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  • Qué son las reservas internacionales y por qué son clave para la economía de El Salvador

    Qué son las reservas internacionales y por qué son clave para la economía de El Salvador

    Por primera vez en 35 años, El Salvador adquirió oro para fortalecer sus reservas internacionales, un concepto con el cual los salvadoreños no están tan familiarizados, pero que es clave para el país cuando se enfrenta a graves crisis, como la ocurrida en 2020 con la pandemia de covid-19.

     

    ¿Qué son?

    Las reservas internacionales netas (RIN) son activos externos a disposición inmediata y bajo control de las autoridades monetarias para satisfacer necesidades de financiamiento, es decir, es una especie de “ahorro” que los países tienen para cuando se enfrentan a crisis y requieren recursos para intervenir en el mercado a fin de mantener la confianza en la economía.

    Las RIN pueden estar constituidas en oro monetario, derechos especiales de giro (DEG), garantías de préstamos o depósitos en bancos.

    El común aceptado es que las reservas internacionales cubran por lo menos tres meses de importaciones antes de que un país, en medio de una crisis, tenga que recurrir a endeudamiento para cubrir los choques externos.

     

    ¿Cuánto tiene El Salvador?

    De acuerdo con el BCR, las reservas netas de El Salvador sumaron $4,678.77 millones a julio pasado. Esto significó un incremento interanual de $1,641.7 millones (54 %) en comparación con igual período de 2024, o $439.63 millones más frente a junio de 2025. Esta cifra cubriría al menos tres meses de importaciones totales.

    Las estadísticas del BCR aún no incorporan la reciente compra de 13,999 onzas troy de oro, valoradas en más de $50 millones según el precio de cotización del metal precioso por arriba de los $3,600 la onza.

    Según el BCR, no se compraba oro para las RIN desde 1990 y se alcanzó una reserva de 58,105 onzas troy, por un valor estimado de $207.4 millones.

    El BCR también reporta que los depósitos a la vista sumaron $3,135.9 millones a julio pasado, $115.9 millones más en relación con junio.

     

    ¿En qué están invertidas?

    – Cartera de inversión: el informe de las RIN del BCR destaca que un 71.5 % se mantiene en cartera de inversión, equivalente a $3,45.4 millones. Un 86.4 % está invertido en instrumentos negociables en el mercado secundario y el resto en depósitos con un plazo de maduración de hasta un mes. Además, el BCR destaca que el riesgo es “bastante bajo”.

     

    Gráfica publicada por el BCR sobre la distribución de los mercados en los cuales El Salvador tienen cartera de inversión.

    Un 30.9 % de la cartera de inversiones de El Salvador se encuentra en Estados Unidos, seguido de un 25.3 % en Suiza. También hay en Alemania, Corea del Sur, Perú, Francia, entre otros mercados.

    – Billetes y monedas: un 7.8 % de las RIN de El Salvador, equivalente a $364 millones.

    – Cuentas corrientes: sumaron $37.2 millones a julio, un 0.8 % de participación.

    – Portafolio de fondos especiales: representan $546 millones, un 11.7 %.

    – Tenencia de DEG: alcanzaron $210.5 millones, un 4.5 %.

    – Otros activos externos netos: $30.2 millones, un 0.6 %.

    – Oro: a julio, las reservas en oro sumaban $145.5 millones, un 3.1 % de participación.

    Acuerdo FMI

    En el mercado del programa de $1,400 millones del Fondo Monetario Internacional (FMI), el fortalecimiento de las reservas internacionales es clave, ya que la posición externa de El Salvador es “débil”.

    El acuerdo establece que el BCR recibirá $570 millones, equivalente a un 40 %, para aumentar las reservas mientras se adopta un plan de recapitalización con el apoyo del gobierno para finales de diciembre de 2025.

     

  • BCR adquiere 13,999 onzas troy de oro por primera vez desde 1990

    BCR adquiere 13,999 onzas troy de oro por primera vez desde 1990

    El Banco Central de Reserva (BCR) informó este jueves la adquisición de 13,999 onzas troy de oro para fortalecer las reservas internacionales de El Salvador.

    Esta es la primera adquisición de oro que realiza el BCR desde 1990, con las cuales las reservas internacionales pasaron de 44,106 a 58,105 onzas troy, por un valor estimado de $207.4 millones.

    Cada onza troy tiene un peso estimado de 0.0311034768 kilogramos, por lo cual las reservas salvadoreñas rondarían los 1,807.2 kilogramos de oro.

    Con las sucesivas crisis económicas desde la pandemia de covid-19, el precio del oro rompió récord por arriba de los $3,000 la onza, ya que es considerado un refugio en los momentos de mayor incertidumbre mundial.

    A través de un comunicado, el BCR detalló que el 20 % de las reservas internacionales globales están en oro, mantenidas por los bancos centrales y ocupan el segundo lugar después de las denominadas en dólares.

    “Para el Banco Central de Reserva de El Salvador, esta adquisición es un posicionamiento de largo plazo partiendo de un equilibrio prudencial en la composición de los activos que conforman las reservas internacionales”, agregó.

    Además, indicó que las reservas en oro respaldarán la solidez financiera de El Salvador a largo plazo, al tiempo que protegerá la economía frente a choques estructurales internacionales.

     

    Acuerdo con el FMI

    El Banco Central indicó que la adquisición es “posible gracias al fortalecimiento patrimonial” de los últimos años, que garantiza la solidez del sistema financiero.

    El fortalecimiento de las reservas internacionales es uno de los compromisos asumidos por el gobierno salvadoreño ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), como parte del programa de financiamiento de $1,400 millones.

    De ese paquete, el BCR recibirá $570 millones, equivalente a un 40 %, para aumentar las reservas.

    Las reservas internacionales son activos que disponen los países para satisfacer las necesidades de liquidez temporales, constituidas en garantías de préstamos, oro, depósitos en bancos o derechos especiales de giro (DEG).

    Estas funcionan como un colchón cuando un país se enfrenta a problemas de liquidez. El acuerdo internacional establece como un límite aceptable que cubran como mínimo tres meses de importaciones.

  • El próximo gobierno boliviano heredará una economía en profunda crisis

    El próximo gobierno boliviano heredará una economía en profunda crisis

    El próximo gobierno de Bolivia, que será electo este domingo 17 de agosto, encontrará un país sumido en una crisis económica caracterizada por alta inflación, escasez de dólares, déficit fiscal crónico y bajo crecimiento, como resultado del agotamiento del modelo económico impulsado por el presidente Luis Arce.

    El llamado “Modelo Económico Social Comunitario Productivo” fue instaurado por Arce durante su gestión como ministro de Economía en el gobierno de Evo Morales (2006-2019) y mantuvo un fuerte protagonismo estatal. En 2020, Arce prometió recuperar la economía boliviana tras la pandemia, luego de una caída del 8.74 % del PIB.

    Bolivia logró una recuperación inicial con un crecimiento del 6.11 % en 2021. Sin embargo, en 2024 el crecimiento cayó al 0.73 %, retroceso que el actual Ejecutivo atribuye a protestas sociales lideradas por simpatizantes de Evo Morales, hoy enfrentado al gobierno.

    Uno de los problemas más graves es la falta de divisas. Las reservas internacionales netas (RIN) se ubicaban en $3,148 millones en 2023, pero al primer semestre de 2025 cayeron a $2,807 millones, según el Banco Central de Bolivia (BCB), muy lejos del récord de $15,122 millones alcanzado en 2014.

    La escasez de combustible se ha vuelto recurrente, con largas filas en gasolineras de todo el país. A esto se suma una inflación acumulada de 16.92 % entre enero y julio, muy por encima de la proyección oficial del 7.5 % para todo 2025.

    El gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, afirmó a EFE que el próximo gobierno heredará una economía con “bajo crecimiento y alta inflación, lo que configura un escenario de estanflación”, fenómeno que complica la solución de ambas variables simultáneamente.

    Rodríguez señaló que Bolivia también enfrenta alta informalidad, baja recaudación, una deuda interna y externa considerable y escasa inversión privada. Hasta el 30 de junio, la deuda externa ascendía a $13,805.6 millones, equivalente al 25 % del PIB.

    El especialista advirtió sobre una crisis en la balanza de pagos, con un déficit comercial de $506 millones en el primer semestre de 2025 debido a la caída en exportaciones de gas natural. A esto se suma una crisis energética por la reducción en la producción interna de gas y falta de dólares para importar combustibles.

    El presidente Luis Arce ha rechazado hacer ajustes al modelo económico y ha culpado a legisladores opositores y aliados de Evo Morales por bloquear créditos externos que, según el Gobierno, ayudarían a importar gasolina y diésel.

    Rodríguez cree que esos préstamos podrían aliviar el acceso a divisas, pero no resolverían el problema de fondo. Propone “un aluvión de dólares” para estabilizar la moneda y reactivar la economía, además de corregir el déficit fiscal y liberar totalmente las exportaciones.

    También considera clave el uso de biotecnología en el agro boliviano, que podría compensar la caída de los ingresos por exportación de gas natural.