proyectaba 689 millones.

    En ese sentido, el documento destacó el rol de la familia como «el núcleo primario de la sociedad» en un contexto donde, por ejemplo, «el envejecimiento no va acompañado de estructuras apoyo y afecto».

    «Los datos retratan una región que envejece sin relevo generacional suficiente y con lazos familiares cada vez más frágiles. De acuerdo al estudio, hay países en donde ya es mayor el número de fallecimientos al de nacimientos», sostuvo.

    Para aliviar esta «transición demográfica», la Iglesia mexicana pidió «políticas públicas» que traten a la familia como una «prioridad social».

    «Políticas que valoren la vida, que acompañen la maternidad y la paternidad responsables; que protejan a los adultos mayores sin aislarlos; que promuevan la conciliación familiar; y que fortalezcan los vínculos entre generaciones», sentenció.

    La institución también insistió en que la prevención de la pobreza, la salud mental, la educación integral y la inclusión digital no puede prescindir de la familia, sino “nutrirse de ella”.