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  • Latinoamérica es la región más desigual por ingresos y también de las que más en riqueza

    Latinoamérica es la región más desigual por ingresos y también de las que más en riqueza

    Latinoamérica continúa siendo la región más desigual del mundo en distribución de ingresos y una de las más desequilibradas en términos de riqueza, según el más reciente Informe sobre la Desigualdad Global, elaborado por el Laboratorio de las Desigualdades Mundiales (WIL), presentado este miércoles en París.

    El estudio revela que el 10 % de la población más rica concentra el 57 % de los ingresos totales en la región, mientras que el 50 % más pobre apenas accede al 8 %. Solo el África Subsahariana y el sur y sudeste asiático se acercan a esos niveles, con una distribución del 55 % y 10-14 % respectivamente.

    En cuanto a la riqueza, el panorama también es crítico. El 1 % más rico en América Latina es dueño del 36 % de todos los bienes, cifra superada únicamente en Oriente Medio y el norte de África (37 %), y Rusia y Asia Central (46 %). A modo de comparación, ese porcentaje es del 25 % en Europa y del 34 % en Norteamérica y Oceanía.

    La desigualdad es todavía más marcada en la base de la pirámide: el 50 % más pobre en la región solo posee el 3 % de la riqueza. Aunque este dato es similar al europeo, supera el 1 % de Norteamérica, Asia y África Subsahariana.

    El economista mexicano Ricardo Gómez Carrera, principal autor del informe, explicó que entre 2014 y 2024 se observaron mejoras en México y Chile, aunque la desigualdad sigue siendo “extremadamente alta”. En contraste, Brasil y Colombia han retrocedido.

    En el caso de Argentina, la desigualdad en ingresos aumentó del 32 % al 36.8 %, aunque sigue siendo menor al promedio latinoamericano. El 10 % más rico en ese país concentra el 58.7 % de la riqueza, frente al 69 % regional.

    México es el país que más ha avanzado en reducir la desigualdad de ingresos, gracias al incremento sostenido del salario mínimo. “La desigualdad se puede reducir con políticas redistributivas, pero también con políticas predistributivas como el aumento del salario mínimo”, indicó Gómez Carrera.

    Sin embargo, en términos de riqueza, México sigue siendo profundamente desigual: el 10 % más rico controla el 70.6 %, mientras que el 50 % más pobre posee apenas el 2.3 %. Chile muestra un perfil similar con el 69.4 % de la riqueza en manos de los más ricos y el 2.6 % para los más pobres.

    En Brasil, el 10 % más acaudalado acapara el 59 % de los ingresos y el 70.1 % de la riqueza, dejando al 50 % inferior con apenas el 9 % y el 2.4 %, respectivamente. Colombia presenta el caso más crítico: el 10 % más privilegiado se queda con el 60 % de los ingresos y el 70.9 % de la riqueza, mientras que la mitad más pobre apenas recibe el 7 % de los ingresos y es dueña del 2.2 % de los bienes.

    En términos de ingreso medio por persona ajustado por paridad de poder adquisitivo, Argentina lidera entre los cinco países analizados con $56,300 anuales, seguido de Chile con $20,600, México ($14,600), Brasil ($13,500) y Colombia ($13,000).

  • El Papa León XIV denuncia la violencia y la indiferencia mundial en homilía en el Vaticano

    El Papa León XIV denuncia la violencia y la indiferencia mundial en homilía en el Vaticano

    El papa León XIV expresó este domingo su preocupación por los conflictos y la falta de solidaridad en el mundo, al señalar que «pueblos enteros se ven hoy aplastados por la violencia y, más aún, por una indiferencia desvergonzada que los abandona a un destino de miseria». Sus palabras se pronunciaron durante la homilía celebrada en la parroquia de Santa Anta, en la Ciudad del Vaticano.

    «Os animo a perseverar con esperanza en un tiempo seriamente amenazado por la guerra», declaró el pontífice, de origen estadounidense y peruano. Añadió que, frente a los dramas de la humanidad, los cristianos no deben resignarse: «No queremos ser sumisos, sino anunciar con la palabra y con las obras que Jesús es el Salvador del mundo, Aquel que nos libera de todo mal».

    Durante su mensaje, el papa pidió por los líderes de las naciones, exhortando a que actúen libres de la tentación de usar la riqueza «contra el hombre, transformándola en armas que destruyen a los pueblos y en monopolios que humillan a los trabajadores».

    En su homilía, reflexionó sobre el uso de los bienes materiales: «Quien sirve a Dios se libera de la riqueza, pero quien sirve a la riqueza queda esclavizado por ella. Quien busca la justicia transforma la riqueza en bien común; quien busca el dominio transforma el bien común en presa de su propia codicia».

    El pontífice advirtió que el apego excesivo a lo material «confunde nuestro corazón y distorsiona nuestro futuro». Señaló que la gran tentación de la sociedad moderna es «pensar que sin Dios podríamos vivir bien de todos modos, mientras que sin riqueza estaríamos tristes y afligidos por mil necesidades».

    Finalmente, León XIV subrayó que esta lógica de acumulación alimenta la desconfianza entre los pueblos: «En lugar de pedir ayuda con confianza y compartir con fraternidad, nos sentimos impulsados a calcular, a acumular, volviéndonos sospechosos y desconfiados hacia los demás. Estos pensamientos convierten al prójimo en un competidor, en un rival o en alguien de quien sacar provecho».