Etiqueta: Rixi Moncada

  • Honduras vota entre temores de fraude y bajo la intervención política de Trump

    Honduras vota entre temores de fraude y bajo la intervención política de Trump

    Honduras celebrará este domingo unas elecciones generales marcadas por un clima de alta polarización, acusaciones cruzadas de fraude y el desarrollo de la jornada bajo un estado de excepción vigente desde diciembre de 2022. Más de seis millones de ciudadanos están llamados a las urnas para elegir presidente, diputados, alcaldes y representantes al Parlamento Centroamericano.

    Los comicios se realizan en medio de denuncias por intento de manipulación de resultados. El oficialismo filtró una serie de audios en los que, supuestamente, una representante del Partido Nacional en el Consejo Nacional Electoral, Cossette López, coordina un presunto fraude con el diputado Tommy Zambrano y un miembro no identificado de las Fuerzas Armadas.

    El fiscal general, Johel Zelaya, aseguró que las grabaciones “demuestran plenamente la existencia de una asociación ilícita”. La oposición, sin embargo, sostiene que los audios fueron manipulados y critica que el Ejército custodie el material electoral.

    Durante la campaña de 45 días, los principales candidatos —Rixi Moncada, Salvador Nasralla y Nasry Asfura— se acusaron mutuamente de preparar fraudes, mientras la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea alertaron sobre la posibilidad de que los resultados no sean reconocidos.

    La tensión subió aún más cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, irrumpió en el cierre de campaña para respaldar públicamente al candidato del Partido Nacional, Nasry Asfura. Trump agitó el fantasma del comunismo y pidió el voto para Asfura. Además, propuso indultar al expresidente Juan Orlando Hernández —condenado a 45 años de prisión en EE.UU. por narcotráfico— si su candidato gana.

    “Si ‘Tito’ Asfura gana la Presidencia de Honduras, debido a la gran confianza que Estados Unidos tiene en él, en sus políticas y en lo que hará por el gran pueblo hondureño, lo apoyaremos firmemente. Si no gana, Estados Unidos no malgastará su dinero”, advirtió Trump.

    El oficialismo llega al proceso con Rixi Moncada como candidata del Partido Libre, en busca de un segundo mandato consecutivo tras la presidencia de Xiomara Castro, quien logró reducir pobreza, inflación y homicidios durante su gestión, aunque bajo un régimen de excepción cuestionado por organizaciones de derechos humanos.

    Moncada, exministra y abogada, es cercana a los gobiernos de Cuba y Venezuela, lo que ha sido usado por sus rivales para desacreditarla. Según las encuestas, enfrenta una contienda reñida, superada por Salvador Nasralla, ahora bajo la bandera del Partido Liberal.

    Nasralla, una figura mediática y televisiva con largo historial político, promete cambios radicales con inspiración en modelos como el del presidente argentino, Javier Milei, en economía, y Nayib Bukele, en seguridad.

    “Se trata de votar por el caballo ganador, por el único que puede sacar al partido Libre”, dijo en uno de sus últimos actos de campaña.

    Por su parte, Nasry Asfura, apodado “Papi a la orden”, se presenta por segunda vez a la Presidencia. Exalcalde de Tegucigalpa, cuenta con el respaldo de Trump, quien lo definió como “el único verdadero amigo de la libertad en Honduras”. Su gestión edilicia fue elogiada por obras de infraestructura, pero también señalada por su implicación en los Papeles de Pandora y acusaciones de malversación.

    El próximo presidente enfrentará enormes desafíos: altos niveles de pobreza, corrupción sistémica, instituciones debilitadas y el legado de un país estigmatizado por el narcotráfico.

     

  • Los dos principales candidatos hondureños quieren restablecer relaciones con Taiwán y romper con China

    Los dos principales candidatos hondureños quieren restablecer relaciones con Taiwán y romper con China

    El futuro de las relaciones diplomáticas de Honduras con China o el eventual restablecimiento con Taiwán dependerá del resultado de las elecciones presidenciales de este domingo 30 de noviembre, donde el oficialismo de izquierda busca retener el poder y los partidos conservadores intentan regresar al gobierno.

    Si la candidata oficialista Rixi Moncada, del Partido Libertad y Refundación (Libre), logra la victoria, se fortalecerán los vínculos con China, país con el que Honduras estableció relaciones diplomáticas en marzo de 2023, tras romper completamente con Taiwán bajo la gestión de la presidenta Xiomara Castro.

    Sin embargo, el comercio bilateral con el gigante asiático no ha dado los frutos esperados. El ministro de Desarrollo Económico, Fredis Cerrato, reconoció que negociar con China no ha sido sencillo.

    “Estamos actuando con cautela”, dijo, al referirse a la búsqueda de mejores condiciones para exportadores y empresarios hondureños, quienes demandan mayor agilidad en los acuerdos técnicos.

    A pesar de que el mandato de Castro concluye en dos meses, aún no se ha concretado el tratado de libre comercio que su gobierno negocia con China. No obstante, empresas chinas han logrado contratos millonarios en proyectos de infraestructura, especialmente en el sector energético.

    Salvador Nasralla, candidato presidencial del Partido Liberal de Honduras.

    Por su parte, si el conservador Nasry Asfura, del Partido Nacional, gana los comicios, promete romper relaciones con China y restablecerlas con Taiwán. Asfura ha reiterado que, bajo el vínculo con Taipéi, Honduras recibía mayor apoyo económico y comercial. También se ha comprometido a fortalecer los lazos con Estados Unidos y con Israel, país aliado de Washington.

    El también candidato Salvador Nasralla, del Partido Liberal, anunció que en su eventual gobierno restablecerá relaciones con Taiwán, pero mantendrá un vínculo únicamente comercial con China.

    “En mi gobierno se van a restablecer los lazos con la República de Taiwán, Honduras no es comunista, ni socialista, nuestras relaciones con la China continental serán exclusivamente económicas y no políticas”, publicó recientemente en sus redes sociales.

     

  • Rixi Moncada, Salvador Nasralla y Nasry Asfura, a la cabeza para suceder a Xiomara Castro en Honduras

    Rixi Moncada, Salvador Nasralla y Nasry Asfura, a la cabeza para suceder a Xiomara Castro en Honduras

    La oficialista de izquierda Rixi Moncada y los derechistas Salvador Nasralla y Nasry Asfura encabezan la carrera para suceder a la presidenta Xiomara Castro en Honduras, un pulso que ganó tensión tras el llamado del presidente de EE.UU., Donald Trump, a apoyar a Asfura frente a los «comunistas» y sus aliados.

    Rixi Moncada, la continuidad

    Natural de Talanga, donde nació el 13 de febrero de 1965, Moncada es una abogada con un amplio recorrido en la administración pública, en la que se ha desempeñado en tres Secretarías de Estado: Trabajo, Finanzas y Defensa.

    Antes de estudiar leyes, con especialidad en Derecho Penal y Derecho Constitucional, por la Universidad de Salamanca (España), se graduó de maestra de educación, profesión que también ha ejercido en los niveles de primaria y universitaria.

    Durante la administración de Manuel Zelaya (2006-2009), cuando ambos eran militantes del conservador Partido Liberal de Honduras, fue secretaria de Trabajo y Seguridad Social y gerente de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica.

    En el presente gobierno, en el que Castro se convirtió en la primera presidenta tras asumir el 27 de enero de 2022, Moncada se desempeñó como secretaria de Finanzas y Defensa, siendo en este último también la primera mujer en llegar a ese cargo.

    Como abogada se desempeñó en los tribunales de justicia y fue asesora del Ministerio Público (Fiscalía), entre otros puestos.

    Fue fundadora, en 2011, del ahora gobernante Partido Libertad y Refundación (Libre), cuyo coordinador general es el expresidente Manuel Zelaya, esposo y asesor de Xiomara Castro.

    Moncada propone un estado activo para corregir fallas de mercado y reducir desigualdades, bajo el concepto de «democratización de la economía», con créditos a baja tasa, política industrial verde, inversión en ciencia y tecnología y reformas para fomentar la competencia.

    En su mensaje en Truth Social, al pedir el voto por Asfura, Trump dijo que no podría trabajar con «Moncada y los comunistas».

    Nasry Asfura, el candidato de Trump

    Nasry Asfura es el «único verdadero amigo de la libertad en Honduras», escribió Trump, que agregó que podrían «trabajar juntos para luchar contra los narco-comunistas», al ser el que defiende la democracia y «lucha contra» el venezolano Nicolás Maduro.

    En estos comicios, Asfura, también conocido como ‘Papi a la orden’, frase con la que saluda a sus correligionarios, busca en un segundo intento ser presidente de Honduras arropado con la bandera del conservador Partido Nacional.

    Hijo de padres de origen palestino, Asfura nació el 8 de junio de 1958 en la capital hondureña, Tegucigalpa, de la que ha sido alcalde durante dos períodos consecutivos (2014-2022).

    Después de finalizar su secundaria en un colegio católico, decidió estudiar ingeniería, pero pronto valoró que lo suyo es la industria de la construcción, a la que se ha dedicado la mayor parte de su vida.

    Como político también ha sido concejal de la Alcaldía de Tegucigalpa y secretario del Fondo Hondureño de Inversión Social.

    Asfura busca el regreso al poder de un Partido Nacional que sufrió un desgaste durante tres períodos consecutivos, desde 2010 a 2022, que fueron salpicados por múltiples denuncias de corrupción y narcotráfico.

    Su apuesta, de llegar a ser presidente, es por la estabilidad fiscal, empleo e infraestructura productiva, fortalecer el sector agropecuario, mejorar la conectividad y priorizar proyectos con impacto inmediato en la economía local.

    Salvador Nasralla, al cuarto intento…

    Con estudios en Chile, Salvador Nasralla, el candidato presidencial del conservador Partido Liberal de Honduras, busca por cuarta vez consecutiva ser presidente de su país, agitando una bandera contra la corrupción, lo que le hizo ganar muchos seguidores desde que se lanzó al ruedo para las elecciones generales de 2013.

    Nasralla, ingeniero civil, nació en Tegucigalpa el 30 de enero de 1953, y desde su adolescencia se fue metiendo en los medios de comunicación, hasta convertirse en un reconocido presentador de televisión en un programa deportivo que dirige desde hace más de cuatro décadas. Además, ha sido maestro de ceremonia de concursos de belleza y otros eventos sociales.

    En la política asomó hacia 2011, cuando fundó el Partido Anticorrupción (PAC), con el que en 2013 buscó por primera vez ser presidente de Honduras, lo que más tarde repitió creando otro partido, el Salvador de Honduras (PSH), aduciendo que el primero se lo «robó» el expresidente Juan Orlando Hernández.

    En el segundo intento, en 2017, también fracasó. En el tercero, en 2021, a última hora terminó haciendo una alianza, solo en la fórmula presidencial, con el ahora gobernante Partido Libertad y Refundación (Libre) al frente de Xiomara Castro, con el objetivo de sacar del poder a la «narcodictadura» que presidió Juan Orlando Hernández, quien en 2022 fue extraditado a EE.UU., donde fue condenado a 45 años de cárcel por narcotráfico.

    Con el triunfo de Xiomara Castro, Nasralla ascendió al poder como uno de los tres designados presidenciales (vicepresidente), cargó que ejerció hasta abril de 2024, cuando renunció por agrias confrontaciones con la mandataria y su esposo, el expresidente Manuel Zelaya.

    Tras salir del poder, se adhirió a un resquebrajado Partido Liberal, al que se ha propuesto llevar de nuevo al poder, después de 16 años en la llanura.

    Nasralla centra su agenda en atraer inversión y generar empleo, combatir la corrupción, reducir la burocracia, modernizar infraestructuras y apoyar a los pequeños y medianos empresarios para aumentar la competitividad y crear empleo formal.

  • Nuevo presidente de Honduras recibirá economía endeudada y sin empleo

    Nuevo presidente de Honduras recibirá economía endeudada y sin empleo

    El próximo presidente de Honduras heredará una economía con crecimiento moderado, elevada deuda pública, fuerte dependencia de remesas familiares e inversión extranjera estancada, en un contexto de alta pobreza y limitado acceso al empleo formal.

    Según proyecciones del Banco Central de Honduras, el país cerraría 2025 con un crecimiento entre 3.5 % y 4 % del producto interno bruto (PIB), impulsado principalmente por el sector financiero. Sin embargo, este dinamismo no genera suficiente empleo directo, lo que impide mejoras visibles en la calidad de vida de la población, donde más del 60 % vive en condiciones de pobreza.

    La inflación, que se mantiene cerca del 5 %, ha sido contenida en parte por subsidios a los combustibles y la energía, aunque afecta con mayor dureza a los hogares de menores ingresos.

    Santiago Herrera, gerente de Política Económica del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), aseguró que el país necesita un crecimiento sostenido de al menos 6 % para traducirlo en beneficios tangibles para la población. “Seguir creciendo a una tasa promedio de 3.5 % demuestra resiliencia, pero no es suficiente, porque el beneficio no llega a las familias hondureñas”, advirtió.

    El sector privado identifica retos estructurales como la falta de empleo formal, los problemas de seguridad jurídica, el déficit energético y la baja competitividad. Solo en electricidad, el país arrastra un déficit superior a 200 megavatios, pérdidas del 36 % y una elevada dependencia de la generación térmica. Herrera instó a sanear las finanzas de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) y garantizar pagos puntuales a los generadores privados.

    Remesas y poca inversión

    La economía hondureña depende en gran medida de las remesas familiares, que hasta octubre sumaron más de $10,000 millones y representan alrededor del 27 % del PIB, superando ampliamente los ingresos por exportaciones. Herrera calificó esta situación de “insostenible” y llamó a priorizar la inversión en educación, salud preventiva e innovación para frenar la emigración masiva.

    En contraste, la inversión extranjera directa sigue débil: apenas alcanzó $500.4 millones al segundo trimestre del año. Factores internos como la inseguridad jurídica, las deficiencias en infraestructura y la falta de confianza limitan su crecimiento. El mercado laboral continúa caracterizado por altos niveles de informalidad y subempleo: más de 2 millones de personas enfrentan dificultades laborales, de las cuales el 44 % son mujeres.

    Combo de fotografías de archivo que muestra al exvicepresidente Salvador Nasralla (i), la ministra de Defensa Rixi Moncada (c) y el exalcalde de Tegucigalpa Nasry Asfura (d), candidatos a la Presidencia de Honduras. EFE

    Alta deuda y poco margen fiscal

    La deuda pública hondureña superará los $18,000 millones al cierre del año, lo que reduce la capacidad del Estado para invertir en obras sociales y obliga a priorizar el pago de deuda sobre otras áreas clave. El economista Ismael Zepeda advirtió que Honduras enfrenta un sistema tributario regresivo que castiga más a los sectores de bajos ingresos, sin una estrategia efectiva de desendeudamiento. “Si se mantiene este ritmo sin cambios en la gestión pública, el nuevo gobierno tendrá un espacio fiscal muy limitado”, explicó.

    Propuestas divergentes entre candidatos

    Entre los principales aspirantes a la presidencia destacan Rixi Moncada (Partido Libre), Salvador Nasralla (Partido Liberal) y Nasry Asfura (Partido Nacional). Cada uno plantea enfoques distintos para enfrentar los desafíos económicos.

    Moncada promueve un Estado activo, con créditos accesibles, políticas industriales verdes, inversión en tecnología y reformas para democratizar la economía y reducir desigualdades.

    Nasralla propone atraer inversión, reducir la burocracia, fortalecer infraestructura y combatir la corrupción para generar empleo formal y apoyar a pequeñas y medianas empresas.

    Asfura, quien recibió esta semana el respaldo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, apuesta por estabilidad fiscal, impulso a la producción agropecuaria, inversión en conectividad y proyectos de impacto inmediato en la economía local.

     

  • Honduras en elecciones: transparencia y desafíos para evitar la violencia

    Honduras en elecciones: transparencia y desafíos para evitar la violencia

    Más de seis millones de hondureños podrán votar en las elecciones generales del domingo, en las que se han planteado dudas sobre una correcta distribución del material electoral y reclaman que las Fuerzas Armadas no se inmiscuyan en el escrutinio o que no haya violencia, como ocurrió en los comicios de 2017.

    Estas son las cinco claves de unas elecciones que serán las duodécimas desde que el país retornó a la democracia, en 1980.

    1.- La izquierda apuesta por un segundo mandato en el poder

    El sucesor de la actual presidenta de Honduras, Xiomara Castro, saldrá entre la oficialista Rixi Moncada, del Partido Libertad y Refundación (Libre), quien defiende la bandera de un ‘socialismo democrático’ (izquierda), y los candidatos conservadores Salvador Nasralla, del Partido Liberal, y Nasry Asfura, del Partido Nacional.

    Nasralla busca por cuarta vez consecutiva llegar al poder, mientras que Asfura -que esta semana recibió el apoyo público del presidente estadounidense, Donald Trump, para evitar el «avance comunista»- va por el segundo intento, con un Partido Nacional que se desgastó durante doce años consecutivos en el Ejecutivo, entre 2010 y 2022, marcados por denuncias de corrupción y narcotráfico.

    2.- Dudas con la distribución del material electoral

    Las marcadas diferencias entre los tres consejeros del Consejo Nacional Electoral (CNE), que representan a los principales partidos en la contienda, alteraron el cronograma electoral.

    Los conflictos internos en el CNE retrasaron la contratación de la empresa de transporte para la distribución del material en los 18 departamentos del país, lo que finalmente comenzó el pasado día 20, rebajando el ambiente de incertidumbre surgido desde que se inició la campaña, el 1 de septiembre.

    3.- Acusaciones de fraude antes de votar

    En Honduras las denuncias de fraude electoral vienen desde noviembre de 1981, cuando se celebraron las primeras elecciones tras el retorno a la democracia en 1980. Los fraudes por lo general se han denunciado en la fórmula presidencial, aunque las acusaciones también han trascendido en menor grado en alcaldías municipales y diputados.

    En las elecciones de este año, líderes de los tres partidos mayoritarios, Liberal, Libre y Nacional, se han acusado mutuamente de fraude, curiosamente cuando, según analistas, quien normalmente denuncia irregularidades es el partido que está en el poder, pero lo hace después de los resultados de las votaciones, no antes.

    4.- Injerencia de las Fuerzas Armadas

    Por mandato de la Constitución, las Fuerzas Armadas son una institución permanente, profesional, apolítica, obediente y no deliberante, pero en el actual proceso electoral han tenido una actitud de injerencia, algo que ha generado incertidumbre y desencadenado las críticas de observadores de la comunidad internacional.

    El jefe del Estado Mayor Conjunto del instituto castrense, Roosevelt Hernández, le ha pedido a los consejeros del CNE que, el día de las votaciones, le entreguen una copia del acta con los resultados de la fórmula presidencial, algo inédito. La petición de Hernández fue calificada como «injerencia» por la consejera presidenta del CNE, Ana Paola Hall.

    El alto jefe castrense también ha tenido agrias polémicas con una de las consejeras del CNE y ha tildado de ‘sicarios de la verdad’ a varios periodistas y dueños de medios de comunicación.

    5. Más descalificaciones que propuestas en las campañas

    Por primera vez en la frágil democracia de Honduras, la izquierda, que ganó con Xiomara Castro sus primeras elecciones hace cuatro años, busca un segundo período frente a dos tradicionales y conservadores partidos que alternaron la presidencia durante un siglo.

    Las campañas de los partidos mayoritarios han destacado más por los ataques y las descalificaciones que por las propuestas a la población, en un país que política y socialmente se fragmentó tras el golpe de Estado del 28 de junio de 2009 a Manuel Zelaya, esposo y principal asesor de Xiomara Castro, y coordinador general de Libre.

    Entre los hondureños hay temor de que puedan registrarse hechos violentos, dependiendo de los resultados, si la diferencia del ganador fuera muy estrecha. En 2017 hubo violencia por la reelección de Juan Orlando Hernández, lo que la ley no permite bajo ninguna modalidad.

  • Trump pide a hondureños votar por el conservador Asfura para detener "avance comunista"

    Trump pide a hondureños votar por el conservador Asfura para detener «avance comunista»

    El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hizo este miércoles un llamado a los ciudadanos de Honduras para apoyar en las elecciones del próximo 30 de noviembre al conservador Nasry Asfura, candidato del Partido Nacional. En un mensaje publicado en su red Truth Social, advirtió que sus rivales representan “el avance comunista” y aseguró que su victoria podría abrir la puerta a figuras como el venezolano Nicolás Maduro.

    Trump calificó a Asfura como “el único verdadero amigo de la libertad en Honduras” y aseguró que juntos podrían “luchar contra los narco-comunistas”. El mandatario estadounidense cuestionó directamente a los otros dos candidatos presidenciales: Rixi Moncada, del partido oficialista Libertad y Refundación (Libre), a quien tildó de estar “cercana al comunismo”, y Salvador Nasralla, del Partido Liberal, a quien acusó de formar parte de un plan para “engañar al pueblo” y dividir el voto opositor.

    El mandatario también elogió la gestión de Asfura como alcalde de Tegucigalpa, destacando que ayudó a “llevar agua a millones de personas”.

    Un día antes del pronunciamiento de Trump, el subsecretario de Estado, Christopher Landau, había instado a los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) a exigir un proceso electoral transparente, sin fraudes ni intimidación.

    El proceso electoral en Honduras ha sido fuertemente cuestionado por presuntas interferencias institucionales. La Fiscalía ha iniciado investigaciones contra altos funcionarios electorales, mientras que las Fuerzas Armadas han sido señaladas por intervenir en funciones exclusivas del Consejo Nacional Electoral (CNE).

    En su mensaje, Trump advirtió que los “narcoterroristas como Maduro” podrían extender su influencia a otros países, como Honduras, “igual que ocurrió con Venezuela o Cuba”, si los ciudadanos no eligen con claridad.

    Asfura, empresario de perfil conservador, compite por la presidencia contra Moncada, la actual candidata del oficialismo, y Nasralla, un ex presentador de noticias con discurso de derecha, pero sin respaldo visible de Washington.

    El ganador de los comicios sucederá a la presidenta Xiomara Castro, quien ha gobernado durante los últimos tres años bajo un régimen de excepción, restringiendo garantías constitucionales y siendo señalada por el aumento de la violencia y los escándalos de corrupción.

  • EEUU exige ante la OEA unas elecciones libres de injerencia política y fraude en Honduras

    EEUU exige ante la OEA unas elecciones libres de injerencia política y fraude en Honduras

    El gobierno de Estados Unidos exigió este martes a los miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) respaldar un proceso electoral transparente y libre de intimidación, injerencias o fraude en Honduras, a pocos días de los comicios generales programados para este domingo.

    El llamado fue hecho por el subsecretario de Estado estadounidense, Christopher Landau, durante una sesión extraordinaria del Consejo Permanente del organismo hemisférico. La reunión fue convocada por iniciativa de EE.UU. ante las denuncias de irregularidades que marcan la recta final del proceso electoral en el país centroamericano.

    Landau expresó su preocupación por la situación que enfrenta Honduras, advirtiendo que el país atraviesa una crisis institucional. “Me temo que Honduras enfrenta un futuro incierto. Por lo tanto, les insto a que utilicen su voz colectiva para advertir a los funcionarios hondureños sobre las consecuencias de interferir en el proceso electoral”, declaró el funcionario estadounidense.

    La administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reafirmó su respaldo a la integridad electoral y llamó a los hondureños a ejercer su derecho al voto. “Les escuchamos y estamos con ustedes, salgan todos a votar el 30 de noviembre para ser parte del futuro democrático de este país”, instó Landau, en español, durante su intervención.

    En respuesta, el embajador de Honduras ante la OEA, Roberto Quesada, rechazó las acusaciones y aseguró que no existe evidencia de delitos relacionados con las elecciones. “Estamos sorprendidos de que se hiciese un Consejo Permanente cuando no se ha cometido delito”, dijo el diplomático, quien además calificó de falsas las versiones sobre represión a periodistas: “Esas narrativas se las inventan porque ya sabemos que en este internet las fake news juegan con todo”, señaló.

    La sesión fue solicitada además por Argentina, Ecuador y Paraguay, cuyos gobiernos también mostraron inquietud por el rumbo de las elecciones en Honduras.

    El proceso ha sido cuestionado debido a la actuación del Ministerio Público y de las Fuerzas Armadas, acusados de interferir en competencias del Consejo Nacional Electoral (CNE). La Fiscalía ha abierto investigaciones contra altos funcionarios electorales, mientras se señala a los militares por intervenir indebidamente en asuntos civiles.

    Marlon Ochoa, consejero del CNE, aseguró que a pesar de las presiones “habrá elecciones generales a pesar de la conspiración que se ha intentado montar contra el proceso electoral” y confirmó que el material logístico ya está preparado.

    El embajador colombiano, Luis Vargas, anunció que su país dará “acompañamiento” al evento electoral, mientras que el representante de Argentina, Carlos Bernardo, advirtió que “no existe espacio para procesos electorales amañados” en la región.

    Los principales contendientes a la presidencia son Rixi Moncada, por el partido Libre; Salvador Nasralla, del Partido Liberal; y Nasry Asfura, por el Partido Nacional.

  • Honduras llega a elecciones en clima tenso y denuncias de fraude

    Honduras llega a elecciones en clima tenso y denuncias de fraude

    Honduras se prepara para elegir a su próximo presidente el domingo 30 de noviembre, en medio de un clima de tensión política, acusaciones cruzadas de fraude y violencia que ha cobrado vidas, según organismos civiles. Más de seis millones de ciudadanos están habilitados para votar y definir el rumbo del país, al concluir el mandato de la presidenta Xiomara Castro el próximo 27 de enero.

    En la recta final de la campaña, tres candidatos concentran la mayor intención de voto: Rixi Moncada, del oficialista partido Libertad y Refundación (Libre); Salvador Nasralla, del Partido Liberal; y Nasry Asfura, del Partido Nacional. Los dos últimos representan fuerzas conservadoras con más de un siglo de historia política en el país.

    Moncada, de formación jurídica, promete mantener el modelo de socialismo democrático promovido por Castro y el expresidente Manuel Zelaya, su esposo y actual coordinador de Libre. Por su parte, Nasralla, ingeniero, y Asfura, empresario, apelan a propuestas conservadoras, pero centradas en la economía y la seguridad.

    La campaña, iniciada el 1 de septiembre, ha estado marcada por ataques verbales, escasa oferta programática y un ambiente crispado. Los principales aspirantes han protagonizado duros señalamientos mutuos, acusándose de preparar fraudes, sin ofrecer a la ciudadanía una ruta clara para enfrentar la crisis social y económica que atraviesa el país.

    El proceso electoral ha enfrentado fricciones dentro del Consejo Nacional Electoral (CNE), conformado por tres consejeros que han mostrado divisiones internas. A pesar de ello, el pasado jueves comenzó el traslado del material electoral a los 18 departamentos, bajo resguardo de las Fuerzas Armadas, tal como lo establece la ley.

    Organizaciones como el Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad (Iudpas), de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), contabilizaron entre septiembre y noviembre más de 1,000 conflictos relacionados al proceso electoral, de los cuales 275 están ligados a violencia política. Aunque no todos derivaron en asesinatos, sí incluyen amenazas, coacción, acoso y agresiones físicas o simbólicas.

    Las denuncias de fraude electoral se han adelantado al mismo día de votación. El exconsejero Denis Gómez explicó a EFE que este proceso marca un hecho inédito: “Lo nuevo es que se denuncie un fraude antes de la elección y que tanto el oficialismo como la oposición estén lanzando esas acusaciones”.

    “La denuncia de fraude siempre ha venido después del cierre de urnas y tradicionalmente de parte del partido que pierde. En este caso, es el partido en el poder el que hace primero la denuncia, lo que genera aún más incertidumbre”, añadió Gómez.

    La comunidad internacional, incluyendo a la ONU, la OEA y la Unión Europea, ha pedido que se garantice la independencia del ente electoral y que las Fuerzas Armadas se mantengan al margen del proceso, tal como lo establece la legislación nacional. También han instado a asegurar comicios libres, transparentes y pacíficos.

    Además de elegir presidente, los hondureños votarán por tres designados presidenciales (vicepresidentes), 298 alcaldes municipales, 128 diputados al Congreso Nacional y 20 representantes al Parlamento Centroamericano. Las autoridades esperan una jornada electoral sin incidentes, pero los hechos recientes generan preocupación sobre su desarrollo.

     

  • Crisis electoral y confrontaciones políticas empañan elecciones en Honduras

    Crisis electoral y confrontaciones políticas empañan elecciones en Honduras

    Las elecciones generales en Honduras, previstas para el 30 de noviembre, se desarrollan en un ambiente marcado por la incertidumbre y los enfrentamientos entre los principales órganos electorales. Las disputas entre miembros del Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Tribunal de Justicia Electoral (TJE) han retrasado el cronograma de actividades e incluso impedido la impresión de papeletas en dos de los 18 departamentos del país.

    El CNE arrastra una crisis desde las elecciones primarias celebradas el 9 de marzo, previas a los comicios generales que definirán la elección de un presidente, tres vicepresidentes, 298 alcaldes municipales, 128 diputados al Congreso Nacional y 20 al Parlamento Centroamericano.

    Las Fuerzas Armadas, encargadas de custodiar y transportar el material electoral, también han quedado en entredicho tras los errores logísticos ocurridos en los comicios de marzo, lo que ha generado mayor desconfianza entre la población.

    Analistas y observadores, tanto nacionales como internacionales, advierten que el problema de fondo radica en que los organismos electorales están compuestos por representantes de partidos políticos que anteponen sus intereses partidarios al funcionamiento institucional.

    El CNE está integrado por Ana Paola Hall, del Partido Liberal; Cossette López, del Partido Nacional, y Marlon Ochoa, del Partido Libertad y Refundación (Libre), cuyo coordinador general es el expresidente Manuel Zelaya, esposo y principal asesor de la actual presidenta Xiomara Castro.

    La candidata presidencial del oficialista partido Libre, Rixi Moncada.

    Acusaciones cruzadas y lenguaje hostil

    Los conflictos más fuertes dentro del CNE se han dado entre representantes del Partido Nacional y Libre. El jueves, López denunció que Ochoa ocultó un equipo biométrico ingresado irregularmente al Consejo.

    “Queremos elecciones, pero con transparencia, no con equipos escondidos, ni bajo llave de un solo partido”, le reclamó López.

    Ochoa, por su parte, acusó a López de intentar “boicotear el proceso electoral” y anunció que presentará una denuncia ante la Fiscalía, una institución que también ha perdido credibilidad en el país. “Fanfarrón” y “sonrisa cínica” fueron algunos de los calificativos que López dirigió a su colega.

    El costo de todo el proceso electoral supera los $152 millones, incluyendo las elecciones primarias de marzo. Sin embargo, los principales candidatos tampoco han dado el ejemplo de civilidad esperado en un proceso democrático.

    El jueves, un militante del Partido Liberal quemó una bandera del partido Libre frente a su sede en Tegucigalpa, en presencia del candidato presidencial Salvador Nasralla, quien fue captado sonriendo durante la acción. Aunque más tarde se disculpó en redes sociales diciendo que “no me percaté completamente de la escena por no estar al frente”, las imágenes lo mostraban a escasos metros del acto.

    La candidata de Libre, Rixi Moncada, respondió acusando a Nasralla de “representar a las mafias” en el país. En un incidente anterior, activistas de Libre desfilaron con un ataúd con un pollo de plástico encima, en alusión a Roberto “Pollo” Contreras, alcalde de San Pedro Sula, quien también apareció recientemente con dos ataúdes, simbolizando la “muerte política” de sus rivales Moncada y Nasry Asfura, del Partido Nacional.

    En medio de la violencia social, criminal y política que enfrenta Honduras, los ciudadanos son testigos de una creciente hostilidad entre los líderes de los partidos que aspiran al poder.

     

  • El candidato hondureño Salvador Nasralla ya se ve ganador y apuesta por retomar las relaciones con Israel y Taiwán

    El candidato hondureño Salvador Nasralla ya se ve ganador y apuesta por retomar las relaciones con Israel y Taiwán

    El candidato presidencial hondureño, Salvador Nasralla, está convencido de que ganará las elecciones del 30 de noviembre y la mayoría parlamentaria a pesar, apunta, de tener todas las estructuras estatales y la «clase corrupta» en contra, no así el clamor popular. «Soy la persona que más quiere la gente», dijo.

    «No es una tarea fácil en la que me estoy metiendo. Me estoy metiendo en un país donde lo normal es ir contra la ley», afirmó el  miércoles desde Madrid en una entrevista para Europa Press en la que ha asegurado que está en política por la «presión popular» que provoca no ser corrupto en un país acostumbrado a serlo.

    «Tengo las manos limpias, no tengo ningún antecedente, ni personal ni familiar, nada con ninguna cosa, y en Honduras encontrar a alguien que no tenga relación con la delincuencia es muy difícil», dijo quien durante cuatro décadas fue uno de los rostros por no decir el más reconocible de la televisión de su país.

    Esta es la tercera vez que se presenta a las elecciones, después de las de 2013 y 2017, en las que ha insistido haber sido víctima de fraude electoral. En 2021 participó como compañero de fórmula de la actual presidenta Xiomara Castro. «Ayudé a que ganará», afirmó quien fue luego su primer vicepresidente durante dos años.

    Para esta cita se ve claro favorito, a pesar de que dice no tener más remedio que fiarse de un sistema electoral donde el fraude no se puede descartar y cita algunas encuestas que le sitúan con ventajas de hasta 18 puntos por delante de la propuesta del oficialismo, Rixi Moncada.

    «Es cuando mejor estoy, lo encaro con mucho optimismo porque por primera vez Honduras puede tener un presidente técnico», añadió.

    «Aunque no confiemos, la diferencia es enorme y son cantidades enormes de gente las que van a ir a votar, eso debe eliminar cualquier posibilidad de fraude», confió el candidato por el histórico Partido Liberal, uno de las formaciones políticas tradicionales que en su día cuestionó.

    Nasralla ha asegurado que incluso cuenta con el amplio favor de los votantes indecisos. «Esos electores normalmente son míos, son los que han votado por mí. Sin tomarlos en cuenta estoy ganando, lo que significa que la diferencia a mi favor va a ser abismal», vaticinó.

    ¿Habrá elecciones?

    Nasralla denunció también haber sido el blanco de los ataques de todos los candidatos durante la campaña. «Yo soy el antisistema. Los demás son todos políticos tradicionales que tienen deudas con la justicia entonces se trata de eliminarme a mí», dijo.

    Es por ello, y a tenor de las encuestas que le sitúan muy por delante en la intención de voto y a la posibilidad de que el estado de excepción que rige en Honduras se amplíe incluso durante la jornada electoral, que no descarta que el Gobierno de Castro urde alguna maniobra para impedir que se celebren los comicios.

    Así, ha deslizado que se podría generar «caos» durante ese 20 de noviembre, o «inventar algún tipo de actividad echándole la culpa a la gente de la oposición para atemorizar a la gente para que no acuda a votar».

    «En nuestros países, cuando la Justicia está en manos de delincuentes, puede pasar cualquier cosa», ha dicho el candidato, quien también ha aprovechado para apuntar hacia las «cúpulas corruptas» de la magistratura, la Policía y el Ejército.

    «Han sido comprados por el Gobierno», ha señalado. «Son las personas que están ligadas muchas veces al crimen organizado, a la extorsión», ha dicho Nasralla, asegurando incluso que en muchas ocasiones abogadas y juezas se han llegado a convertir en «amantes» de los delincuentes y los «caudillos» del crimen organizado.

    Nasralla ha adelantado que su política de seguridad cuenta también con un plan al estilo del presidente salvadoreño, Nayib Bukele, con cárceles de máxima seguridad en las que los «delincuentes» cumplan verdaderamente sus penas, aunque ha incidido en que su eventual gobierno apostará por políticas de prevención.

    «La gente tiene que tener la oportunidad de hacer algo, si tienes un 75 por ciento de la gente pobre, ¿de qué comen? ¿De qué viven?», se ha preguntado Nasralla, señalando la pobreza y la desigualdad como factores que hacen posible este aumento de la inseguridad.

    «Lo que se tiene que hacer en Honduras es generar empleo», ha dicho, y por eso, ha explicado, se encuentra estos días en Madrid, hablando con empresarios sobre el desarrollo de proyectos de creación de puestos de trabajo, pero también de formación y de intercambio de trabajadores para sectores como el agrícola.

    «Queremos desarrollar el mercado europeo», ha dicho quien dice contar en su plan de gobierno con programas de desarrollo agrario, de infraestructuras, o educativos, con proyectos deportivos y alimentarios para que los niños se alejen de las calles. «Honduras es un país rico que no tiene por qué estar sufriendo», ha remarcado.

    Romper con China y Venezuela

    En lo que respecta al plano internacional, Nasralla apuesta por mirar a Europa, destino, ha asegurado, de otros muchos productos hondureños más allá del café, y hacia aquellos países que «pueden dan un beneficio» al país.

    No es el caso de Venezuela, a cuyo Gobierno ha acusado de intentar meter en Honduras «una ideología de pobreza»; o de China, por haber «eliminado a un montón de pequeños productores hondureños».

    «Los chinos están metiendo productos muy baratos que me distorsionan el mercado (…) Mi postura es volver a Taiwán, porque Taiwán me garantiza las cosas que me dio por 60 años», ha dicho Nasralla, que también se ha mostrado partidario de retomar las relaciones Israel.

    «Israel ha sido un aliado de Honduras y nosotros vamos a continuar con eso», ha adelantado, evitando valorar la situación en Oriente Próximo.

    «Yo no me meto en eso porque yo soy un técnico (…) Tengo que favorecer lo que le va a favorecer al bienestar de mi gente», se ha defendido.

    «Los israelíes son expertos en riego por goteo. En Honduras llueve mucho, pero no están los sistemas para poder agarrar el agua (…) y hay otras técnicas que ellos implementan que a nosotros no sirven y que se han detenido (…) se han ido como 50 empresas y necesitamos mantener eso», ha justificado.

    Nasralla también ha deslizado que los hondureños que han sido expulsados por las agresivas políticas migratorias de la Administración de Donald Trump es una respuesta a las «políticas anti-Estados Unidos del actual Gobierno».

    «Este gobierno no ha hecho una política de amigo con Estados Unidos», ha excusado a Washington el candidato presidencial que ha respondido con un «sí, totalmente», a la pregunta de si el Gobierno de Xiomara Castro tiene culpa de las deportaciones de hondureños de Estados Unidos.

    Así, Nasralla ha acusado a Castro de «prácticamente ir a provocar» a Estados Unidos cuando habló en favor de Nicaragua, Venezuela y Palestina en la última Asamblea General de Naciones Unidas, celebrada el mes pasado en Nueva York.

    «No lo justifico», ha matizado, y apunta, «cuando alguien quiere ser país y tomar sus propias decisiones de forma independiente tiene que tener con qué defenderse, como Venezuela», que «pueden jugar a ser comunistas y tienen petróleo, pero yo en Honduras no tengo petróleo».